El soberanismo catalán quiere ‘conquistar’ a los inmigrantes musulmanes

Por Paco Soto
Foto: Los nacionalistas catalanes quieren incorporar a musulmanes y otros inmigrantes al proceso soberanista.
Los soberanistas catalanes, que quieren celebrar un referéndum de autodeterminación en Cataluña el próximo 9 de noviembre, están haciendo grandes esfuerzos para conseguir el apoyo de colectivos de inmigrantes. Convergència i Unió (CiU) nunca se interesó por los inmigrantes, que son más de un millón de personas en una comunidad que tiene 7,5 millones de habitantes. Los sectores más fundamentalistas de CiU siempre vieron a los extranjeros modestos que viven y trabajan en Cataluña como un peligro para la denominada identidad nacional catalana. Ocurre lo mismo en Esquerra Republicana de Catalunya (ERC); sus militantes y simpatizantes más dogmáticos odian todo lo que está relacionado con España y no se fían de los inmigrantes, sobre todo de los musulmanes, porque los consideran un colectivo reacio a la asimilación. Pero los dirigentes y militantes nacionalistas más pragmáticos o sensibles a la pluralidad social catalana, se han apartado de la línea fundamentalista con un objetivo muy concreto: conseguir que muchos inmigrantes sean aliados políticos del soberanismo. El proceso empezó hace años y se aceleró en los últimos meses. La comunidad musulmana en Cataluña, constituida por unas 460.000 personas, es un foco de interés para el soberanismo. Ángel Colom, que fue líder de ERC y después creó un nuevo partido independentista antes de ingresar en Convergència Democrática de Catalunya (CDC), ha desempeñado un papel clave durante años en la estrategia de atraer a buen número de inmigrantes marroquíes y de otros países al proyecto soberanista catalán. En la década del 2000 vivió unos años en Casablanca y se dedicó con cuerpo y alma a vender la imagen de la Cataluña nacionalista de la Generalitat. Hasta que en diciembre de 2003 Pasqual Maragall llegó a la presidencia de la Generalitat y lo destituyó.
‘Nous Catalans’
La Fundación Nous Catalans (Nuevos Catalanes), una plataforma cercana a CDC y financiada con dinero público, lleva meses reuniéndose con colectivos de inmigrantes de diversas nacionalidades para convencerles sobre las bondades de una Cataluña independiente de España. ‘Nous Catalans’ ha creado cinco equipos de trabajo que se ocupan de distintos colectivos de extranjeros: marroquíes, africanos subsaharianos, europeos, latinoamericanos y asiáticos. Respecto a los marroquíes, los soberanistas tienen a su favor el hecho de que un sector minoritario pero activo de esta comunidad, sobre todo activistas de grupos berberistas que llevan años en Cataluña, hablan catalán y conocen bien la vida política catalana, milita a favor de la independencia. Algunos de estos colectivos están subvencionados por la Generalitat. ‘Nous Catalans’ traduce sus documentos, ponencias y comunicados en otras lenguas, porque muchos inmigrantes no conocen el catalán. “El objetivo –dice un miembro de ‘Nous Catalans’ a Atalayar- es convencer al mayor número de inmigrantes que tienen más futuro en una Cataluña independiente que en una Cataluña dentro de España”. Para lograr este reto, todo vale, incluso las promesas demagógicas y las mentiras. Más de 100.000 marroquíes tienen derecho a votar en Cataluña. “No podemos obviar esta realidad, sería absurdo por nuestra parte. El proyecto nacional catalán incluye también a los inmigrantes que quieran seguir viviendo en una Cataluña independiente”, señala a Atalayar Enric Morera, veterano independentista y votante de ERC. Fuentes de CDC consultadas por este medio no quisieron hacer comentarios sobre la estrategia nacionalista con los inmigrantes. “A los musulmanes les prometen que si votan a favor de la independencia el día 9 de noviembre les construirán una mezquita”, asegura un militante del grupo parlamentario antinacionalista Ciutadans (C´s). “Con tal de ganar, serían capaces de cualquier cosa, incluso de prometer la luna”, recalca el militante de C´s.
Xenófobos y demagogos
“Los señores de CiU han llevado a cabo durante años una política bastante xenófoba y antisocial en materia de inmigración, y ahora se vuelven locos para que los extranjeros que puedan votar lo hagan por la independencia de Cataluña si se celebra el referéndum”, señala un antiguo militante de la ONG SOS Racismo. La construcción de una gran mezquita en Barcelona es una reivindicación defendida por algunos sectores de la comunidad musulmana catalana, como el director de la Casa del Libro Árabe de la Ciudad Condal, Mowafak Kanfach, o la Federación Musulmana de Cataluña. Pero hay musulmanes laicos que denuncian “el oportunismo y la falta de vergüenza de la derecha nacionalista catalana y de sus corifeos de ERC. Su populismo y su demagogia no tienen límites. Manipulan las conciencias, hacen la vida imposible a los que no son nacionalistas, subvencionan a sus amigos y aliados políticos, apartan de la vida pública a los críticos y controlan económicamente todos los medios de comunicación”, afirma Mohamed Latrach, un joven universitario marroquí que lleva tres años en Barcelona y se define a sí mismo como “ciudadano de origen bereber, mediterráneo y africano, laico, internacionalista y de izquierda”. Latrach está convencido de que “muchos marroquíes que van a votar que sí en el referéndum, lo harán porque la Generalitat les ha hecho promesas atractivas o porque esperan algo a cambio. No será un voto libre sino condicionado por las promesas de los demagogos”. Mowafak Kanfach no piensa de esta manera, y considera que Barcelona necesita de una gran mezquita, como las que tienen Madrid y otras grandes ciudades españolas, porque “hoy por hoy tenemos que rezar en condiciones deplorables”.
“Transición Nacional”
La Fundación Nous Catalans, de común acuerdo con Artur Mas, quiere que Cataluña tenga un nuevo plan de ciudadanía y migración en 2016 para gestionar la acogida y la integración de los inmigrantes, que incluye un apartado específico con medidas para informar a este colectivo sobre la “transición nacional”. El Gobierno catalán aprobó un documento que será el quinto plan sobre la acogida e integración de las personas inmigradas. El Plan de Ciudadanía y de las Migraciones: horizonte 2016, el quinto desde 1993, incluye por primera vez “un programa de sensibilización y conocimiento del actual proceso de transición nacional”, tal y como explicó la consejera de Bienestar Social y Familia, Neus Munté. Aunque en el texto no aparece específicamente ninguna referencia a la consulta soberanista, Munté reconoció que el plan quiere “abrir espacios de debate y discusión a las personas inmigrantes, y normalizar su participación en el proceso, pero no hay ninguna mención al tema del voto”. Según detalló la consejera, la Generalitat ha valorado “la necesidad de crear espacios de participación, que permitan también recoger propuestas sobre políticas de extranjería y políticas migratorias” y hacer partícipes a las personas inmigradas del actual debate político sobre el futuro de Cataluña. En concreto, el plan prevé una campaña de “sensibilización e información a la población inmigrada de este proceso”, dijo la consejera, que destacó la importancia de todos los colectivos inmigrados en los hechos históricos que ha atravesado Cataluña a lo largo de su historia. Según Munté, el plan es fruto de un proceso participativo “rico, plural e intenso” que ha involucrado a más de 85 entidades y organizaciones que trabajan en el ámbito de la inmigración, tanto del sector público como del privado.