Jordania diversifica sus fuentes de energía

Atalayar

La Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas, FIIAPP, concluye un proyecto de cooperación internacional en Jordania sobre energía. Con el nombre “Fortalecimiento Institucional de la Compañía Nacional de Electricidad en Jordania (NEPCO)”, este proyecto de hermanamiento (o proyecto twinning) ha sido financiado por la Unión Europea con un presupuesto de 1.700.000 euros e implementado por Red Eléctrica de España y el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía).

La diversificación es el objetivo de este proyecto en un país cuyo sistema se ha basado de forma tradicional en fuentes fósiles. El 97% de la energía que necesita Jordania es importada, una dependencia excesiva si se tienen en cuenta el contexto de elevada inestabilidad de la región. Una situación potenciada tanto por sus escasos recursos energéticos propios como por la invasión de Irak en 2003, país del que importaba la mayoría de su petróleo. En ese momento, Egipto pasó a ser el primer exportador de gas para Jordania que cubría solo con el gas egipcio alrededor del 80% destinado a la producción de electricidad.

Pero en 2011, Jordania volvió a encontrarse con una realidad adversa. La inestabilidad interna del país norafricano tras las revueltas de ese año hizo que la capacidad de abastecimiento de Jordania de recursos egipcio disminuyó. Egipto destinó la mayor parte de su producción al consumo interno y, a la vez, las tuberías de Arab Gas que atraviesan el Sinaí sufren un alto número de sabotajes.

Los planes de Jordania para 2020 incluyen que el 10% de la energía proceda de fuentes renovables -sobre todo la solar y la eólica- y que aumente la dependencia de la energía de procedencia local a un 39%. Hoy por hoy, la producción de energías renovables en Jordania supone 122MW.