Turquía transforma su papel armamentístico respecto a Europa

Maqueta del avión de combate Eurofighter, lleva en su cola la alusión al programa Halcón II que, junto a Halcón I, sustituirá a los F/A-18A y EF-18M del Ejército del Aire y del Espacio español - PHOTO/ATALAYAR
Se consolida como un país independiente de la Unión Europea en materia de defensa
  1. El poder militar de Turquía 

Turquía está tomando una serie de medidas para volverse un socio estratégico importante de cara a la seguridad europea, como la firma del acuerdo armamentístico relacionado con el avión Eurofighter y del acuerdo con Estados Unidos para los cazas F-16.

Según el analista Robert Ellis en un informe de la revista The National Interest, estos dos acuerdos son un reflejo de la necesidad turca de modernizar su fuerza aérea y del papel de la negociación con armas dentro del escenario político y de seguridad. Además, esta acción demuestra un cambio significativo en las relaciones de defensa entre Ankara y Bruselas. 

Ya que, en las últimas décadas, el país euroasiático ha ido hacia un camino de independencia en la industria de defensa debido a las sanciones que ha ido recibiendo, las cuales provocaron escasez de suministros.

A pesar de que Alemania, Reino Unido e Italia acordaron venderle 40 aviones Eurofighter Typhoon en julio, hay cierto recelo hacia el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, por la represión política ejercida tras el intento de golpe de Estado en 2016, del que acusó a su rival político, el clérigo Fethullah Gülen. 

El presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, durante una conferencia de prensa en la cumbre de la OTAN en La Haya, Países Bajos, el 25 de junio de 2025 - REUTERS/ YVES HERMAN

Atenas y Nicosia ven a Turquía como una amenaza por su doctrina marítima “Patria Azul”, doctrina en la que reclama zonas extensas del Mediterráneo Oriental, entre ellas lugares que son del territorio de Grecia y Chipre. 

Cuestión que impide que la Unión Europea (UE) se abra del todo hacia Turquía, como, por ejemplo, en cuanto a su entrada en el Programa Europeo de Acción en Seguridad (PAES) que cuenta con aproximadamente 150.000 millones de euros en préstamos para invertir en la industria militar. 

Es más, hay quien especula que en un futuro pueda componer una amenaza estratégica para la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) debido a su posible interferencia regional y su política interior. Tampoco tranquiliza el hecho de que esté manteniendo un equilibrio entre el Kremlin y la Casa Blanca, porque temen que no vele por la protección colectiva de Europa en vez de negociar.

Seguridad Unión Europea - PHOTO/EU-EDA

Pero el presidente turco había asegurado al primer ministro polaco, Donald Tusk, durante su visita en marzo de este año, que la UE debe cooperar mano a mano con Ankara si quiere recuperar su poder, situación que aún no se está dando del todo.

Así que, debido a la necesidad europea de la fuerza militar de Turquía, los demás países de la UE aún están evaluando su postura porque tienen recelo a la política interior del presidente Erdogan y sus acciones en territorio marítimo. No es posible hablar de una integración total por el momento. 

Por otro lado, Estados Unidos aprobó la venta de 40 aviones de combate F-16 y la actualización de decenas de aeronaves tras el visto verde dado por Turquía a la adhesión de Suecia a la OTAN.

El acuerdo estaba en pausa durante años por la tensión que existía entre ambos países, porque Ankara había sido excluida del programa de cazas furtivos F-35 tras la compra del sistema de defensa aérea ruso S-400, lo que fue mal visto por parte del gigante norteamericano y la OTAN al acceder a colaborar armamentísticamente con la Rusia de Vladimir Putin, lo cual podría haber supuesto un problema de seguridad para la Alianza Atlántica. 

Alianza Atlántica - PHOTO/NATO

El poder militar de Turquía 

La razón por la que la capacidad militar de Turquía no puede pasar desapercibida por la UE ni por Estados Unidos, es porque, según el último informe de la plataforma Global Firepower, es el noveno país con más poder militar de entre 145 países. 

Según el informe, tiene casi 884.000 militares, de los cuales aproximadamente 355.000 están en activo. En las fuerzas aéreas cuenta con 115.000 efectivos, mientras que en el Ejército hay casi 519.000 y en las fuerzas navales hay 100.000. 

En tierra, tiene más de 2.200 tanques, más de 2.900 unidades de artillería en total y más de 61.100 vehículos. Es la segunda flota más grande dentro de la OTAN después de Estados Unidos.

En aire, cuenta con 201 aviones de ataque, 84 aviones de transporte, casi 300 aviones militares de entrenamiento, casi 30 aviones especiales y más de 600 helicópteros en total.

En mar, cuenta con 13 submarinos, 41 patrulleros, 11 cazaminas, 9 corbetas, un portahelicópteros y 17 fragatas. 

Según el Dr. Jens Bastian, investigador en el Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y Seguridad (SWP), Turquía ha reformado su industria armamentística conectando centros educativos superiores, empresas y centros de investigación con el Ejército además de reorganizarse financieramente. 

Pero, a pesar de sus avances, aún tiene debilidad en el sector tecnológico, sobre todo cuando se habla de microchips y tecnología cuántica.

Según el profesor Haluk Görgün, director de la Agencia Estatal de la Industria de Defensa (SBB), Turquía ha exportado todo tipo de equipos militares a 180 países, llegando a un volumen de más de 7.000 millones de dólares, lo que da muestra también de la capacidad militar con la que cuenta la nación otomana. 

Ankara ha demostrado que se ha convertido en un competidor dentro del mercado armamentístico europeo por los altos niveles de exportación, los cuales también son un motivo de preocupación para algunos países europeos.