El conflicto en curso en Sudán ha tenido un impacto devastador en las mujeres, que se encuentran entre las personas más vulnerables en situaciones de conflicto

La guerra contra las mujeres en Sudán

AFP PHOTO/FLORENT VERGNES - Mujer africana
AFP PHOTO/FLORENT VERGNES - Mujer africana

Este documento es copia del original que ha sido publicado por el Instituto Español de Estudios Estratégicos en el siguiente enlace

Introducción 

Este análisis esbozará los antecedentes y la situación actual del conflicto armado que desangra Sudán para centrarse, desde una perspectiva feminista, en el padecimiento y la lucha de las mujeres del país, que viven una terrible situación. 

Para el acercamiento y la comprensión de la realidad de Sudán, el presente trabajo se centrará en cuatro puntos: la descripción de la crisis, los movimientos de población consecuencia de la misma, su terrible impacto en el bienestar y la supervivencia de las mujeres y, por último, se verán algunos ejemplos que ilustran que, pese a las dificultades, la tradicional lucha de las mujeres sudanesas por la paz no cesa. 

La crisis en Sudán 

Apuntes sobre el contexto regional 

El contexto regional de Sudán, país que bordea el mar Rojo e incluye la región del Sahel y el Cuerno de África, es muy volátil e inestable. En el último quinquenio, cinco países colindantes con Sudán han sufrido y aún padecen conflictos armados o revueltas políticas: Etiopía, Chad, la República Centroafricana, Libia y Sudán del Sur. Debido a esta inestabilidad regional, el conflicto sudanés —fruto de la disputa entre los generales Abdelfatah al Burhan y Mohamed Hamdan Dagalo— enciende las alarmas más allá de las propias fronteras del país1. 

Bankole Adeoye, responsable de Asuntos Políticos, Paz y Seguridad de la Unión Africana, aún va más lejos: sostiene que es imprescindible detener la inercia de Sudán hacia el colapso total, pues, sin duda, esta repercutirá de manera devastadora en la región, el continente africano y el mundo entero2. 

Para entender la gravedad de la situación, conviene contemplar las circunstancias concretas de Sudán y de su contexto regional. 

Apuntes sobre Sudán 

Gran parte del país se encuentra asolado por la pobreza y sufre constantes emergencias, entre las que se encuentran las hambrunas. Se calcula que más de siete millones de personas en Sudán viven amenazadas por la inseguridad alimentaria3. 

En la esfera política, hay que destacar que durante las últimas décadas en el país se ha producido una alternancia entre sistemas parlamentarios multipartidistas y dictaduras, salpicada de numerosos conflictos armados en el norte y en el sur. Destacan el hito de la independencia de Sudán del Sur en 2011 y, entre las regiones del norte, la competencia por los recursos y las divisiones étnicas, socioculturales y religiosas4. 

Se trata, por tanto, de un país marcado por una sucesión histórica de desigualdades y luchas, pero la actual destaca entre todas por ser una de las crisis socioeconómicas más virulentas de la historia de Sudán.  

La República de Sudán se encuentra en una supuesta etapa de transición hacia las elecciones de 2024, tras el derrocamiento de la dictadura de Omar al Bashir. El actual Gobierno cívico-militar está liderado por el primer ministro Abdalla Hamdok y el Consejo Soberano. 

Esta etapa de transición está siendo alterada por el conflicto entre las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF), lideradas por Abdelfatah al Burhan, y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), encabezadas por Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti. El enfrentamiento abierto estalló el pasado 15 de abril y su epicentro de destrucción se sitúa en la capital, Jartum. 

Tanto las SAF como las RSF tienen como objetivo mantener el control sobre la estructura de poder, intención tras la cual no parece ocultarse ninguna componente ideológica más allá de las ganancias materiales5. Se trata, en cierto sentido, de una huida hacia delante, puesto que, entre otras motivaciones, tras dicho objetivo se encuentra la de eludir la responsabilidad por acciones como las matanzas de Darfur, de las que los líderes de ambos grupos han sido acusados6. 

El abismo que vislumbra el país tiene difícil salida, dada la convergencia de factores tan relevantes como la aguda crisis económica, las heridas aún abiertas tras décadas de conflictos armados, los intereses internacionales y la fortaleza de los actores militares enfrentados. 

