Benkirane no se rinde y pone una tercera denuncia contra el diario ‘El País’

Por Rachid Elalamy
Foto: El experiodista de ‘El País’ y actual reportero en ‘El Mundo’ Ignacio Cembrero. 
 
El primer ministro de Marruecos, el islamista Abdelilah Benkirane, no se rinde. Ha puesto una tercera denuncia contra el diario madrileño ‘El País’ por un supuesto delito de apología del terrorismo que, según juristas españoles y marroquíes, no se sostiene. La Fiscalía de la Audiencia Nacional desestimó en dos ocasiones  la denuncia que puso  Benkirane contra el anterior director de ‘El País’, Javier Moreno, y el periodista Ignacio Cembrero, que actualmente trabaja para ‘El Mundo’. El primer ministro marroquí, que a la sazón lidera el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), denunció a Ignacio Cembrero, que durante años cubrió la región del Magreb para el  ‘El País’, por enaltecimiento del terrorismo. Cembrero colocó en su blog, el  13 de septiembre de 2013, el primer vídeo de Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) dedicado íntegramente a Marruecos. En la crónica que acompañaba al vídeo, el periodista dejaba claro que el documento era propaganda terrorista de AQMI y destacaba que Marruecos, gracias a la eficacia de sus fuerzas de seguridad y a la solidez de la monarquía,  había sido el país de África del Norte menos golpeado por la rama magrebí de Al Qaeda. ‘El País’ decidió retirar el vídeo cuatro días después, pero el documento puede verse en otros portales de Internet estadounidenses y occidentales contra los que Benkirane no puso ninguna denuncia. En España, el propio Ministerio del Interior colocó en su web oficial  un vídeo en el que un yihadista español de Ceuta anuncia que se va a inmolar en Siria y después vuela un edificio. Aunque no hay ninguna duda sobre las intenciones estrictamente periodísticas de ‘El País’ y  Cembrero al colgar el vídeo de AQMI, Benkirane consideró que tenía que denunciar a este profesional ante la justicia española.  Algunos observadores de la vida política marroquí están convencidos de que la decisión de Benkirane es una “venganza” contra Cembrero, porque este periodista adopta unas  posiciones críticas con el sistema político marroquí. Un antiguo periodista del semanario ‘Le Journal’ que abandonó la profesión y prefiere no revelar su nombre, asegura a Atalayar que “Benkirane quiere vengarse de Cembrero, aunque ya no trabaje en ‘El País’, porque odia a los periodistas independientes y quiere controlar los medios. Pero, para su desgracia, no puede controlar los medios españoles”. 
 
Presiones económicas
Hay muchas maneras de controlar un medio, por ejemplo, a través del boicot publicitario y del chantaje económico, señalan los expertos en comunicación. Resulta sorprendente que tres semanas después de que llegara la denuncia a la Audiencia Nacional, la dirección de ‘El País’ decidió suspender a Cembrero de su actividad periodística habitual y lo trasladó a otro sección del diario. La decisión fue interpretada por el periodista y muchos colegas de profesión como una sanción, y algunos medios denunciaron presiones de Marruecos sobre el Ministerio de Justicia español y el diario ‘El País’. Cembrero abandonó ese periódico hace unos meses. “Podemos estar de acuerdo o no con las ideas  de Cembrero sobre Marruecos,  pero es absurdo e injusto acusar a este periodista de hacer apología del terrorismo. Y Benkirane lo sabe”, opina un periodista de la agencia MAP. Por su parte, el abogado de Casablanca Mohamed Taha califica de “imbecilidad jurídica y política la caza de brujas que lleva a cabo Benkirane contra los medios y periodistas críticos”. Benkirane, que es un político inteligente, en este caso,  es alérgico al razonamiento jurídico y quizá haya olvidado que España no es una  una monarquía medieval donde el soberano hacía lo que le daba la gana y los jueces eran títeres que obedecían ciegamente al déspota. Dos derrotas judiciales  no le bastan al primer ministro marroquí. Debe pensar que a la tercera va la vencida. O a lo mejor está mal asesorado por su abogado defensor, José Luis Sanz Arribas, un polémico letrado que defendió a dos militares implicados en la trama golpista del 23-F y al jefe mafioso italiano Giovanni Greco. El hecho es que Sanz Arribas ha vuelto a poner una tercera denuncia en la Audiencia Nacional. “El jefe del Gobierno tiene pocas posibilidades de ver prosperar su denuncia contra Ignacio Cembrero”, advierte el periódico digital marroquí ‘yabiladi.com’. Marruecos no es China, que, además de ser una superpotencia emergente, tiene capacidad política y margen de maniobra para ejercer presiones sobre los gobernantes españoles y occidentales e impedir, por ejemplo, que se aplique la justicia universal en el caso del genocidio cometido por Pekín en el Tíbet, como planteó el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno. Este alto tribunal archivó la causa. 
 
Tensiones en el Gobierno
Si la Audiencia Nacional rechaza la tercera denuncia de Benkirane, su defensa presentará un recurso ante el Tribunal Supremo. En Marruecos, el periodista independiente Ali Anouzla, director de la web informativa en árabe ‘Lakome’, fue detenido el 17 de septiembre de 2013 y encarcelado por haber enlazado un artículo suyo con el blog de Ignacio Cembrero. El juez instructor le acusó de apología, incitación y ayuda material al terrorismo. Por tales delitos, el periodista, que se encuentra en libertad provisional desde hace un año gracias a las presiones que ejerció sobre Rabat el Departamento de Estado estadounidense, podría  ser condenado a 20 años de cárcel. Por otra parte, Atalayar ha podido saber de fuentes solventes que  las recientes prohibiciones de algunas actividades de asociaciones defensoras de los derechos humanos dividen al Gobierno de Benkirane. La mayoría de los ministros guardan silencio. Pero no es el caso del titular de Justicia, el islamista Mustafá Ramid, que cuestionó algunas medidas sobre seguridad y orden público que aplica el Ministerio del Interior. Ramid tuvo que reunirse con diversos colectivos con el objetivo de tranquilizarles y asegurarles que el país no vive un retroceso en materia de libertades públicas. Grupos como la Organización Marroquí de Derechos Humanos (OMDH) y la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) no piensan como Ramid. El primer colectivo se sitúa cerca de la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP) y  el segundo simpatiza con la izquierda radical. Mohamed Zahari, presidente de la Liga Marroquí de los Derechos del Hombre, organización cercana al nacionalista Partido Istiqlal (PI), y Amnistía Internacional (AI) creen también que el Gobierno quiere reducir las libertades públicas. Según las fuentes consultadas, “Ramid se ha enfrentado al ministro del Interior, Mohamed Hassad, en algunos casos, porque cree que prohibir actividades pacíficas y que no están fuera de la Ley como actos públicos de la AMDH y de Amnistía Internacional da mala imagen del país, quita votos y no soluciona los problemas”.  Así las cosas, un periodista que es miembro de la Asociación Marroquí para el Periodismo de Investigación (AMJI), Hicham Mansouri, fue agredido hace unos días por unos individuos en la estación de Rabat-Agdal. Mansouri puso una denuncia contra sus agresores. Hace poco, la web de la AMJI fue pirateada y sustituida por unas imágenes pornográficas.