El duro examen del Boxing Day
El 26 de diciembre España mira a Inglaterra. El fútbol inglés toma los salones de las casas futboleras mientras los aficionados patrios se preguntan por qué aquí no se juega en Navidad. Hasta la propia competición se hace esa pregunta. No hay respuesta, pero deja huella en muchas carreras.
Se ha escrito mucho sobre la historia del Boxing Day. Niños que acuden con cajas de regalos a los campos de fútbol a disfrutar de su equipo en el periodo navideño que no tienen clases. Pero la historia futbolística es mucho más reciente. Los Mata, Negredo, Morata, Navas, Cazorla o Arteta, que se fueron a conquistar la cuna del fútbol y acabaron escribiendo historias muy personales. Unas mejores y otras peores. Pero en todas estaban estos días de fútbol navideño como punto de inflexión de sus carreras en la Premier League.
Ahí se encuentra la respuesta a la gran pregunta. ¿Por qué hay futbolistas que triunfan en la Premier y otros se tienen que volver o seguir probando suerte en otras ligas? El fútbol navideño tiene buena culpa de todo. Llegar en buena forma al 26 de diciembre y aguantar hasta cuatro jornadas en 15 días, es más, muchas de ellas se han fijado para que coincidan buenos partidos y exijan aun más a los jugadores. Los que son capaces de rendir en esas jornadas y pasar la curva tienen garantizado un hueco en la Premier League. Los que superan el fútbol navideño y ya no rinden igual, deben buscar otro sitio.
Lo sienten los jugadores. Howard Webb, el árbitro que pitó la final del mundial entre España y Holanda declaró después de retirarse que en Inglaterra los jugadores hacían locuras por una quinta amarilla que les hiciese faltar a algún partido de esas fechas. El desgaste era máximo y sus carreras dependían de salir airosos del Boxing Day y las jornadas posteriores.
Ya sabemos cómo son los ingleses. Su moneda, su manera de conducir, su reina y su Brexit. Su fútbol dice que se debe jugar en Navidad y nadie se lo va a quitar. El sindicato de jugadores lo ha intentado, se fijó la temporada 2019-2020 para poner fin a la tradición, pero apenas han conseguido descansar algo en febrero jugando una jornada en dos fines de semana. La Eurocopa de junio de 2020 dictará sentencia a Inglaterra y dará o quitará la razón a Van Gaal cuando entrenaba al Manchester United y se quejaba del mal estado físico en que llegaban los internacionales a Mundiales o Eurocopas.
Javier Tebas vuelve a ser presidente de LaLiga. Cuatro años más de mandato para seguir cambiando el fútbol. Darle esa entidad empresarial que ya tienen Barça y Real Madrid, aunque no se puedan ver las caras con Tebas. La idea apareció hace años.
Rubiales, por aquel entonces al frente del sindicato de jugadores, la enterró. Se amparaba en el convenio de los futbolistas. Porque detrás de los millones hay otros jornaleros que necesitan un marco que les ampare para poder vivir del fútbol y que no sea el fútbol el que viva de ellos. Son las piedras en el camino de Tebas. La RFEF le impide jugar en Miami su ansiado partido y fijar un encuentro los lunes y la AFA no le permite poner partidos en Navidad. Pero lo seguirá intentando. No lo duden.
No se pierdan las jornadas de Premier que están por venir en estas fechas. Mucho fútbol, muy intenso y a todas horas. Pero sigan de cerca a cada jugador español, no pierdan de vista su rendimiento y saquen conclusiones allá por marzo. Negredo fue uno de los últimos en acusar el esfuerzo. En el Manchester City, con Pellegrini y como uno de los grandes delanteros de Europa. Después de la Navidad llegaron las lesiones, el banquillo y el final de su periplo en la Premier. Ceballos, Rodri, Adrián o Vallejo se examinarán de fútbol inglés. Si pasan el corte disfrutarán de una larga carrera, de un buen sueldo y hasta de una Eurocopa en 2020.
