La inmigración marroquí en Europa disminuye un 17% con la crisis

Por Dunia Gattiui

Foto: La inmigración marroquí en Europa ha disminuido un 17% y en España, un 62%

La grave crisis económica que vive la Unión Europea (UE), sobre todo los grandes países latinos del Mediterráneo occidental como España, Italia y Francia, ha frenado considerablemente la inmigración marroquí hacia estos destinos. Aunque los expertos piensan que los marroquíes volverán  a emigrar a los países europeos en crisis cuando el crecimiento económico sea más sólido y duradero, de momento, prefieren quedarse en casa o desplazarse a lugares más prósperos. Donde más se ha reducido la inmigración marroquí desde 2008 es en  España e Italia. Según datos facilitados por la OCDE, en el periodo 2008-2012,  la inmigración marroquí en Europa  disminuyó un 17%. En España, donde el 50% de los marroquíes se encuentran sin trabajo, el descenso fue del 62%.; y  en Italia, del 47%. En estos dos países del sur de Europa también se incrementó el flujo de los regresos de marroquíes a su país de origen: unos 1.000 al año entre 2005 y 2009.  El saldo migratorio marroquí en España se redujo por primera vez en 2012: volvieron a su país 35.030 inmigrantes y llegaron a España 34.980. Pero, según la OCDE, el fenómeno del retorno es reducido, y en España siguen residiendo unos 800.000 ciudadanos de origen marroquí. En Bélgica, donde la situación económica no es tan mala como en España e Italia, la inmigración marroquí se redujo un 32% en 2011. Francia también registró un descenso de la inmigración marroquí de un 10%, pero el flujo en dirección país de “la grandeur” sigue siendo relativamente estable. Francia tiene la característica de que la inmigración marroquí es muy antigua y está muy arraigada en el país. Dicho esto, los expertos están convencidos de que, a pesar de la crisis, las dificultades económicas y el paro, España, Francia e Italia seguirán necesitando inmigrantes marroquíes para cubrir puestos de trabajo en sectores como la agricultura, la construcción, los servicios y el trabajo doméstico. También hay que tener en cuenta, como señala el experto francés en migraciones en el Mediterráneo Thomas Lacroix, el factor del crecimiento económico que vive Marruecos, que ha generado un  aumento del nivel de vida y un descenso de la natalidad. Estos elementos, según Lacroix, son un freno a la inmigración.

Excepción alemana

Alemania,  locomotora económica europea, es una excepción en la UE. Aunque sufrió la crisis en 2008, se recuperó rápidamente y en la actualidad atrae a inmigrantes de todas partes, y también a jóvenes de países ricos en crisis como España e Italia. En el caso de Marruecos, la inmigración en Alemania aumentó un 48% en 2012. En los Países bajos, la inmigración marroquí disminuyó a partir de 2007, y después se recuperó y aumentó ligeramente. “Esto se debe a que la situación económica es mejor que en otros países europeos”, señala Hein Hass, codirector del Instituto de Migraciones Internacionales y profesor adjunto en Estudios Migratorios en la Universidad británica de Oxford. En resumidas cuentas, mientras España, Italia y Francia en menor medida,  de momento, han dejado de ser países atractivos para la inmigración marroquí, Alemania y los Países Bajos siguen siendo una fuente de oportunidades. Pero no está escrito en ninguna parte que esto vaya a durar siempre.