António Guterres baraja la opción de nombrar como representante de la ONU en el país norteafricano a Ramtane Lamamra

¿El ex ministro de Asuntos Exteriores de Argelia podrá lograr la paz en Libia?

AFP/ODD ANDERSEN - Foto de archivo del 20 de marzo de 2019 del viceprimer ministro de Argelia y asesor diplomático del presidente argelino Ramtane Lamamra durante una conferencia de prensa

“En Libia hay una guerra de legitimación”, afirmó Lurdes Vidal, directora de Mundo Árabe y Mediterráneo del IEMed, durante una mesa redonda celebrada por este mismo organismo en 2018. Dos años más tarde y nueve años después de la caída del dictador Muamar Gadafi, el caos y la inseguridad han conquistado hasta el último rincón de este país. El conflicto interno en Libia continúa y no se vislumbra una solución a corto plazo. La situación política, social y económica en este país y la intervención militar de Rusia y Turquía, en defensa de sus propios intereses, han generado un escenario realmente complejo para la ONU. 

En junio de 2017, el secretario general de la ONU, António Guterres, anunció el nombramiento del libanés Ghassan Salamé, como representante especial y jefe de la misión de la ONU en Libia (UNSMIL). Salamé remplazó a Martin Kobler, de Alemania, y aceptó el cargo con el difícil objetivo de lograr el entendimiento entre el Gobierno asentado en Trípoli y las fuerzas leales al mariscal de campo Haftar, asentadas por aquel entonces en Tobruk. Dos años más tarde, Salamé ha lamentado no estar preparado para hacer frente a esta crisis política y social y ha anunciado su dimisión. 

Ante esta situación, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha estado consultando con los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, la opción de nombrar como representante especial y jefe de la misión de apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) al ex ministro de Asuntos Exteriores de Argelia, Ramtane Lamamra. Mientras tanto Guterres ha anunciado la designación de la estadounidense Stephanie Turco Williams como su representante especial Interina en Libia. 

La representante especial adjunta del secretario general de Naciones Unidas para Asuntos Políticos en Libia, Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL), Stephanie Williams

Williams ostentará este cargo hasta que Naciones Unidas decida quién será el sucesor del libanés Ghassan Salamé, a quien Guterres ha agradecido sus logros al frente de la UNSMIL y sus “incansables esfuerzos por restablecer la paz y la estabilidad en Libia”. Williams es representante especial adjunta para Asuntos Políticos en la misión de la ONU en Libia desde 2018 y tiene más de 24 años de experiencia en asuntos gubernamentales e internacionales.

El ex ministro de Asuntos Exteriores argelino Ramtane Lamamra podría ser el próximo enviado especial de la ONU a Libia, según han asegurado varias fuentes diplomáticas este miércoles. Lamamra, de 67 años, fue ministro del ministerio de Asuntos Exteriores de Argelia de 2013 a 2017 y comisionado de la Unión Africana para la paz y la seguridad de 2008 a 2013. Durante este proceso ha sido mediador en varios conflictos africanos, en particular en Liberia.

Salamé comunicó a principios del mes de marzo su decisión de renunciar al puesto, tras más de dos años tratando de mediar entre las partes implicadas en el conflicto libio. El diplomático libanés explicó a través de Twitter que su salud no le permitía continuar con el nivel de implicación que requiere encontrar una salida pacífica a este conflicto. “Durante dos años, intenté reunir a los libios, frenar la interferencia exterior y preservar la unidad del país. […] Reconozco que mi salud ya no permite esta tasa de estrés”, aseguró Salamé.

Varios días antes de dimitir, Salamé advirtió de que la “frágil tregua” pactada en Libia se encontraba “cerca de un punto de colapso” ante el aumento de los ataques contra la capital, Trípoli. Durante su intervención se mostró crítico con el papel que Rusia y Turquía están jugando en este conflicto y pidió apoyo por parte de la comunidad internacional, asegurando que “hay muchas formas de presionar a los que violan el alto el fuego”. 

