Respeto a la Política Exterior

Javier Fernández Arribas

Pie de foto: Comparecencia de prensa del presidente de Chile, Sebastián Piñera, y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.

Vaya por delante que pedir respeto del presidente del Gobierno a la Política Exterior de su propia diplomacia cuando realiza viajes al exterior es una quimera. Ni Pedro Sánchez, ni los anteriores responsables del Ejecutivo lo han hecho porque la estrategia de cada momento exige capear el temporal como mejor venga. ¿A qué me refiero? A que las visitas necesarias, incluso imprescindibles, a otros países, en este caso a Chile, Bolivia, Colombia y Costa Rica, no se limiten en la difusión pública de sus contenidos en las comparecencias de prensa a los temas nacionales habituales como Cataluña y demás.

También hay que apelar al criterio profesional de los periodistas, pero, ¿cómo no van a preguntar por la defensa del juez Llarena si es la única oportunidad que tienen de hacerlo al presidente? ¿Cómo evitarlo? Hay varias maneras que cada uno debe saber hacer. Lo que resulta patético y contraproducente para los intereses de España en el exterior es ver la cara del presidente de Chile, Sebastián Piñera, asistiendo como un invitado de piedra a una rueda de prensa donde los periodistas españoles no tienen más remedio que preguntar por el juez Llarena, las provocaciones del presidente catalán Torra y otros temas internos.

Los medios chilenos se llevan una notable impresión de los problemas políticos españoles. Cierto que en todas partes cuecen habas, pero se supone que este tipo de viajes tienen como objetivo mejorar las relaciones bilaterales en todos los sectores, respaldar las opciones de las empresas españolas de contratos, negocios, inversión y creación de empleo y, en definitiva, potenciar el peso y la influencia política de España en América Latina. Es muy importante la presencia de las principales autoridades del Estado español en una región como Latinoamérica que ofrece múltiples oportunidades en todos los sectores, sobre todo ahora con la política proteccionista del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.  

Otra cuestión aparte es la posición sobre el caos en Venezuela que ha expresado Pedro Sánchez: “diálogo entre venezolanos”. Lo que hay que hacer para no molestar a los socios de Podemos que te han llevado a la Moncloa y cuyos votos necesitas para intentar mantenerte. La dictadura chavista manipula el diálogo para su propio beneficio y gran sufrimiento de los venezolanos. Basta con analizar el papelón de mediación realizado por, entre otros, el expresidente Rodríguez Zapatero. Insisto hay que respetar y poner mucho más en valor la Política Exterior de España.