Los Juegos Olímpicos de Tokio resisten ante el coronavirus
Las autoridades responsables de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 anunciaron que se mantiene la cita olímpica a pesar de la propagación del coronavirus, que ha dejado ya más de 8.000 muertos y 219.000 contagiados en el mundo y que ha provocado el aplazamiento y suspensión de otras competiciones deportivas a lo largo y ancho del globo terráqueo.
El mismísimo Shinzo Abe, primer ministro de Japón, país anfitrión olímpico de este año, aseguró que no se postergará la celebración de la cita, prevista para celebrarse entre el 24 de julio y el 9 de agosto; unas fechas que desde varios sectores se antojan demasiado próximas visto el desarrollo que está teniendo la enfermedad del coronavirus, altamente contagiosa y que está dejando un elevadísimo número global de víctimas y afectados.
A pesar de que se ha decretado el estado de alarma en varios países, con el confinamiento en casa de gran parte de la población, los dirigentes relacionados con la organización de los JJ.OO. siguen mostrando firmeza ante la celebración de esta fiesta del deporte mundial. Aunque habrá que ver qué se va decidiendo posteriormente a medida que se vayan sucediendo los acontecimientos relativos al coronavirus y su afectación.
Prosiguen así los preparativos organizativos, a pesar de que existe un fuerte peligro sanitario, social e incluso financiero (ya se está temiendo un duro golpe al sector laboral, empresarial y de consumo debido al parón de las economías por la reclusión ciudadana que se está viviendo en muchas partes del mundo).
Abe no prevé posponer los XXXII Juegos Olímpicos de Verano a celebrar en la capital japonesa, prosiguiendo así con el calendario previsto por el Comité Olímpico Internacional (COI). El primer ministro japonés remarcó la relevancia de los Juegos como muestra de unión ante la pandemia del coronavirus y explicó que Japón está preparado para llevar a cabo la cita deportiva sin retrasarla y sin tener que tomar medidas especiales como la disputa de las pruebas deportivas sin público.
Desde el Gobierno japonés y desde el COI se argumentó que todavía restan cuatro meses para que se celebren los Juegos y que la nación nipona está preparada para garantizar la salud de los participantes y asistentes.
“La salud y el bienestar de todos los involucrados en los preparativos para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 es nuestra primera preocupación. Se toman todas las medidas para salvaguardar la seguridad y los intereses de los deportistas, entrenadores y equipos de apoyo", declaró Thomas Bach, presidente del COI, quien también solicitó el apoyo internacional para afrontar la actual situación.
De hecho, la antorcha olímpica continúa su tradicional periplo contemplado en año olímpico para ir de Atenas, capital de Grecia (cuna de los Juegos), a la sede respectiva, Tokio en este caso de 2020, de cara a la inauguración el próximo mes de julio; eso sí, un recorrido que, excepcionalmente, se está haciendo a ‘puerta cerrada’, sin la presencia habitual de público, lógicamente por la alerta sanitaria existente. El acto de inicio del viaje de este símbolo olímpico contó tan solo con la presencia del presidente del Comité Olímpico griego, Spyros Kapralos, los portadores de la antorcha y una pequeña delegación del país que albergará los JJ.OO. "La luz del olimpismo es una gran oportunidad para destacar los lazos entre ambos países", manifestó Kapralos. "Esperemos que el espíritu de la llama olímpica nos ayude a derrotar a este enemigo", indicó la autoridad olímpica helena en referencia al COVID-19.
Y es que las cifras de afectados ahora por el coronavirus en tierras niponas son bajas respecto a otros países como España o Italia, más azotados por esta problemática. El número de contagiados está en torno a los 1.300 y el del fallecidos en algo más de una treintena, contando las víctimas del crucero Diamond Princess.
A pesar de la inmovilista postura oficial olímpica, el resto del mundo del deporte ha cedido más y está dando un mensaje contrario, el de aplazar o suspender competiciones en otros ámbitos, como el fútbol o baloncesto. Por ejemplo, ya es sabido que se ha aplazado la Eurocopa de fútbol de 2020 al año siguiente o que las diversas ligas domésticas e incluso la Champions League están también paradas hasta nueva orden. En baloncesto también está todo paralizado, incluida la NBA norteamericana, la competición baloncestística más importante del planeta. Una norma general de protección ante el COVID-19 que se está siguiendo en todos los sectores del deporte, salvo, de momento, en los Juegos Olímpicos.
Hay algunas voces que también se oponen, como la de Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE), quien ha expresado su preocupación por los deportistas españoles, los cuales no pueden prepararse normalmente ahora por el estado de alarma decretado en España y que, de esta forma, podrían llegar a la cita olímpica de Tokio sin haber podido entrenar en condiciones óptimas ante la reclusión domiciliaria recomendada por el Ejecutivo español para afrontar la crisis del coronavirus y evitar así más contagios y su propagación.
“Hemos expresado la situación que atraviesan los deportistas en España, porque no es que vayan a estar dos semanas sin entrenar, es que puede que esta situación se alargue y no podremos llegar a Tokio en las mejores condiciones. Y como nosotros, varios países”, afirmó Alejandro Blanco tras una reunión por videoconferencia sostenida con Thomas Bach.
Comités Olímpicos de otros países han manifestado también ante el COI sus dudas ante el sistema de clasificación para pruebas de las Olimpiadas de Tokio por la situación de restricción que existe ahora para afrontar la lucha contra el coronavirus.
A pesar de ello, el presidente de COE confía en las decisiones adoptadas por el COI respecto a los Juegos Olímpicos de Tokio. “Bach nos ha comunicado que tengamos confianza porque existe una comisión del COI que está en contacto permanente con la Organización Mundial de la Salud y el Comité Organizador de Tokio para informar a los diversos Comités Olímpicos de las diferentes naciones”, explicó Blanco.
Ante todo esto, hay que destacar que hay un importante componente económico e intereses creados en torno a los Juegos Olímpicos. Y es que Japón ha invertido unos 35.000 millones de euros en la preparación de los JJ.OO., que reportarían al propio COI unos 2.700 millones en beneficios procedentes de los derechos televisivos. Unos números muy a tener en cuenta sobre la decisión final que se pueda tomar sobre la cita olímpica.