COP25: Desinformación y crisis climática

"El negacionismo del cambio climático utiliza técnicas de desinformación como noticias falsas, manipulación y tácticas en línea para contradecir el consenso científico basado en la evidencia sobre la emergencia del calentamiento global". Así de claro presentaba España Global el panel de expertos que ha celebrado el miércoles en la COP25, celebrada en Madrid, titulado 'Desinformación y negacionismo del cambio climático' que se ha centrado en dos de los retos de nuestros tiempos: las 'fake news' y el negacionismo son un gran peligro para abordar la crisis climática y muchas otras cuestiones.
"El lema de la COP25 dice 'Es Tiempo de Actuar' que supone que estaos ante una emergencia. ¿Por qué tenemos prisa ahora? Por el negacionismo del cambio climático. Si hubiéramos tomado las medidas apropiadas hace 30 años, no estaríamos en una emergencia en la actualidad", declaraba Irene Lozano, secretaria de Estado de la España Global al arrancar en el panel.
El periodismo, en constante renovación y redefinición, se enfrenta en la actualidad a su enésimo reto. Lozano apuntalaba que uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el periodismo en nuestros días son las campañas de desinformación al servicio del negacionismo del cambio climático. Cualquier agente puede aprovecharse de la desinformación para transmitir un mensaje que ilustre sus intereses y confiar en que un medio de comunicación, sea reconocido como fiable o no. Es así como la desinformación se ha convertido en un fenómeno que ha acompañado al calentamiento global desde su descubrimiento por parte de la comunidad científica y en su posterior divulgación.

Richard Black, director de la organización Energy and Climate Intelligence Unit (ECIU), cuyo trabajo principal es garantizar que el discurso en el Reino Unido sobre el cambio climático y la transición energética se base en evidencias científicas, asegura que existe arrogancia intelectual en pensar de otra manera, en negar las evidencias científicas de la crisis climática. "Se ha convertido en un tema con un trasfondo ideológico, la creencia en la pureza del libre mercado respecto al cambio climático, indicio de la arrogancia intelectual que asegura que es bueno pensar de otra manera sin importar la veracidad de tus pensamientos", dijo durante su presentación.
En esa línea, Berna González Harbour, subdirectora del periódico El País, explicaba que "Vox es negacionista, asegura que el cambio climático es retorica progresista por lo que vincula la narrativa del cambio climático con ideas progresistas algo que se aleja mucho de la realidad". Durante la jornada inaugural de la 25ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP25), el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, declaró que hay mucho "alarmismo exagerado e infundado" respecto a la emergencia climática y aseguró que asegurado que Vox participaba en el evento para "vigilar de cerca a la extrema izquierda".
Esa postura también la subrayó Stephan Lewandowsky, científico cognitivo de la Universidad de Bristol, que alegaba que la ideología "es el elefante en la habitación. "Las personas que son extremadamente partidarias del libre mercado y de la libre empresa probablemente dirán que el cambio climático no existe. No es sólo político, es emocional, el primer factor es la ideología política relacionada con la desregulación. No se sienten amenazados por el cambio climático, sino por la interferencia en el libre mercado”.

González Harbour cargo de la sección de Sociedad aseguraba que "el problema no es la gente que crea noticias falsas, sino los líderes que les dan credibilidad y hacen un uso populista de ellas. Es irresponsable, inmoral y lesivo para el futuro". Esa idea la compartió Lewandowsky cuando declaraba que "para los negacionistas es fácil crear noticias falsas, porque la ciencia es una materia complicada que el público no conoce en profundidad”. "Para el público, es fácil para los negacionistas crear razones plausibles, creer en las negaciones y participar en las falacias que subyacen a los argumentos de las noticias falsas", añadía el profesor cuyas líneas de investigación más recientes examinan el conflicto potencial entre la cognición humana y las evidencias científicas del cambio climático global.
La intervención más contundente fue la del periodista independiente afincado en Madrid Paul D. Thacker que expuso con claridad como muchas de las compañías de combustibles fósiles más grandes del mundo han engañado a sabiendas al público sobre la ciencia y las políticas climáticas, y que lo continúan haciéndolo hoy en día. Según él, estos optaron por minimizar y distorsionar la evidencia del cambio climático, participando en una campaña de décadas de duración contra la acción climática. Sus tácticas incluían de todo, desde la falsificación de la ciencia hasta el acoso a los científicos, pasando por la fabricación de incertidumbre sin base científica.
"Empresas petroleras han financiado estudios científicos que abrazaban el escepticismo al cambio climático. Esto no es algo nuevo, empresas tabaqueras financiaban universidades ya en los años cincuenta", dijo Thacker exmiembro del Edmond J. Safra Center for Ethics en Harvard. Incluso hoy en día, los grupos y asociaciones comerciales de la industria difunden desinformación sobre el cambio climático, mientras que los grupos de presión de las empresas influyen en los políticos y los reguladores, todo ello con el respaldo financiero y el apoyo de las principales empresas de combustibles fósiles, aseguraba Thacker.
Las narrativas falsas narrativas al respecto del cambio climático siguen circulando en el mundo digital y también en el analógico. España Global afirmaba que garantizar el acceso a la información veraz es esencial para que los ciudadanos del mundo comprendan, apoyen y promuevan las iniciativas políticas necesarias para combatir la crisis climática.