Carta al Señor Diego Valderas, Vicepresidente andaluz y consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales

Por  Jamal Eddine Mechbal   
Foto: El vicepresidente del Gobierno andaluz, Diego Valderas. 
  
Ilustrísimo Señor Vicepresidente andaluz, Diego Valderas: 
 
En unas recientes declaraciones suyas  anunciando el viaje a Tinduf (Argelia) de una delegación de la Junta de Andalucía en enero de 2015,  decía según Europa Press, que “el objetivo de esa visita, que se haría de la mano de los representantes del pueblo saharaui, es conocer ‘in situ y en profundidad’ cómo se desarrolla la solidaridad y la cooperación de la Junta a través de los diversos proyectos que se están ejecutando”. Calificar, señor Vicepresidente, a responsables del Polisario de  “los representantes del pueblo saharaui”,  es una afirmación que insulta al pueblo del Sáhara occidental y al mismo sentido común. Su cargo de Vicepresidente andaluz al que  llegó por  las urnas en unas elecciones democráticas, no le permite hacer semejantes e infundadas afirmaciones. Es un cargo que hace que sea usted, mejor que nadie, conocedor perfecto de cómo se adquiere la representación de un pueblo. Por ello le pregunto, Ilustrísimo Vicepresidente: ¿Cómo se puede pretender que unos representantes de un fracasado movimiento armado monocolor, ostenten la representación del pueblo saharaui, sin ser elegidos mediante las urnas en unas elecciones democráticas? 
Usted dice también en sus declaraciones que “tampoco se pueden olvidar los compromisos de reivindicación política que tiene el pueblo saharaui, compuesto por miles de personas que están desplazadas de su territorio”. Es otra  afirmación totalmente errónea, que no corresponde, en mi opinión, con la talla ni el cargo de un vicepresidente del gobierno Andaluz. Porque se puede desplazar una parte de un pueblo en algunas situaciones, por determinadas circunstancias y razones, pero no todo un pueblo. Es una afirmación que le sitúa en una posición alineada y similar a la de  Argelia y a la que tuvo una vez  que corregir el propio Secretario General de la ONU, con estas palabras: “… parece que en el memorando (argelino) se considera saharauis auténticos sólo a los que viven en los campamentos de Tinduf y se pasa por alto una gran parte de la población del Sáhara que decidió seguir residiendo en el Territorio bajo la administración de Marruecos”. Ver informe S/2001/613 de 20 de junio de 2001(Anexo III-Análisis del memorando de Argelia párrafo 6). 
 
El propio censo incompleto realizado por la MINURSO arrojaba la cifra de unos 56 mil en el territorio del Sáhara y solo unos 34 mil en los campos de Tinduf. Además, es una falta de consideración hacia los verdaderos representantes de la población del Sáhara en los ayuntamientos, provincias del Sáhara y en las dos cámaras  del Reino, elegidos democráticamente, de manera transparente, en presencia de observadores internacionales. Negar a ésta mayoría que vive en el Sáhara, en su Marruecos, la condición de saharaui  y negarles la representación legitimada mediante unas elecciones transparentes y otorgarla arbitrariamente a grupos armados de una organización político militar, monocolor y de pensamiento único, es sencillamente y en todos los respetos, una aberración. ¿Con qué criterio se puede  negar al actual Presidente de la Cámara Alta, el saharaui Doctor Biadilah, la legitimidad de representar a los miles de saharauis que le votaron y acordarla a su hermano que ocupa actualmente un alto cargo en la organización armada Polisario? Incluso al perpetuo secretario general del Polisario, el falsamente llamado Mohamed Abdelaziz y cuyo verdadero nombre es Hmatu Ould Khelili, ¿cómo se le puede considerar saharaui y negarlo a su propio padre, que vive en su tierra y es miembro de CORCAS [Consejo Real Consultivo para los Asuntos del Sáhara] o sus propios hermanos? ¿Es lógico que el hecho de pertenecer a un movimiento armado se convierta en el parámetro de ser o no ser saharaui?    
Ilustrísimo Señor Vicepresidente Diego Valderas, en sus declaraciones dice: “Yo lo que he anunciado es una posición, esa posición está ahí, pero lo que quiero resaltar es que Andalucía es un pueblo solidario con el Sáhara”, afirmación que deja asombrada  a mucha gente, porque confundir  geográficamente el inmenso territorio del Sáhara con la pequeña localidad de Tinduf, confundir al pueblo del Sáhara y reducirlo en una población que mal vive en ese inhóspito territorio argelino es realmente sorprendente. Se trata de campamentos, de sufrimientos y miseria de todo tipo, donde la gente está sometida a una vida sin futuro. Convertidos intencionadamente en un insultante escaparate con doble intención criminal, la de atraer las ayudas internacionales y hacer de esa miseria motivo para culpar a Marruecos, acusándole de ser la causa de esa situación y justificar ambiciones segregacionistas, de unos cuantos, para crear un inviable estado tribal, como tantos otros fallidos, en detrimento de un Magreb Unido y la seguridad a sus vecinos, incluidas la Islas Canarias. Es un diabólico plan elaborado conjuntamente entre la organización político militar Polisario y los servicios argelinos de información militar (DRS).  
 