La situación descrita tiene potencial para llevar al colapso al tercer país más grande del continente africano, donde un tercio de la población ya es dependiente de la ayuda humanitaria. 

En mayo hubo unos días de alto al fuego no respetado, pero que calmaron ligeramente los combates y permitieron la entrada de ayuda humanitaria. Pese a los intentos de prorrogar el alto al fuego, a fecha de cierre de este trabajo, 9 de junio de 2023, el conflicto continúa sin cuartel. 

En este contexto —aliñado por desigualdades anteriores, la sequía, bancos cerrados por falta de liquidez, los altos precios de los alimentos y del combustible y los efectos devastadores de todo conflicto, como los movimientos de población— la situación de las mujeres se reconoce como de especial vulnerabilidad. 

Movimientos de población 

Sudán es uno de los países que tradicionalmente ha tenido un número mayor de desplazados internos. A pesar de que las cifras han descendido después de la secesión de Sudán del Sur8, siguen siendo abrumadoras. 

A fecha de la redacción de este documento, se estima que más de 300.000 personas se han desplazado en el interior del país y más de 100.0009 fuera de él desde que el conflicto comenzó hace apenas dos meses10. Esta última cifra, que incluye tanto a los sudaneses como a refugiados y migrantes de Chad, Sudán del Sur11 o Etiopía (Sudán acoge una de las cifras de emigrantes más altas del continente12), podría multiplicarse por ocho si no se alcanza una pronta solución13. 

El impacto del conflicto en las mujeres 

Entenderemos en este documento que las mujeres son las féminas mayores de dieciocho años. No tendremos en consideración a las niñas por contemplar que, si bien los conflictos también las afectan de manera desproporcionada, se trata de un colectivo diferente, vinculado a otras etapas vitales. 

Situación de partida 

En la década de los setenta, bajo el mandato del coronel Gaafar Al Nimeiry —que gobernó desde 1969 hasta 1985—, en Sudán se llevó a cabo un proceso de introducción de leyes desde la óptica de los preceptos y los mandatos religiosos: leyes ultraconservadoras que regían la moralidad pública y familiar y codificaban con permisibilidad asuntos como el matrimonio infantil, la tutela masculina sobre las féminas o la mutilación genital14. 

Resulta chocante en este contexto que el voto femenino fuera introducido en Sudán en 1965, cuando en España las mujeres pudieron votar durante la Segunda República, pero luego no lo tuvieron permitido hasta 1977. Esta apertura electoral, así como la modificación de algunas leyes discriminatorias, fue reflejo del trabajo de la Unión de Mujeres Sudanesas, fundada en 1952 para la defensa de los derechos de las mujeres. En 1989, cuando tomó el poder Al Bashir, la organización hubo de disolverse oficialmente, aunque se ha mantenido en el exilio en Londres. 

La «Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer» (CEDAW)15, adoptada por las Naciones Unidas en 1979, es el acuerdo internacional más completo sobre los derechos humanos básicos de las mujeres. Hasta la fecha no ha sido ratificada por Sudán. Quienes han ostentado el poder desde entonces argumentan que Sudán tiene su propio contexto, ante el cual responden mejor la cultura y la religión autóctonas. Así pues, se considera que la solución es el islam, y no la adopción de marcos legales occidentales16. 

En esta línea, la sharía, la ley islámica, fue adoptada antes de la independencia del país. Más adelante, con el régimen de Al Bashir se inició una islamización del sistema legal del Sudán. En 1991 vio la luz la primera Ley de Familia. Hasta entonces la sharía había regido estos asuntos. 

La ley de 1991 legalizó el matrimonio infantil y la tutela masculina, exigió la obediencia de las esposas a sus maridos y negó a las mujeres la posibilidad de trabajar fuera del hogar sin permiso de un tutor masculino. Se trata de la ley musulmana de familia más conservadora de la región17. 

