Ucrania en territorio africano
Ucrania está sufriendo de una nueva crisis en sus relaciones diplomáticas. Tras una operación militar en la que murieron miembros del Grupo Wagner en Mali, un portavoz del servicio de inteligencia militar ucraniano infirió su apoyo al grupo separatista Tuareg y a miembros de Jama'at Nasr al-Islam wal-Muslimin (rama oficial de Al-Qaeda) por televisión. Ahora, el país niega su participación. Las relaciones ucranianas con Mali han sufrido una ruptura y Níger se ha unido a la separación.
Qué ha ocurrido en Mali
El Grupo Wagner, según el Instituto de Estudios de Seguridad, con el cambio de denominación a Africa Corps, tiene paramilitares desplegados en países africanos políticamente inestables “en defensa de los intereses de la Federación Rusa”. Pese a la alianza entre el grupo mercenario ruso y el Gobierno de Transición maliense, los separatistas Tuareg lanzaron una emboscada en el norte de Mali, matando a, supuestamente, 84 soldados rusos y 47 malienses. Andriy Yusov, el portavoz de la Dirección Principal de Inteligencia Ucraniana (GUR) le contó a Suspilne (cadena de televisión ucraniana): “Los rebeldes recibieron la información necesaria que permitió que ejecutaran una operación exitosa contra los criminales de guerra rusos”.
En una declaración de Abdoulaye Maiga, portavoz del Gobierno de Transición de Mali, se anunció la ruptura inmediata de las relaciones diplomáticas entre Mali y Ucrania, afirmando que fue consecuencia de los comentarios de Yusov. Ucrania ha negado las alegaciones y acusó a Mali de haber consentido las actuaciones de crímenes de guerra de grupos bajo el control del Kremlin tanto en Ucrania como en países africanos. En la declaración de su Ministerio de Exteriores, se añade: “Es lamentable que el Gobierno de Transición de la República de Mali haya decidido romper las relaciones diplomáticas con Ucrania sin llevar a cabo un examen exhaustivo de los hechos y circunstancias del incidente ocurrido en el norte de Mali, y sin aportar ninguna prueba de la implicación de Ucrania en el incidente”.
Níger se ha unido a esta ruptura de relaciones por “solidaridad” con su vecino. Cabe destacar que este país también tiene relaciones con la milicia rusa. Tras su solicitud de ayuda al Grupo Wagner en 2023 para frenar un golpe de Estado y según el Centro de Estudios del Este (OWS), siguen presentes en Níger dónde realizan entrenamientos militares. Se podría concluir que la influencia de Vladimir Putin se está aventajando del clima inestable africano para desarrollar y aumentar su poder militar sobre el continente. Con los golpes de Estado en lugares como Mali, Níger y Burkina Faso, estos países saharauis están dando la espalda a las fuerzas occidentales de Francia y Estados Unidos y creando relaciones con Rusia.
La implicación ucraniana en este conflicto no termina con un comentario por un portavoz. Wassim Masr, periodista francés e investigador senior del Soufan Centre, contó en un artículo del Washington Post que rebeldes Tuaregs pidieron ayuda a Ucrania en 2023. Alega que, en 2024, un pequeño grupo de estos recibieron entrenamiento militar y formación en el control de drones por Ucrania. Conjuntamente, Russia Today (RT), una cadena de televisión financiado por el gobierno ruso, también hace la misma acusación en un artículo, citando al canal privado de Telegram del Grupo Wagner llamado Grey Zone. Denuncia la existencia de fotografías de instructores del GUR en Mali. El Kyiv Post recibió una fotografía exclusiva de los Tuaregs posando con la bandera ucraniana el último día del ataque de fuentes del sector de defensa y seguridad ucraniana.
Analistas geopolíticos han comentado que la historia de los Tuareg y su búsqueda de independencia es un relato semejante a la de Ucrania, por lo cual un aliado lógico para este grupo. El problema reside en el por qué. ¿Por qué apoyaría Ucrania miembros de grupos terroristas como el Jama'at Nasr al-islam wal-Muslimin?
El independentismo de los Tuareg
El supuesto apoyo ucraniano a grupos terroristas es fundamentalmente un derivado de cuestiones históricas de los Tuareg.
En 2012 irrumpió una guerra en búsqueda de independencia por parte de un grupo de Tuareg llamado el Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA). Esta etnia saharaui, practicantes del islam, tiene un pasado largo y complejo, pero ahora busca la independencia de una sección del norte de Mali que ellos denominan Azawad. Con el impulso de grupos radicales islámicos cuyo objetivo es la implantación del Sharía (ley islámica) y el islamismo en el continente africano, se han apoyado en esos grupos para conseguir independencia. Tras la proclamación del Estado Independiente de Azawad en el norte de Mali con la ayuda de Ansar Al-Dine y Al-Qaeda según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, no fue reconocido internacionalmente. El Gobierno de Mali recuperó el control de la zona en 2013 y la MNLA renunció su reclamación del territorio, pero siguen buscando independencia. Debido a estas afiliaciones, el apoyo ucraniano a los Tuareg conlleva una inevitable colaboración con grupos terroristas.
El combate por el poder de grupos radicales son una preocupación seria en Mali y otros países saharauis. Con la añadidura del involucramiento de la milicia rusa -que está bajo el control del Ministerio de Defensa ruso- en varios países, el control económico ejercido por China en todo el continente y el involucramiento económico y militar de Estados Unidos, es aparente que África vuelve a ser el campo de batalla entre diferentes fuerzas internacionales para fortalecer sus respectivos mandatos geopolíticos.
Queda una única cuestión: ¿Qué le pasará a África?