El canal de Suez bate récords de ingresos con 5.900 millones de dólares
El canal de Suez ha ingresado 5.900 millones de dólares en el ejercicio fiscal de 2018 -2019 convirtiéndose en la cifra más alta de su historia. Esto supone un 5,4% más que en el año anterior, según ha comunicado Mohab Mamish, presidente de la Autoridad del Canal de Suez, en una rueda de prensa en la ciudad de Ismailiya. No obstante, la cifra ha quedado lejos de los objetivos marcados por las autoridades del canal desde que inauguraron su ampliación el pasado 2014. Estos buscaban conseguir la cifra de 13.000 millones de dólares en 2023, lo que suponía un incremento del 145% de los ingresos respecto a 2014; finalmente, la mejora de este año solo ha sido del 11,3% respecto a esa fecha.
Por su parte, las autoridades del Canal se han mostrado optimistas; el portavoz de la Autoridad del Canal, Tarek Hasanin, comunicó a la agencia de noticias Efe que todavía creen poder alcanzar los objetivos, aunque admiten que desde 2015 se ha registrado un retroceso en la economía global. Especialmente, desde el inicio de la guerra comercial entre China y EEUU y los conflictos y tensiones que se están produciendo en el estrecho de Ormuz, por donde pasa el quinto tráfico de petróleo mundial; además de las crisis económicas por las que suele pasar el país norteafricano. “Este año hemos visto un aumento respecto al año anterior y esperamos que el próximo sea igual”, señaló Hasanin.
Las tensiones entre petroleros y armada naval entre Reino Unido e Irán en el estrecho de Ormuz no solo se han trasladado a Suez de forma económica. El pasado mes de julio Hasanin desmentía que las autoridades egipcias hayan evitado el paso de un petrolero iraní por el canal: “Cualquier informe sobre la detención incautación o prevención egipcia de un petrolero iraní en el Canal de Suez no tiene fundamento y es incorrecta”. Además, añadió: “Cualquier embarcación de cualquier país tiene derecho de navegación”. Solo en dos casos las autoridades tienen el derecho de no permitir el paso a las naves, cuando el barco lleva la bandera de un país en guerra con Egipto o cuando la embarcación no puede pasar por el canal debido a problemas técnicos, concluía el portavoz. El presidente Mamish apuntó en la reciente rueda de prensa que la infraestructura no solo está “al servicio del país y de su economía, sino del comercio mundial”.
Según los datos aportados por el presidente de la institución, el tráfico naval en el canal egipcio ha aumentado en estos doce meses, más de 70.600 barcos atravesaron el mismo. Mamish apuntó que especialmente se ha incrementado el tráfico de “megabarcos” y que por las aguas del país han pasado los navíos “más grandes y modernos”. Del mismo modo, el funcionario egipcio aludió a otro récord de la infraestructura, el pasado 2 de agosto transitaron por el canal 81 barcos en el mismo día que portaban 6,1 millones toneladas durante esa jornada.
El Gobierno egipcio planea incrementar las inversiones en 55.000 millones de dólares en los próximos 15 años en la conocida como Zona Económica del Canal de Suez (SCZone, por sus siglas en inglés). Mamish ha apuntado que se está trabajando para establecer nuevas rutas marítimas comerciales en Egipto con otros países africanos para promover las exportaciones del continente al resto del mundo; en la misma línea anunció la intención del Gobierno de crear nuevos incentivos a las compañías navieras que hagan escalas en otros puertos locales de Egipto con descuentos en su travesía por Suez. Además, afirmo que se están desarrollando una serie de proyectos de construcción por 20 millones de dólares que permitan establecer y aumentar zonas industriales, comerciales e incluso residenciales que conecten su actividad a la del canal.
El Ejecutivo del presidente Abdelfatah al-Sisi definió la obra de ampliación como “el regalo de Egipto al mundo”; en la misma se amplió el cauce, se construyó otro canal paralelo y se crearon dos túneles que conectan una parte del territorio egipcio con la otra. El canal de Suez supone una de las fuentes de ingresos y de divisas más grandes de Egipto desde su nacionalización y ha servido como un incentivo al desarrollo de esa parte del país tradicionalmente menos desarrollada y donde se han asentado grupos armados radicales como la filial de Daesh.