La islamización de las leyes trajo consigo una jerarquización étnica y de clase, reforzando la discriminación múltiple. Por ejemplo, las mujeres no cualificadas no tienen permitido trabajar por las tardes y las noches, a diferencia de las que sí lo están18. Además, existen jerarquías raciales en las que el color de piel preferente es el más claro y el más oscuro se asocia al legado de los esclavos. Por este motivo, ser mujer es ser menos, pero se le añaden agravantes como el estatus social, la religión profesada o el color de la piel, razón por la cual su blanqueado es una práctica común en el país19. 

Las leyes conocidas como de orden público, adoptadas bajo el régimen de Al Bashir, restringían el movimiento y la vestimenta de las mujeres en espacios públicos. Ambos debían someterse a «la piedad y la modestia». Una de las primeras actuaciones del gabinete del primer ministro Abdalla Hamdok (2019-2021) fue abolir estas leyes. 

No obstante, las mujeres han seguido y siguen enfrentando discriminaciones y fuertes dificultades. Son especialmente vulnerables a la violencia de género, por lo que no pueden encontrarse seguras ni dentro ni fuera de sus casas, y son objeto de violencia sexual de manera cotidiana. 

La violencia sexual encuentra tierra fértil en Sudán, donde ni el matrimonio forzado ni la violación dentro del matrimonio es ilegal. 

En el aparato de gobierno existe un departamento encargado de combatir la violencia contra las mujeres según el propio marco legal, es decir, sin perseguir las violencias recién citadas, que no están tipificadas como delito. La Unidad de Combate a la Violencia contra la Mujer (CVAW, por sus siglas en inglés) depende del Ministerio de Asuntos Sociales de Sudán. 

Hace dos años, en 2021, esta unidad ministerial publicó un documento de trabajo20 elaborado con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el primero con enfoque nacional sobre la violencia basada en el género en Sudán. El texto afirma que la comunidad percibe como un problema habitual la violencia doméstica y sexual contra las mujeres, y de manera especial la violencia física en el hogar, perpetrada por esposos y hermanos, y las restricciones de movimiento a las mujeres y las niñas. La violencia sexual se percibe como un fenómeno que afecta de manera destacada a las mujeres que tienen trabajos informales, a las refugiadas y desplazas y a las mujeres con discapacidad, en especial con discapacidad mental. 

Otra forma de violencia que ha cobrado especial relevancia en Sudán son los asesinatos por honor, cuyo número lleva años incrementándose. El adulterio femenino está tipificado en el Código Penal de 1991 y justifica las sentencias a muerte por lapidación21. 

Situación de las mujeres por el conflicto armado 

En los conflictos armados las mujeres viven diversas situaciones de especial dificultad que entrañan un riesgo vital. A este respecto, la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas reconoce que la guerra y los conflictos armados tienen un impacto desproporcionado sobre ellas, en muchas ocasiones utilizadas por las partes litigantes. 

«Expresando preocupación por que los civiles, especialmente las mujeres y los niños, constituyen la inmensa mayoría de los perjudicados por los conflictos armados, incluso en calidad de refugiados y personas desplazadas internamente, y cada vez más sufren los ataques de combatientes y otros elementos armados, y reconociendo los efectos que ello tiene para la paz y la reconciliación duraderas, reafirmando el importante papel de las mujeres en la prevención y solución de conflictos y en la consolidación de la paz. 

La población civil y de manera particular las mujeres han quedado atrapadas entre los dos bandos en disputa en Sudán —el Ejército de Sudán (SAF) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF)—, y a menudo sus cuerpos se incluyen dentro de lo que se podría considerar el campo de batalla. 

El pasado 27 de mayo la Unidad de Combate a la Violencia contra la Mujer informó de veinticuatro casos de violencia sexual en Jartum y veinticinco en Darfur. Si bien los informes hablan de los miembros de las RSF como los principales perpetradores de estos delitos, ambos bandos se acusan recíprocamente. Parece coherente contemplar la posibilidad de que unos y otros digan la verdad. 

Las dificultades para las mujeres se han multiplicado con la restricción de la atención médica causada por el bombardeo del 15 de abril. El daño sufrido por la mayoría de los hospitales en Jartum y la escasez de medicamentos comportan un elevado riesgo para la vida de las supervivientes de violencia sexual, así como también para las mujeres embarazadas que necesitan asistencia23. 

