Los tres motores con los que Arabia Saudí levanta su propio sector industrial militar

Los motores que propulsan la expansión del tejido industrial saudí de la defensa está constituido por tres organizaciones, que propician el asentamiento en el propio territorio de empresas nacionales de capital privado y mixto - PHOTO/WDS
La GADD, GAMI y SAMI son los instrumentos del Gobierno de Riad para alcanzar paso a paso una razonable autonomía estratégica en defensa
  1. La llave para entrar en el mercado saudí de la defensa 
  2. Alianzas estratégicas y consolidación del tejido industrial nacional

Es evidente que Arabia Saudí no es por causalidad el país anfitrión que acoge las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia encaminadas a detener la guerra en Ucrania y asegurar una paz duradera. 

Las autoridades saudíes, comenzando por su primer ministro, el príncipe heredero Mohamed bin Salman Al-Saud, mantienen una buena y especial relación con la Administración Trump. También con la Rusia del presidente Putin. El Gobierno de Riad no se decanta por ninguna de las partes en la guerra de Ucrania, no ha puesto en práctica sanciones contra el Kremlin y tanto Arabia Saudí como Rusia son los principales productores de crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

La riqueza petrolera del reino saudí, su pujanza económica, su estabilidad política y sus 37 millones de habitantes, unido a su amplio territorio ‒cuatro veces la extensión de España‒ y la influencia religiosa que ejerce sobre la comunidad suní mundial han convertido al país en un importante actor diplomático de alcance global.

Las estrechas relaciones entre Trump, el rey Salman y su heredero se remontan al primer mandato del actual presidente norteamericano, cuya primera visita internacional fue al reino saudí - PHOTO/Official White House photo by Shealah Craighead

Sin embargo, para adquirir la talla de potencia mundial, Arabia Saudí precisa contar con unas importantes y bien equipadas Fuerzas Armadas, que las tiene, y contar con su propio sector industrial militar con el que alimentarlas y poder asegurarse el máximo grado de autonomía estratégica posible. Y en ese empeño están inmersas las autoridades de Riad, en particular el príncipe Khalid bin Salman bin Abdulaziz Al-Saud, que desde octubre de 2024 es el ministro de Defensa.

Los pilares sobre los que se asienta el crecimiento del tejido industrial de la defensa saudí están encabezados por tres organizaciones. La de mayor rango es la Autoridad General para el Desarrollo de la Defensa o GADD ‒General Authority for Defense Development‒, entidad gubernamental con personalidad jurídica propia adscrita directamente al primer ministro. Creada en septiembre de 2021, es responsable de definir los objetivos de las actividades de investigación, desarrollo e innovación en los campos de la tecnología y los sistemas de defensa, así como de su dirección y supervisión de acuerdo con las leyes y normas del Reino.

El gobierno ejecutivo de la GAMI lo ejerce Ahmad Abdulaziz Al-Ohali, segundo por la derecha. Ingeniero de formación, es el responsable de la estrategia de localización de industrias de defensa de terceros países en Arabia Saudí - PHOTO/GAMI

La llave para entrar en el mercado saudí de la defensa 

Tan importante o incluso más que la GADD es la Autoridad General de Industrias Militares o GAMI, acrónimo de General Authority for Military Industries. Creada en agosto de 2017, es el organismo clave que, con el visto bueno de la GADD, es la vía de acceso de los contratistas de defensa de terceros países para vender sistemas de armas, plataformas y servicios a los Ministerios de Defensa e Interior saudíes. También a la Guardia Nacional, responsable de proteger las fronteras, los yacimientos petrolíferos y sus infraestructuras.

La razón de ser de la GAMI es regular, desarrollar y supervisar las políticas de equipamiento militar para satisfacer las necesidades esenciales del Reino en las áreas de los sistemas de armas aéreos, terrestres y navales, así como en las vertientes del armamento, municiones, misiles y electrónica para la defensa. También entra en su ámbito de competencias potenciar el tejido productivo nacional de defensa y otorgar las licencias a las industrias militares que pretendan instalarse en Arabia Saudí. 

Al frente de la GAMI está el ingeniero Ahmad Abdulaziz Al-Ohali, que recientemente ha confirmado en un acto público que “el gasto militar de Arabia Saudí en 2024 ascendió a 75.800 millones de dólares”, el mayor del mundo árabe. También ha detallado que el presupuesto para el año en curso “asciende a 78.000 millones,  lo que representa el 7,1 por ciento del PIB de Arabia Saudí”.

