Los combatientes terroristas extranjeros, la gran amenaza yihadista para España

Durante el 7º Foro Elcano sobre Terrorismo Global, celebrado este jueves en Madrid, quedó claro que para la inteligencia española los combatientes terroristas extranjeros, especialmente los retornados, preocupan mucho. Más ahora, con los cambios geopolíticos que se están dando en el noreste de Siria con la retirada de Estados Unidos y la intervención militar turca contra los kurdosirios, exaliados de Washington, que habían sido clave en la derrota territorial de Daesh (además de que las fuerzas kurdas custodiaban las cárceles sirias con decenas de miles de militantes del grupo terrorista).
Los combatientes terroristas extranjeros (CTE), parte del fenómeno internacional del terrorismo yihadista, es una realidad sin precedentes en cuanto a su dimensión y alcance que tiene preocupado a España, y a numerosos otros países occidentales, y es uno de los ejes principales de la lucha antiterrorista actual. Así lo evidenció en su discurso de apertura Ana María Botella, secretaria de Estado de Seguridad al declarar que hay 248 nacidos o con residencia en España considerados CTE, un fenómeno relevante en la lucha yihadista. "De los combatientes españoles, 19% podrían haber regresado, 27% haber fallecido y 54% permanecen en la zona", aseguró Botella en el Foro organizado por el Real Instituto Elcano y la Embajada de Estados Unidos en España. En Europa, el país con mayor número de CTE provenientes de Occidente es Francia: 1.300 nacionales o residentes franceses han viajado a Siria o Irak desde 2014 y otros 800 quisieron pero no lo lograron.
El acto, celebrado en el International Institute de Madrid, analizó el fenómeno de los yihadistas occidentales que se desplazaron hasta Siria e Irak para unirse a las filas de organizaciones terroristas presentes, principalmente, en estos dos países de Oriente Medio que han participado en casos reales de combates y ataques. "A pesar del actual declive de Daesh, la figura del combatiente terrorista extranjero sigue siendo nuclear en la amenaza del terrorismo yihadista", dijo la secretaria de Estado de Seguridad. En la mente de muchos de los presentes estaban los mensajes del presidente estadounidense, Donald Trump, publicados en Twitter, en los que aseguraba que "algunas naciones europeas están ahora dispuestas" a recibir en su territorio a los combatientes de Daesh que marcharon desde Occidente hasta Oriente Medio para unirse al grupo terrorista.
Como parte de la respuesta del ministerio del Interior, Cristina Andreu, jefa del Área de Análisis, División Antiterrorista, Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco) aportó algunos datos reveladores de la situación actual que complementan a los aportados por la secretaria de Estado, Ana María Botella: "De los 248 CTE, hay 133 desplazados en zonas de conflicto (también en Mali, Yemen o Costa de Marfil), 68 fallecidos (aunque es difícil establecer con exactitud cuantos han podido fallecer) y 47 retornados". En cuanto la situación legal de los retornados a España, que suponen una amenaza mayor si cabe, "10 se encuentran en cárceles españolas, 7 están en libertad, otros tantos en cárceles de otros países y hasta 23 en libertad en otros países", explicó Andreu. Del total de 248, 218 son hombres y 30 mujeres (incluidos adultos y menores de 14 a 17 años).

En efecto, las mujeres CTE y el rol que juegan en el movimiento yihadista fue un tema recurrente a lo largo del Foro por varios motivos como el llamamiento que hicieron desde Daesh, como parte de su estrategia de reclutar occidentales, y el hecho de que se lanzaran para casarse o hacer familia, y crear así la segunda generación de yihadistas del Daesh. Lo que se sabe de las mujeres CTE es que comenzaron a incorporarse al yihadismo y desplazarse a Siria e Iraq alrededor de 2014, a raíz del establecimiento de Daesh; la mayoría viaja solteras o con hijos; tienen una gran capacidad adoctrinadora; y algunas recibieron entrenamiento militar. En la actualidad, "hay cuatro mujeres españolas localizadas en dos campamentos, con un total de 17 menores, 3 de ellas son ciudadanas españolas y la cuarta estaba casada con ciudadano español por lo que sus hijos tienen la nacionalidad", aseguró la jefa del Área de Análisis de Citco, parte del ministerio del Interior.
"Las mujeres en zonas de conflicto, es un tema controvertido y muy manifiesto en la opinión pública, pero la decisión dependerá de la prueba de los hechos", dijo Miguel Ángel Carballo, teniente fiscal, coordinador antiterrorista, Fiscalía de la Audiencia Nacional. Además ha traído consigo el problema humanitario de los hijos menores. Carballo aplaudió que "la modificación del Código Penal en 2010 fue puntera, por la que trasladarse hoy a una zona de conflicto, es suficiente con acreditar que un sujeto se desplaza a una zona de conflicto con esa intención, y la autodoctrina ya supone un delito," y aseguro que para él, "el problema del retornado es muy grave, es retornado adiestrado y está capacitado para cometer atentados".
En esa línea se mostró Ángel Luis Ortiz, secretario general de Instituciones Penitenciarias en España, al hablar de la vertiente penitenciaria de los CTE, ya que las prisiones pueden ser focos de radicalización: "la prioridad es la seguridad y control de las personas en prisión y tratamiento de condenados", dijo durante la clausura del 7º Foro.
Pese a que los CTE no es asunto novedoso, ya que España ha tenido caso de nacionales o residentes desplazados a otros escenarios como Afganistán o Malí, "pero el matiz de la guerra en Siria es que han hecho llamamientos constantes a que se desplazaran adquiere una dimensión que antes no teníamos", aseguró Cristina Andreu.
Carola García Calvo, del Programa sobre Radicalización Violenta y Terrorismo Global de Elcano, también presento un análisis de quiénes, por qué y cómo se han convertido en combatientes terroristas extranjeros, tras estudiar 64 casos de yihadistas condenados en España entre enero de 2014 y octubre de 2019 que se desplazaron a una zona de conflicto, lo intentaron o tuvieron voluntad de hacerlo.
Con los cambios geopolíticos en Siria, Daesh parece haber recibido una oportunidad de reconstrucción que intensifica la amenaza de los CTE al igual que el de los retornados. "Según el departamento de Defensa de EEUU, las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés), el principal socio kurdo de Washington antes de la abrupta retirada de EEUU, tiene al menos a 10,000 combatientes de Daesh en cárceles o 'prisiones pop-up' en el noreste de Siria. Entre los prisioneros hay unos 2.000 combatientes extranjeros de todo el mundo", escribe Aki Peritz en la revista Foreign Affairs esta semana.
La actuación coordinada entre ministerios españoles y la cooperación internacional, ya que es un reto al que se enfrentan muchos países, es una de las formas en las que tanto España como la comunidad internacional se enfrentan al fenómeno de los CTE y los retornados. Las Fuerzas de Seguridad seguirán ejerciendo un papel determinante pero los vaivenes geopolíticos puede acabar suponiendo el mayor reto al que se enfrentan y el motivo de que el fenómeno solo vaya a más.