No es sorprendente que los bombardeos en Jartum de la noche del 15 de abril tuvieran profundo impacto en la salud de las gestantes24. La repercusión de los conflictos armados sobre las embarazas es profunda y multifacética. Entre otras muchas cosas, la guerra incrementa la ansiedad, que puede desembocar en partos prematuros, en nacimientos de bebés con un peso muy bajo y otras complicaciones25. 

Otro motivo de riesgo para la salud de las mujeres, a menudo olvidado, es la escasez de productos sanitarios adecuados para la menstruación. Si a esta circunstancia se añade la creciente escasez de agua, la higiene femenina y, por tanto, la salud se ven seriamente comprometidas. 

Otras estructuras y recursos sanitarios, destinados, por ejemplo, al tratamiento del estrés postraumático o la depresión, si ya resultaban precarios antes del conflicto, ahora se han extinguido. 

De la mano de la escasez de recursos, como en todo conflicto, encontramos un incremento de las violencias más diversas. Una investigación apunta a las RSF como responsables de gran parte de los casos. Según un estudio26 llevado a cabo por la organización no gubernamental Human Rights Watch, las Fuerzas de Apoyo Rápido han perpetrado violaciones sistemáticas en multitud de ciudades y pueblos. No es una novedad que esta fuerza paramilitar cometa tales crímenes. 

El origen de las RSF se encuentra en la milicia paramilitar árabe Yanyauid, formada por el Gobierno de Sudán durante la segunda guerra civil del Chad (1979-1982) con el objeto de evitar las incursiones chadianas en territorio sudanés. 

Tras institucionalizarse como RSF, esta milicia fue la encargada de llevar a cabo operaciones de limpieza étnica que incluían violaciones sistemáticas a mujeres27. A lo largo de la Revolución, las RSF cometieron allanamientos de viviendas, asesinatos, torturas y violaciones. Se calcula que solo durante la masacre perpetrada el 3 de junio de 2019 en Jartum las fuerzas paramilitares cometieron más de setenta violaciones. 

Desde la Revolución de diciembre de 2018, la violencia sexual contra las mujeres ha sido utilizada repetidamente para resolver conflictos políticos en Sudán28. Hace años que los ataques sexuales contra las mujeres vienen incrementándose, con lo que estas terribles prácticas se han convertido en tendencia. Así pues, las mujeres de Jartum sufren de nuevo la lacra de la violencia sexual perpetrada por los miembros de las RSF. 

Como se ha visto, se están documentando decenas de agresiones sexuales. No obstante, se calcula que su número es y será mucho más alto. Los ataques parecen ser perpetrados por las RSF y por bandas criminales oportunistas que operan con impunidad29, sobre todo en Jartum y Darfur. También se han documentado casos de mujeres secuestradas y desaparecidas. Sulaima Ishaq, directora de la Unidad de Combate a la Violencia contra la Mujer de Sudán, calcula que los casos documentados suponen un 1 o 2 por ciento de los que están teniendo lugar en Jartum. 

La seguridad en los espacios públicos ha desaparecido y la escasez de comida y agua actual obliga a desplazamientos mayores, que comportan un riesgo muy alto de ataque. 

«Para las mujeres de Jartum y de Darfur es una situación muy alarmante; siempre es la mujer la que paga el precio de una guerra que hacen los hombres», afirma Sulaima Ishaq30. 

De este modo, desde la toma del poder por parte de los militares, el bienestar e incluso la supervivencia de las mujeres en Sudán se han visto progresivamente comprometidos. Asimismo, los avances que las sudanesas conquistaron en la lucha por sus derechos desde el inicio de la Revolución en 2018 se encuentran amenazados31. 

Muchas familias se hallan a merced de hombres armados, incluso en sus hogares, que a veces se ven obligadas a compartir con miembros de las RSF, con el agravante de ser mujer. 

La alternativa a esta situación no resulta más favorable. Los movimientos de población son numerosos, en especial de madres con niños, cuya situación de mayor vulnerabilidad no atenúa el riesgo de sufrir distintas violencias de género. No hay escapatoria, por tanto. Más de la mitad de los refugiados del mundo son mujeres y niños, lo que demuestra el impacto desproporcionado de la violencia en las mujeres. 

