La Nueva Ruta de la Seda impulsada por China moverá 117.000 millones de dólares en 2019

Miguel Ángel Valero/diarioabierto.es

Pie de foto: Supone una décima más en el PIB mundial

Esta iniciativa supondrá 0,33 puntos adicionales de crecimiento en el comercio mundial, según Euler Hermes. // Year of the Pig: Can China’s Belt and Road Initiative save the world from a mud fight?

La Nueva Ruta de la Seda (Belt & Road Iniciative) impulsada por China hará que el comercio de mercancías entre los más de 80 países implicados ascienda a 117.000 millones de dólares este año, frente a los 158.000 millones estimados en 2018. Este crecimiento supone 0,33 puntos adicionales en el comercio mundial y una décima en el PIB mundial de este año.

El proyecto abarca un área que representa casi el 36% del PIB mundial, el 68% de la población mundial y el 41% del total del comercio mundial, destaca un informe de Euler Hermes.

“Esta iniciativa es equivalente a 10 Planes Marshall y es una pieza esencial para las oportunidades de crecimiento y liberación del sobreendeudamiento de China”, señalan en Solunion, la compañía de seguros de Crédito participada por Mapfre y por Euler Hermes.

Las exportaciones de China a los socios de la Nueva Ruta de la Seda aumentarán en  56.000 millones de dólares este año, después de  alcanzar los 76.000 millones de dólares en 2018. Entre los principales destinos de las ventas al exterior chinas se encuentran Corea del Sur, los países miembros de la zona  ASEAN (Tailandia, Indonesia, Malasia, Singapur y Filipinas), India y Rusia.

Para mercados maduros, como Corea del Sur y Singapur, una mejor penetración de las empresas chinas en el mercado exportador reflejaría mejores relaciones comerciales y ventajas competitivas, especialmente en productos de alta tecnología. En la ASEAN y en India, se espera que las empresas se beneficien de un fuerte crecimiento de la demanda interna. En Rusia, el principal impulso será desviar las ventas a otros países debido a las sanciones occidentales, que obligarán a las empresas rusas a buscar otros proveedores.

Por otro lado, las exportaciones a China de los países que forman parte de la Nueva Ruta de la Seda crecerán en 961.000 millones de dólares. Corea del Sur será el principal beneficiado, gracias, en gran medida, al aumento de la clase media china y a las mejores relaciones políticas entre ambos países. Además, la ASEAN y la India se beneficiarán del desarrollo de la cadena de suministro china.

“Esperamos que los mercados de la ASEAN y de Europa del Este sean los potenciales beneficiarios de la Nueva Ruta de la Seda. En primer lugar, porque estas dos regiones incluyen países que son lo suficientemente grandes como para llamar la atención de los inversores. Segundo, el crecimiento económico en estos mercados es generalmente más fuerte que en otras regiones. En tercer lugar, el entorno empresarial también es relativamente mejor, lo que tranquilizaría al inversor. Pero la  posibilidad de que todo esto se lleve a cabo implica un ejercicio de fe  a largo plazo sobre China que solo determinados países, financieras privadas y empresas fuera de China, están listos para asumir”, señala Mahamoud Islam, Economista Senior de Euler Hermes.

Para los países que participan en la Nueva Ruta de la Seda, el impacto es triple:

1.-Un aumento de capital de China: desde 2014 y hasta junio de 2018, la inversión de China en los países que forman parte de la Belt & Road Iniciative aumentó 410.000 millones de dólares, frente a los 261.000 millones de dólares que se invirtieron entre 2009 y 2013. Los mercados que más se han beneficiado son Pakistán y Malasia en Asia, mientras Rusia se sitúa en primer lugar en Europa.

2.-Un aumento de la demanda de China: las importaciones chinas desde los países que participan en el proyecto aumentaron en un 22% en 2018, en comparación con el +16% de las importaciones totales. En general, los mercados de la Nueva Ruta de la Seda representan ahora el 38% del total de las importaciones de mercancías de China. Además, a excepción de los mercados de la Unión Europea, donde el comercio intrarregional es alto, China se encuentra sistemáticamente entre los tres principales puntos de venta para los mercados de los países que participan en esta iniciativa. Las exportaciones totales de las economías que participan en la nueva ruta de la seda a China representan el 4% del PIB de estos mercados.

y 3.-Competitividad mejorada: se espera que aumente la competitividad de los mercados de la Nueva Ruta de la Seda, a través de menores costes de transacciones y una mejor infraestructura. Un ejemplo es la construcción de la línea ferroviaria que conecta China con Irán, el enlace ferroviario Yiwu –Teherán, que redujo significativamente el tiempo de viaje.

Consolidación

Nacida a finales de 2013, la nueva ruta de la seda, conocida también como BRI (Belt and Road Iniciative), es una estrategia de desarrollo y cooperación lanzada por China. El objetivo del proyecto es promover una mayor cooperación entre China y sus socios en asuntos como comercio, financiación, inversión y cultura. Con esta iniciativa, China decidió crear una única plataforma para unificar el comercio y la financiación comercial de las economías del Sudeste Asiático hasta Europa, apoyando así el comercio internacional de otros países y evitando una guerra comercial.