Irak: tres ataques en una semana contra las fuerzas extranjeras

Dos cohetes han impactado esta madrugada contra la base militar de Basmaya, ubicada a unos 50 kilómetros al sur de la capital iraquí, Bagdad. El campamento alberga tropas extranjeras, entre ellas, estadounidenses, las más afectadas por los ataques de este tipo que, solo en la última semana, se elevan a tres. Hasta el momento, se desconocen los posibles daños, tanto personales como materiales. También están desplegados en la base efectivos españoles del contingente de la OTAN y fuerzas de la Coalición Internacional que combate contra Daesh, en el marco de la denominada Operación ‘Inherent Resolve’ liderada por el gigante norteamericano. En el recinto, se llevan a cabo misiones de entrenamiento táctico, que engloban artes marciales y el dominio de los diferentes equipos armamentísticos.
Cabe recordar, en este punto, que este sábado, 33 proyectiles Katyusha cayeron en la base militar de Taji, al norte de la capital, sin producirse daños personales. Sin embargo, cuatro días antes, el miércoles, otro ataque dirigido contra el mismo emplazamiento acabó con la vida de un soldado y un contratista estadounidenses y un militar británico. En dicha ofensiva, fueron empleados 18 cohetes de dicho modelo.
Tras este ataque, las fuerzas internacionales allí desplegadas, entre las que se encuentran 80 soldados españoles, adoptaron medidas excepcionales, como la revisión del protocolo de actuación frente a agresiones, la restricción temporal de las actividades al aire libre o el refuerzo de la vigilancia del perímetro, lo que posibilitó que no hubiera bajas en el bombardeo del sábado.
Aunque no está clara la autoría de los tres ataques de la última semana, todo apunta a las milicias iraquíes pro-iraníes Fuerzas de Movilización Popular (PMF, por sus siglas en inglés) como responsables, por dos motivos: por un lado, porque, tras perder a uno de sus líderes -concretamente a su vicepresidente, Abu Mahdi al-Muhandis- en la ofensiva estadounidense del pasado 3 de enero, en la que también murió el general iraní Qassem Soleimani, prometieron venganza; y, por otro lado, por el tipo de proyectil empleado. Sobre esta cuestión, cabe resaltar que el Ejército iraquí encontró el sábado un camión abandonado con siete lanzacohetes y 24 misiles Katyusha sin usar en las inmediaciones de Umm al-Izam, a 350 kilómetros al noroeste de Bagdad.
Desde el pasado mes de octubre, se han registrado al menos 22 ataques contra los intereses estadounidenses en Irak. El más sonado tuvo lugar el pasado 8 de enero en la base de Al-Asad, en el que un centenar de soldados del Ejército del gigante norteamericano sufrieron lesiones.

Tras la muerte de los dos nacionales en Taji, el secretario de Estado de la Administración Trump, Mike Pompeo, aseguró que EEUU “no toleraría ningún ataque o amenaza a la vida de los estadounidenses”, en una llamada con el presidente iraquí, Barham Saleh, quien también calificó el ataque de “terrorista”.
El funcionario aseveró, asimismo, que responderían “apropiadamente” ante cualquier nueva ofensiva contra sus intereses. Ya en la contraofensiva que el Pentágono lanzó el pasado miércoles contra las posiciones de las milicias pro-iraníes en tres localizaciones -Albukamal, en la frontera con Siria; una fábrica de drones y misiles en Karbala; y e l centro de control de las PMF en la ciudad de Jurf al-Sakhr- murió un renombrado comandante de las Fuerzas Quds, el cuerpo de élite de la Guardia Revolucionaria Islámica iraní (IRGC, por sus siglas en ingés), el general Siamand Mashhadani, junto con al menos otros 26 combatientes.
Del mismo modo, Pompeo exhortó a Saleh a que garantizara la seguridad de las tropas internacionales en Irak. “El Gobierno iraquí debe defender a los efectivos de la Coalición Internacional dirigida por Washington contra los terroristas”, reza un comunicado publicado por el Departamento de Defensa.
Sin embargo, el Ejecutivo de Bagdad, siguiendo el mandato ciudadano de acabar con la presencia de tropas extranjeras en el país, ha anunciado que este viernes presentará una queja ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por los sucesivos contraataques estadounidenses en el país, que se ha convertido en los últimos meses en un auténtico campo de batalla para las dos superpotencias enfrentadas: EEUU e Irán.
En la contraofensiva del pasado miércoles, para responder a la pérdida de los dos soldados estadounidenses, el Pentágono atacó, junto con los tres objetivos mencionados, al menos cinco bases iraquíes, bajo la premisa de que allí se encontraban milicianos de las PMF, que, a nivel nacional, están considerados como parte de la estructura de seguridad del país, esto es, como si fueran soldados de las Fuerzas Armadas. Como resultado, tres soldados de la División 19 y dos miembros del regimiento de emergencia iraquí murieron, y otros 11 combatientes resultaron heridos.
Por ello, el Ejecutivo iraquí considera estas agresiones como “violación de su soberanía”. “Atacar a las fuerzas de seguridad iraquíes en territorio iraquí es problemático, incluso si EEUU lo considera justificado. Las autoridades iraquíes están advirtiendo que los ataques están desestabilizando aún más la situación, e Irak no puede permitirse eso después de meses de protestas antigubernamentales”, explica en este sentido el analista Jason Ditz en Antiwar. Cabe resaltar, en esta línea, que el pasado mes de octubre estallaron las manifestaciones en el país -y desde entonces no se han detenido-, principalmente por tres motivos: la ingobernabilidad -ya son casi seis meses sin gobierno; actualmente está en funciones-, el deterioro de la situación económica y las injerencias extranjeras en los asuntos internos.
En cualquier caso, este experto también asegura que la denuncia que Bagdad remitirá a la ONU “no irá a ninguna parte”, puesto que Washington tiene garantizado el derecho de veto al ser miembro permanente del Consejo de Seguridad. En el pasado mes de enero, Irak presentó otra queja ante el organismo por el bombardeo que acabó con las vidas de Soleimani y Al-Muhandis, ya que “el ataque violaba la soberanía iraquí porque se hizo sin la autorización o notificación de Irak”. No prosperó.