Angola, un país emergente que ofrece múltiples posibilidades para la inversión exterior

Lucila Piedra
Pie de foto: vista panorámica de Luanda, capital de Angola
El encuentro organizado por Humana fundación Pueblo para Pueblo sobre Inversión Exterior Responsable y Desarrollo Local, se llevó a cabo en el marco del proyecto “Incremento de la seguridad alimentaria y de las actividades de producción de 1.000 familias rurales en Cabinda, Angola”, implementado por Humana con su socio local ADPP-Angola y la cofinanciación de la Unión Europea. Un plan de agricultura sostenible que se basa en los principios de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés): mejorar la productividad, los medios de vida y los factores medioambientales.
El encuentro tenía como objetivo poner de manifiesto cómo inversión exterior, rentabilidad, responsabilidad social empresarial (RSE) y progreso de las comunidades conforman una ecuación posible y necesaria. Pero, a pesar de que el continente africano tiene un elevado potencial, éste no se está explotando de la manera adecuada: solo representa el 4% del comercio mundial, según Luis Padrón, director general de Casa África,
No obstante, España está apostando por este continente. En la actualidad hay 1.500 empresas españolas en África, aunque casi la mitad de ellas desarrollan su actividad en Marruecos. El 40% del petróleo importado por España procede de África y el 40% de las energías renovables que se producen en Sudáfrica proceden de empresas españolas. Padrón destacó algunas de las inversiones importantes que ha hecho España en África pero reconoció que por lo general no hay grandes inversiones en este continente y añadió que uno de los grandes desafíos del continente es la producción de energía.
Angola fue el país protagonista de la jornada, antigua colonia portuguesa, que tiene 24,3 millones de habitantes y es el sexto país en extensión de África. Según cifras del Banco Mundial, es un país de renta media gracias al petróleo, principal fuente de riqueza, y a minerales como los diamantes y el hierro; sin embargo, se encuentra en un momento decisivo para su futuro a corto y medio plazo, y en este sentido, trabaja en la diversificación de su economía para responder a la caída del precio del petróleo. Un país de oportunidades ya que tiene estabilidad política y social con una economía que ha crecido a un ritmo extraordinario en los últimos años.
Marcello Gandolfi, director de proyectos de la fundación CODESPA, explicó que uno de los objetivos de la organización es encontrar oportunidades económicas en los países emergentes, y su trabajo se centra en el desarrollo de mercados rurales en el África Subsahariana para que se den las condiciones para que exista tanto oferta y demanda en estos países.
Angola es uno de los principales países en el que trabaja CODESPA desde el 2010. Según esta ONG, el 54,3% de la población vive con menos de 1,25 dólares al día; el 47,5% sufre inseguridad alimentaria grave que se debe a la baja disponibilidad de alimentos, así como a la dificultad de mantener la misma cantidad de alimentos a lo largo de todo el año puesto que escasean los sistemas de conservación. El difícil acceso a los suministros básicos tales como semillas y fertilizantes, las prácticas agrícolas poco sostenibles y el problema de la accesibilidad a los mercados son algunos de los factores que influyen en la mala alimentación de los angoleños.
En este contexto, CODESPA trabaja con una visión a largo plazo para Angola. Uno de sus proyectos es el desarrollo de un mercado rural de semillas de calidad para resolver la inseguridad alimentaria y mejorar la economía de los campesinos vulnerables. El desarrollo de un sistema de almacenamiento que permita conservar los alimentos destinados a la venta y al consumo durante un año es otra de las propuestas de CODESPA.
Otras entidades también han visto potencial en Angola con el desarrollo de un centro tecnológico en la localidad angoleña de Huambo. La Universidad Autónoma de Barcelona centra allí su trabajo en el refuerzo de la cooperación interuniversitaria en el sector de la agroindustria, la mejora de las condiciones técnicas y de los recursos humanos para el desarrollo de la enseñanza y de la investigación en el sector agroindustrial.