La lucha de las mujeres por la paz 

Un rasgo significativo de la historia del pueblo de Sudán, que lo distingue de muchos de sus vecinos regionales, son los levantamientos populares no violentos. Podemos destacar entre ellos la Revolución de octubre de 1964, que puso fin al Gobierno militar del general Abboud, y los levantamientos de abril de 1985 para derrocar a Al-Numeiry. 

El tercer levantamiento popular no violento para lograr la transición hacia un gobierno civil en Sudán se conoce como Revolución de Diciembre y culminó con la formación de un gobierno de transición en agosto de 2019, tras el derrocamiento de Al Bashir unos meses antes. 

«La oposición de las mujeres al régimen de Al Bashir es fundamental para entender su fuerte implicación en la Revolución», nos dice Liv Tønnessen, politóloga especializada en temas de género y política sudanesa del Instituto Christian Michelsen de Noruega32 

Las mujeres en Sudán se situaron en la vanguardia de las multitudinarias movilizaciones populares que condujeron a este cambio. Su participación atrajo una considerable atención internacional y fueron llamadas kandakes, como las poderosas reinas nubias33. Desde una perspectiva interna, estas movilizaciones a menudo supusieron un desafío abierto en entornos familiares rígidos y patriarcales, algo que resultó clave a la hora de articular los comités de resistencia en los barrios y las asociaciones profesionales que lideraron la Revolución y que luego formaron el corazón del movimiento democrático del país34. 

Es posible que el objetivo de la actual estrategia de violencia contra las mujeres sea evitar de nuevo el protagonismo femenino. En esta línea, la investigadora sudanesa Samia El Nagar considera que la finalidad de la violencia ejercida es sembrar el miedo en las familias para evitar que las jóvenes se movilicen35. 

Independientemente de la hipotética intención de la violencia desmedida contra las mujeres, el devastador impacto del conflicto sudanés sobre ellas es incuestionable. Esta dinámica de violencia contra las mujeres en los conflictos armados es ubicua y universal, salvo contadas excepciones, y enraíza socioculturalmente en la desigualdad preexistente. Asimismo, la lucha de la mujer sudanesa por hacer escuchar su voz y sus esfuerzos por la consecución y la construcción de una paz estable y duradera se nutren de dinámicas anteriores. 

Las mujeres llevan muchos años movilizándose en Sudán y este conflicto armado no supone una excepción en su trayectoria. No obstante, la situación actual presenta una diferencia estructural esencial: la división. El movimiento de las mujeres se encuentra dividido por conflictos intergeneracionales, diferencias ideológicas y, lo que es más grave, la división entre feministas que se enfrentan a las dinámicas de poder y otras que, a cambio de prebendas, sirven a los poderes patriarcales fácticos36. 

Teniendo en cuenta estas divisiones, o a pesar de ellas, podemos destacar varias iniciativas y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales de mujeres con especial significación en el país: Mujeres de Grupos Cívicos y Políticos de Sudán o MANSAM, la Unión de Mujeres Sudanesas y la Iniciativa No a la Opresión contra las Mujeres. 

Mujeres de Grupos Cívicos y Políticos de Sudán o MANSAM 

MANSAM es una alianza de ocho grupos políticos de mujeres, dieciocho organizaciones de la sociedad civil, dos grupos juveniles e individuos independientes que jugó un papel destacado en la Revolución de diciembre de 2018. A pesar de ello, solo una mujer participó en las negociaciones de paz37. 

Este grupo creció hasta convertirse en la mayor coalición de mujeres del país, pero las divisiones comentadas comenzaron pronto y algunos subgrupos se fueron retirando por sus diversos intereses políticos. 

A pesar de las divisiones y fracturas, MANSAM sigue en pie y parece que continuará desempeñando un papel protagonista en el destino del movimiento de las mujeres, fundamental para garantizar el camino de Sudán hacia la democracia y la paz duradera38. 

Unión de Mujeres Sudanesas (SWU) 

Fundada en 1952, es una de las mayores organizaciones para los derechos de las mujeres del continente africano. Destaca su lucha por la educación, contra el matrimonio de las niñas y el matrimonio no consentido, por la regulación de la poligamia, contra la discriminación laboral o contra la obligación de las mujeres abusadas de tener que volver junto a sus maridos. 