El Reino es el mediador de la paz en Ucrania. En imagen, el ministro de Exteriores saudí, Faisal bin Farhan, y el consejero de Seguridad Nacional, Mosaad bin Mohammad Al-Aiban, con las delegaciones de Estados Unidos y Ucrania - PHOTO/Official State Dept photo by Freddie Everett

Como responsable de hacer efectiva la estrategia de localización de industrias de defensa en Arabia Saudí, la GAMI exige que las compañías extranjeras que aspiran a grandes ventas en el país contribuyan a desarrollar las capacidades industriales del reino saudí mediante la transferencia de tecnologías, la producción local y la formación cualificada y empleo para personal saudí. Lo anterior está alineado con el objetivo Visión 2030, que pretende que la contribución nacional en las adquisiciones de defensa alcance en el año 2030 el 50 por ciento de las necesidades militares del Reino.

Según Al-Ohali, la tasa de localización de industrias militares ha aumentado de manera constante y a finales de 2023 ya era del 19,35 por ciento. Tal ritmo de crecimiento está alineado con el objetivo Saudí Visión 2030, cuya meta es lograr reducir la dependencia de los ingresos del petróleo, elevar del 40 al 65 por ciento la contribución del sector privado a la economía saudí e incrementar el PIB no petrolero del 16 al 50 por ciento para conseguir una economía diversificada y sostenible.

SAMI está dirigida desde el 1 de febrero por Thamer Al-Muhid (derecha), que en una reciente exposición explica las capacidades de su corporación industrial al viceministro de Industria Khalil bin Ibrahim bin Salamah - PHOTO/SAMI

Alianzas estratégicas y consolidación del tejido industrial nacional

La GAMI está centrada en crear oportunidades y favorecer las inversiones de empresas extranjeras para que participen de forma activa en la creación de capacidades militares y en el desarrollo del tejido industrial de defensa doméstico. En colaboración con otras agencias gubernamentales, entre sus cometidos está ofrecer incentivos financieros a inversores, grandes empresas y pymes nacionales e internacionales especializadas en el sector aeroespacial y de defensa.

Un amplio estudio prospectivo patrocinado por la GAMI ha identificado que el mercado saudí de defensa ofrece importantes oportunidades de negocio en 74 áreas de actividad. El documento también aflora la existencia de 30 oportunidades prioritarias de inversión, que representan en torno al 80 por ciento del futuro gasto total de las cadenas de suministro.

Las autoridades de Riad buscan que sus multimillonarios gastos en sistemas de defensa repercutan en transferencias de tecnología, fabricación en el propio país y formación cualificada y empleo para sus conciudadanos - PHOTO/BAE Systems

El brazo ejecutor de la GAMI es el grupo Industrias Militares de Arabia Saudí o SAMI ‒Saudi Arabian Military Industries‒, una corporación fundada y avalada en mayo de 2017 por el fondo soberano de inversión saudí PIF para ayudar a reducir la dependencia del Reino de las importaciones militares de terceros países. La batuta de la  SAMI acaba de cambiar de manos y desde el 1 de febrero se encuentra bajo la dirección ejecutiva de Thamer Al-Muhid, un ingeniero con 30 años de experiencia en fusiones, adquisiciones y en la transformación de empresas.  

Con más de 3.500 empleados en septiembre de 2024 y organizada en cinco divisiones de negocio ‒SAMI Land, SAMI Aerospace, SAMI Sea, SAMI Advanced Electronics y SAMI Defense Systems‒, la actividad de la SAMI se centra en constituir sociedades mixtas con empresas extranjeras para ejecutar contratos, con el objetivo declarado de convertirse en 2030 en una de las 25 principales y mayores organizaciones industriales de defensa del mundo. SAMI lo quiere conseguir favoreciendo el incremento de las capacidades de producción mediante una combinación de alianzas estratégicas con fabricantes de terceras naciones y la progresiva consolidación del tejido industrial nacional.

Navantia y SAMI hace años que constituyeron la empresa mixta SAMI Navantia, que bajo transferencia de tecnología española ha desarrollado el sistema de combate Hazem para las corbetas de la clase Avante 2200 - PHOTO/Navantia

Dentro de más del centenar de compañías bajo el paraguas de SAMI se encuentra la sociedad mixta hispano-saudí SAMI Navantia, que bajo la transferencia de tecnología del astillero español ha desarrollado el sistema de combate Hazem para las corbetas de la clase Avante 2200 ya construidas en España o las tres contratadas en diciembre de 2024. Otras compañías españolas están en pleno proceso de negociación para constituir y localizar empresas mixtas en el Reino.

Por supuesto, las grandes corporaciones norteamericanas como Boeing, Lockheed Martin y Raytheon, de la UE como Airbus, Thales, Safran, y británicas como BAE Systems, por citar algunas… así como fabricantes de Brasil, Corea y Turquía, por nombrar sólo tres países, ya cuentan con factorías y empresas conjuntas asentadas en el país del Golfo.