Tras diez días de forcejeo con AstraZeneca, Bruselas ha conseguido arrancar al laboratorio la promesa de entregar 40 millones de dosis a finales del primer trimestre 

La UE aumenta las restricciones mientras trata de aliviar la crisis de vacunas 

REUTERS/YVES HERMAN - La Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, llega a la cumbre presencial de la UE 

Los casos globales de COVID-19 llegaron hoy a 99,6 millones según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque la cifra de contagios diarios notificados al organismo, 410.000, fue la más baja de los últimos tres meses. 

Los problemas generados por la falta de vacunas suficientes y los contratos suscritos por la UE con las firmas farmacéuticas han puesto en el centro de los focos a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, muy criticada en las últimas fechas en un contexto de escasez de vacunas y mucho nerviosismo doméstico en los Estados miembros, que ni siquiera logran administrar todas las que ya tienen. 

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció el domingo en Twitter que AstraZeneca entregaría 40 millones de dosis de su vacuna a la Unión Europea en el primer trimestre. 

Von der Leyen se reunirá esta tarde en la Eurocámara a propósito de los problemas con las farmacéuticas y las vacunas contra la COVID-19, pero a puerta cerrada y sólo ante los líderes de algunos grupos parlamentarios para explicar la estrategia de vacunación comunitaria. 

La UE ha recibido 18,5 millones de dosis de Pfizer-BioNTech y de Moderna y ha administrado al menos una a más de 12 millones de personas, según los datos facilitados este lunes en rueda de prensa por el portavoz de Salud del Ejecutivo comunitario, Stefan de Keersmaecker, y en el Parlamento Europeo por la directora general de Sanidad de la Comisión, Sandra Gallina. 

Bruselas espera, además, que esos dos laboratorios, cuyas vacunas rondan una efectividad del 95%, entreguen 500 millones de dosis a la Unión Europea para el próximo mes de octubre, lo que supondría fármacos para cerca del 67% de la población adulta de la UE, unos 250 millones de personas de los 370 millones de adultos europeos, sobre una población total de 448 millones de personas, aproximadamente. 

AstraZeneca "comenzará las entregas una semana antes de lo previsto" - "a priori, la segunda semana de febrero", dijo una fuente europea a la Agence France-Presse- y "también ampliará su capacidad de fabricación en Europa", escribió también la presidenta de la Comisión Europea en Twitter. Además, en una entrevista concedida a la cadena de televisión alemana ZDF, mantiene el objetivo de la UE de vacunar al 70% de los adultos para "el final del verano". 

La cita de esta tarde será la cuarta de la semana tras dos reuniones insatisfactorias el lunes pasado, después de que el laboratorio de la farmacéutica anglo-sueca AstraZeneca anunciara repentinamente el viernes problemas con las entregas iniciales a la UE. 

La Comisión Europea (CE) exigió el miércoles a la farmacéutica que respete sus compromisos legales y "morales" y encuentre una solución para entregar las dosis de su vacuna firmadas con la Unión Europea y que ha anunciado que no podrá suministrar a tiempo.  

Bruselas pidió a AstraZeneca permitir que se hiciese público ese contrato confidencial para demostrar que la farmacéutica debía producir una cantidad precisa de dosis para la UE "incluso antes de obtener la autorización" de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que se espera que esta semana dé su opinión sobre si el fármaco, que ya se distribuye en Reino Unido, es eficaz y seguro.  

En concreto, en la Comisión se refieren a las cláusulas de "riesgos de producción", que implica que, para evitar problemas inesperados, la farmacéutica debía de haber producido una cierta reserva de vacunas y tener una cierta cantidad disponible inmediatamente después de que la EMA y la Comisión autorizasen la vacuna.  

Tras impulsar a finales de diciembre un arranque mediático de las inyecciones en la mayoría de los países de la UE, mientras Reino Unido, EEUU o Israel ya vacunaban en serie, enero se reveló como un mes fatídico para la UE: contagios al alza y los Veintisiete a caballo entre una segunda y tercera oleada, recortes de producción de Pfizer-BioNTech y Moderna, y una disputa pública entre Bruselas y AstraZeneca a propósito de los contratos con la CE. 

El resultado, y pese a que no se conocen los detalles de los plazos y cantidades de entregas firmadas pues los contratos con las farmacéuticas son confidenciales, es que aparentemente la UE no tendrá todas las vacunas con las que contaba en el primer trimestre, pero las campañas avanzarán en el segundo trimestre y habrá dosis para el objetivo de vacunar al 70% de la población antes de que acabe septiembre de 2021. 

REUTERS/JOHANNA GERON - El Parlamento Europeo durante la sesión plenaria
Restricciones prolongadas y reforzadas en la Unión Europea 

Los embajadores de la UE aprobaron el lunes nuevas restricciones para los viajeros de fuera de la UE, que incluyen la presentación de una prueba PCR negativa, para combatir la propagación de nuevas variantes, según fuentes comunitarias. La UE cerró sus fronteras exteriores en marzo de 2020 y estableció una lista restringida. 

Mientras la Unión Europea intenta solucionar la crisis generada por la falta de vacunas suficientes con las que contrarrestar de manera eficaz la enfermedad, en cuya incidencia se aprecia una muy ligera tendencia a la baja.  

El acuerdo alcanzado por los embajadores el lunes debe ser adoptado por los Estados miembros este martes. Establece nuevos criterios para autorizar los viajes no esenciales a la UE: los terceros países de origen deben tener una tasa de incidencia inferior o igual a 25 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, una tasa de pruebas superior a 300 y una tasa de positividad inferior o igual al 4%, según un documento visto por AFP. 

Debería exigirse una prueba de PCR negativa de menos de 72 horas a los viajeros, incluso a los que viajan por motivos esenciales, con la excepción de los trabajadores fronterizos o del transporte. Los ciudadanos y residentes de la UE podrán realizarse esta prueba a su llegada. 

Además, los Estados miembros pueden exigir una cuarentena de hasta 14 días tras la llegada, así como una prueba adicional. Estas medidas son necesarias cuando el tercer país se ve afectado por una variante. 

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