Tras la ofensiva lanzada por el mariscal de campo Haftar el pasado mes de abril, Salamé planteó un plan de acción basado en tres vías (política, militar y económica) para encontrar una salida pacífica al conflicto. Aunque antes de dimitir, Salamé lamentó que “ninguna de las tres vías avanzaría mientras los cañones sigan haciendo lo que están haciendo ahora mismo”. Libia ha estado sumida en el caos desde el derrocamiento y la muerte del dictador Muamar Gadafi en 2011. Desde entonces el país está dividido entre las fuerzas afines al Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) asentado en Trípoli y las milicias que apoyan al mariscal Haftar. 

Miembros del Ejército Nacional Libio (LNA) comandados por el mariscal  Jalifa Haftar

El próximo enviado especial de la ONU para Libia tendrá que hacer frente a una serie de retos como, por ejemplo, mantener el encuentro previsto para el próximo 15 de marzo en el cual se buscará una salida a la crisis económica que está sufriendo el país. Por otro lado, los contactos a nivel político previstos para el 26 de marzo se han visto cancelados después de que el líder del Gobierno de Acuerdo Nacional anunciase su participación en la comisión militar de Ginebra, alegando que el Ejército Nacional Libio había atacado un barco con armas y municiones enviadas por Turquía en el puerto de Trípoli. Naciones Unidas ha acogido en Ginebra las conversaciones entre las autoridades asentadas en el este de Libia, lideradas por el mariscal de campo Jalifa Haftar, y el Gobierno de Unidad Nacional, con sede en Trípoli; unas negociaciones cuyo objetivo era transformar la “tregua incierta” en Libia en un alto el fuego permanente. Lamamra tendrá que buscar una nueva fecha para reunir, una vez más, a ambas partes del conflicto e intentar buscar una solución a este enfrentamiento.

Durante una reunión celebrada en enero por los dirigentes africanos, Argelia se ofreció a acoger un foro de reconciliación sobre Libia, según anunció la Unión Africana. Esta podría ser una de las razones por las que se espera que Lamamra sea nombrado representante especial de la ONU para Libia.  La experiencia de Lamamra en el continente africano, en particular a través de la gestión de las conversaciones sobre el conflicto en el norte de Malí en 2014, lo convierte en una de las personas más adecuadas para intentar encontrar una solución al conflicto libio. 

En estos momentos el diplomático argelino ocupa el cargo de Alto Representante de la Unión Africana para la iniciativa “Silenciar las armas”. El ex Ministro de Asuntos Exteriores destacó durante una entrevista con la revista Africa Magazine que “el silenciamiento de las armas, en el continente africano, no puede ser un funcionamiento de un calendario aritmético, mecánico y automático”. Ante esta situación, Lamamra ha pedido una "transformación de las mentes y los comportamientos para que nos convirtamos en un ejemplo de convivencia en tolerancia, convivencia y armonía". 

Ghassan Salamé, ex enviado especial de la ONU para Libia y jefe de la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL)

Para Ramtane Lamamra, los conflictos de hoy en día son de una naturaleza diferente. En su opinión, “reflejan la evolución de nuestro continente y de sus sociedades”. Para el ex alto representante de la UA, la segunda mitad del siglo tendrá que ser la de los “profundos cambios en el continente africano”. “África no debe seguir empantanada en problemas de otro tiempo”, subrayó Ramtane Lamamra, quien aseguro que en el seno de los distintos países que forman parte de la UA deberían promoverse “los valores de la armonía, la reconciliación nacional y la convivencia como ciudadanía participativa”, según ha recogido el diario Algérie Patriotique. 

Lograr que se respete el embargo de armas que existe sobre el país norteamericano, conseguir que ambas partes del conflicto firmen un alto el fuego e iniciar los procesos necesarios para devolver la paz a un país que lleva sumido en el caos más de una década son algunos de los retos a los que se tendrá que enfrentar Lamamra en caso de que asuma el cargo. ¿Será capaz de aplicar el plan de las tres vías propuesto por Salamé o correrá la misma suerte que sus predecesores? Sea como sea y en caso de ser elegido jefe de la Misión de la ONU en Libia, Lamamra tendrá que hacer todo lo posible para acabar con la inestabilidad y la incertidumbre que vive este país desde la muerte de Muamar Gadafi.