Senegal y Marruecos, vínculos estrechos
Marruecos mantiene unos fuertes vínculos con Senegal. La última prueba de ello es el hecho de que el rey marroquí, Mohamed VI, fue el único máximo dirigente de una nación fuera de la región que fue invitado a la toma de posesión del nuevo presidente senegalés, Bassirou Diomaye Faye.
Marruecos estuvo finalmente representado por el jefe de Gobierno, Aziz Akhannouch, pero Mohamed VI fue el único jefe de Estado de un país fuera del entorno regional que recibió invitación formal para asistir a la toma de posesión de Bassirou Diomaye Faye.
Aziz Akhannouch fue el encargado de representar al rey Mohamed VI en Diamniadio, ciudad ubicada en la región de Dakar, en la ceremonia de toma de posesión del nuevo presidente de la República de Senegal, Bassirou Diomaye Faye, quien se convirtió en el presidente más joven del país senegalés sucediendo en el poder al expresidente Macky Sall, a pesar de representar a la oposición al largo Gobierno que había dirigido el propio Sall. Macky Sall no se presentó a la reelección dejando la representación de su partido a Amadou Ba, quien perdió la contienda electoral con un Bassirou Diomaye Faye que apenas dos semanas antes de los comicios estaba incluso en prisión.
El propio nuevo presidente se describió como “la opción de la ruptura” con el poder establecido, pero abogó por la “reconciliación nacional” tras varios años de inestabilidad y crisis política. Todo ello después de imponerse en la primera vuelta de las elecciones presidenciales el 24 de marzo a Amadou Ba al obtener el 54,28% de los votos frente al 35,79% del candidato oficialista.
Aziz Akhannouch visitó Senegal acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita, siguiendo las directrices del rey Mohamed VI, tras la invitación que recibió este para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente senegalés.
Esta invitación al monarca alauí refleja, una vez más, la profundidad de los lazos de hermandad, solidaridad y aprecio que unen a Marruecos y Senegal. Esta invitación indica también la profundidad de la asociación excepcional y multidimensional que existe entre el Reino de Marruecos y la República de Senegal en todos los ámbitos.
La ceremonia de juramento y toma de posesión del nuevo presidente senegalés tuvo lugar en presencia de varios jefes de Estado, presidentes de las comisiones de la Unión Africana, la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) y la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA).
Promoción regional africana
El propio rey Mohamed VI lanzó en su discurso con ocasión del 48º aniversario de la Marcha Verde la iniciativa marroquí de invertir en la fachada atlántica del país partiendo del Sáhara, para hacer de la África atlántica un nuevo espacio de gran influencia en la política y la economía internacional.
El objetivo estaba claro: centrar la estrategia de Marruecos en la rehabilitación de la fachada atlántica de la nación desde el Sáhara Occidental; poniendo de relieve su valor geopolítico como respuesta a lo que calificó el monarca alauí como “maniobras de los adversarios desenmascarados, escondidos y desaparecidos de la cuestión del Sáhara”, convirtiéndola en una región y un espacio para el desarrollo, la seguridad y la estabilidad.
Todo ello favoreciendo el acceso de los países africanos del entorno y del Sahel al océano Atlántico para favorecer su desarrollo comercial y económico.
El rey Mohamed VI señaló en su momento que “si la fachada mediterránea es un vínculo entre Marruecos y Europa, la fachada atlántica es la puerta de entrada de Marruecos a África y su ventana de apertura al espacio americano”, añadiendo que “desde aquí surge nuestro empeño en rehabilitar la zona costera a nivel nacional, incluyendo la fachada atlántica del Sahara marroquí, así como estructurar este espacio geopolítico a nivel africano”.
Y Senegal es uno de esos países de esa región occidental africana que se puede beneficiar de esta iniciativa africana de desarrollo hacia el Atlántico, de la que Marruecos toma parte muy activamente por su situación geopolítica. Un movimiento geopolítico que acerca todavía más a dos países socios y aliados como Senegal y Marruecos.