Argelia, país que reserva grandes partidas de su presupuesto en armar a su Polisario y costearle las actividades diplomáticas y campañas mediáticas en todos los países del mundo, podría perfectamente con mucho menos dinero resolver las infrahumanas condiciones en esos campamentos durante casi cuarenta años. Pero la intención política, precisamente es todo lo contrario. ¿Es lógico Señor Vicepresidente, que instituciones internacionales y países donantes, incluida Andalucía, después de 39 años no sepan cuánta es la población de esos campamentos y si son realmente refugiados o son deportados?  El hecho de negar  a la ONU a hacer el censo y documentar a los refugiados, como es el caso en todos los campos de refugiados en el mundo, es en sí muy sospechoso. Señor  Diego Valderas, cuando usted dice que “es una posición, esa posición está ahí”, se refiere probablemente a la posición de Izquierda Unida como parte en el gobierno andaluz. En ese caso me gustaría recordarle en su calidad de  militante de IU, en la que el PCE es la formación más importante, además siendo usted durante años un gran militante de este partido, que el giro de 180 dado por el PCE sorprende en Marruecos.  
 
Los marroquíes creen que el giro radical se debe a que la cuestión marroquí ha sido siempre tratada no como política exterior de España, sino como política interior, algo de dentro, no exógeno. La cuestión marroquí ha sido  instrumento y motivo en varias ocasiones para el ajuste de cuenta y  la confrontación en la política interior. Desde la guerra del Rif, pasando por el gobierno del Frente Popular, llegando a los últimos años del franquismo. Las posturas cambiaban radicalmente conforme si se está  en la oposición o en el gobierno. En Marruecos se recuerda con afecto y añoranza esas  muestras de solidaridad del PCE con la causa marroquí en relación con su integridad territorial. Los marroquíes recuerdan, señor Vicepresidente, que en 1956, cuando el Rey Mohamed V y el General Franco acordaron la Declaración del 7 de abril 1956, que ponía fin al Protectorado español y [apostaba por] el respeto de la integridad territorial, ha sido precisamente el PCE  el primero en  advertir sobre el posible incumplimiento de Franco de su compromiso. En una declaración hecha en junio de 1956, con solo dos meses del fin del Protectorado decía: “Esto no quiere decir que el gobierno de Franco no intente incumplir los acuerdos adoptados con el Sultán, dificultar la solución de los problemas pendientes. El interés nacional de España está en que esos acuerdos se cumplan sin reservas y en que se resuelvan los problemas territoriales pendientes sobre la base del reconocimiento del derecho del pueblo marroquí a recuperar la totalidad de su territorio.”.Ref: http://www.filosofia.org/his/h1956rn.htm  
 
También recuerdan la ‘Declaración del Partido Comunista de España sobre las relaciones hispano-marroquíes’, publicada por  ‘Nuestra Bandera’ de  30 abril de 1961, pp. 119-121). En ella la postura  fue clarísima y sin ambigüedades por parte del PCE: “En el caso de los peñones, de Ifni, Sequiet el Hamra y Río de Oro, la legitimidad de las reclamaciones marroquíes ofrece aún menos discusión”  La ‘Declaración del Comité Ejecutivo del Partido Comunista Español’, hecha el 20 de febrero de 1961, expresa la misma posición de solidaridad con Marruecos. Es  la declaración que la Embajada de Marruecos, para recordarlo, volvió a distribuir en marzo 1978, cuando la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados discutía en Madrid el proceso de descolonización del Sáhara. Cuando el 20 de noviembre de 1975, el mismo día de la muerte de Franco, el Boletín Oficial del Estado publica la Ley 40/1975 de 19 de noviembre  sobre descolonización del Sáhara, es cuando el PCE cambia repentinamente su posición, haciendo de una causa nacional marroquí que siempre apoyó, una posición ideológica alineándose con el régimen monocolor argelino y el  régimen libio de Gadafi, en contra del gobierno de España que con los acuerdos de Madrid lo único que hacía  es cumplir lo que el propio PCE exigía años atrás. Ilustrísimo Señor  Vicepresidente, es peligroso dejarse llevar por razones ideológicas, porque puede conducir a una solidaridad con culpables de secuestros y responsables de actos de terrorismo, con el agravante de encontrar siempre excusa que lo justifique y en detrimento de los intereses de los pueblos.    
 
El interés del pueblo español y el marroquí, que suman unos ochenta millones [de habitantes], debe de estar  por encima de las ideologías y cálculos políticos coyunturales. Las políticas de las dos naciones deben de ser políticas de Estado, más que de un gobierno o  de una oposición, consensuadas entre todos, planificadas en prospectiva y a largo alcance y no dejarse perder en las dunas tras espejismos de partes ajenas. La publicación de la nueva Ley 2/2014, de 25 de marzo, de la Acción y del Servicio Exterior del Estado, facilitará caminar en este sentido. Ilustrísimo Señor  Vicepresidente,  por último permítame decirle que  sería una buena oportunidad de excelentes resultados si la delegación andaluza en su viaje a Tinduf, para “conocer” “in situ y en profundidad” cómo se desarrolla la solidaridad y la cooperación de la Junta…”, lograse convencer Argelia y el Polisario, para que la ONU lleve a cabo el censo y la identificación de los saharauis de esos campamentos  que tanto reclama el Consejo de Seguridad en sus resoluciones. Los donantes, entre ellos Andalucía y todo el mundo, tienen el derecho de  saber  cuántos son estos saharauis convertidos en todo un pueblo y si son realmente refugiados o deportados. También, saber si quieren seguir en ese inhóspito lugar o volver  a su país o a cualquier otro lugar del mundo.   
 
Atentamente, 
 
Jamal Eddine Mechbal