Marruecos intensifica su estrategia para combatir la crisis hídrica
El Gobierno de Marruecos ha redoblado sus esfuerzos para implementar la estrategia nacional de gestión del agua, alineada con las directrices establecidas por el rey Mohamed VI en su 25º Discurso del Trono. Esta estrategia se centra en combatir el estrés hídrico que afecta al país, un problema agravado por sucesivos años de sequía y la creciente demanda de recursos hídricos.
Como informa Al Arab, el primer ministro Aziz Akhannouch presidió una reunión crucial del Comité de Dirección del Programa Nacional de Abastecimiento de Agua Potable e Irrigación 2020-2027, celebrada en la ciudad de M'diq. Durante el encuentro, se revisaron todos los proyectos incluidos en el programa, estableciendo prioridades y organizando un calendario de implementación. Akhannouch resaltó la necesidad de acelerar la ejecución de estos proyectos, asegurando su eficiencia y el cumplimiento de los plazos estipulados, atendiendo así a las directrices del Rey en su discurso.
El Gobierno marroquí ha identificado la desalinización del agua de mar como una solución clave para mitigar el déficit de agua en el país. Actualmente, Marruecos cuenta con 12 plantas desalinizadoras con una capacidad total de 179,3 millones de metros cúbicos anuales. Se planea la construcción de siete plantas adicionales para 2027, las cuales agregarán una capacidad de 143 millones de metros cúbicos al año.
Este ambicioso plan forma parte de un esfuerzo más amplio por diversificar las fuentes de agua, que también incluye la construcción de nuevos embalses y la mejora de las redes de distribución.
El país enfrenta una demanda hídrica anual que supera los 16.000 millones de metros cúbicos, de los cuales el 87% se destina al consumo agrícola. Sin embargo, los recursos disponibles no han alcanzado más de 5 millones de metros cúbicos anuales en los últimos cinco años, lo que subraya la gravedad del problema.
En el marco de la estrategia real para la distribución equitativa del agua, el Gobierno ha asignado cerca de 250 millones de dirhams (25 millones de dólares) para la implementación de proyectos relacionados con el suministro de agua potable y el saneamiento líquido en regiones desérticas, con un enfoque particular en la ciudad de Dajla. Este esfuerzo incluye la rehabilitación de la red de distribución de agua potable y la modernización de la red de alcantarillado, proyectos que tienen como objetivo mejorar la eficiencia de estas infraestructuras y reducir las pérdidas de agua.
El profesor Fouad Amraoui, experto en ciencias del agua de la Universidad Ain Chock en Casablanca, resaltó la importancia del discurso del rey alauí como un llamamiento a la acción para todas las partes involucradas en la gestión del agua en Marruecos. Amraoui subrayó que la estrategia no solo se centra en aumentar la capacidad de almacenamiento y distribución de agua, sino también en la reutilización de aguas residuales y la capacitación en tecnologías avanzadas de gestión hídrica.
La crisis del agua en Marruecos ha sido un tema de controversia política, con acusaciones dirigidas al Partido de la Justicia y el Desarrollo por no haber invertido adecuadamente en infraestructuras críticas durante sus mandatos en el Gobierno. Sin embargo, la Administración actual busca rectificar estos problemas mediante una serie de iniciativas que promueven una gestión más eficiente y sostenible de los recursos hídricos.
Por lo tanto, Marruecos está adoptando un enfoque multifacético para abordar su crisis hídrica, abarcando desde grandes proyectos de infraestructura hasta mejoras en la gestión y eficiencia del uso del agua. Estas acciones demuestran un compromiso nacional para garantizar un suministro de agua adecuado y sostenible en todas las regiones del país, ajustándose a las condiciones climáticas cambiantes y a las necesidades de la población.