Durante el gobierno de Al Bashir la organización hubo de disolverse oficialmente y continuó su trabajo desde el exilio en Londres. Así las cosas, el panorama político de Sudán impidió el desarrollo de un movimiento fuerte, pues las mujeres se vieron excluidas de los puestos de liderazgo y los partidos políticos monopolizaron los asuntos relacionados con sus derechos39. 

Iniciativa No a la Opresión contra las Mujeres 

Esta iniciativa, formada en 2009, reivindica el cambio en las leyes sudanesas discriminatorias hacia las mujeres. Actualmente, pese a la persecución a la que se ve sometida, la organización tiene como objetivo principal defender los derechos de las mujeres mediante el seguimiento de las violaciones y el apoyo a las víctimas. 

Desde el golpe de Estado del 25 de octubre, los servicios de seguridad de Sudán han perseguido a activistas políticos y líderes de la sociedad civil. Estos arrestos tienen como objetivo frenar las actividades de los opositores al golpe e impedir que el movimiento popular que exige la remoción de los militares del poder político prospere40. 

Nuevas organizaciones 

El pasado 12 de mayo de 2023, la Oficina de la enviada especial de la Unión Africana para la Mujer, la Paz y la Seguridad, con el apoyo de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) Mujeres y la Red de Mujeres Líderes Africanas (AWLN) y en coordinación con la Plataforma Paz para Sudán, organizó una reunión virtual para apoyar y dar voz al trabajo por la paz en Sudán41. 

En la reunión, Lina Marwan, feminista, abogada especializada en derechos de la mujer y miembro de la Plataforma Paz para Sudán, enumeró una muestra de las muchas organizaciones de mujeres por la paz que están naciendo tanto en Sudán como en la diáspora: 

  • Women Against the War 
  • Women’s call to Resist War and Demand its End Initiative (Kordofan) 
  • Mothers of Sudan 
  • The Cease Fire Initiative of Darfur 
  • South Red Sea Organizations’ Initiative 
  • Gadaref Emergency room (East Sudan) 
  • Northern State Emergency Room 
  • Mothers of Al Gazira Solidarity for Shelters (Middle States) 
  • Bit Al Mal Women’s Cooperative Association (Omdurman) 
  • Women and Children Organization for Development and Peace (Eastern region) 

Que esta escueta enumeración sirva de ejemplo auspicioso, pues las mujeres siguen siendo centrales en su apoyo a la comunidad en las situaciones más difíciles, pese a su situación periférica en los ámbitos de poder. 

Para Hala al Karib, directora regional de la Iniciativa Estratégica para las Mujeres del Cuerno de África, la comunidad internacional debería ser más contundente con las partes beligerantes y colocar la rendición de cuentas en el centro de su acción en Sudán42. Quizá, de ser oído este llamamiento por las organizaciones de mujeres de la comunidad internacional, la sororidad sería lo suficientemente fuerte para impulsar avances.

Conclusiones 

Las mujeres se han visto tradicional y especialmente afectadas por los conflictos armados. Pese a ello, o precisamente por ello, pueden jugar y juegan un papel esencial en las áreas relacionadas con el trabajo por la paz. El caso de Sudán resulta especialmente ilustrativo a este respecto. 

En Sudán, las mujeres no solo han de enfrentar la violencia directa, cuyos embates se diseminan en más frentes, como el acceso a los alimentos, el agua o la atención médica. La situación, de extrema gravedad, necesita de la acción internacional urgente para garantizar la seguridad y el bienestar de las féminas. 

Pese a las grandes dificultades y al abismo ante el cual el país se sitúa, no es descabellado pensar que ahora, más que nunca, es momento de que las mujeres sudanesas lideren. Si se les permite, pues los actores internos que atesoran el poder no están por la labor. Así, es momento de que las organizaciones internacionales trabajen para una lucha ya en marcha y necesita adquirir un mayor protagonismo. 

La paz no debe limitarse a la detención de la guerra; ha de ayudar a sanar las heridas, a recuperar lo perdido y a construir lo que nunca se tuvo. La paz es mucho más que la ausencia de conflicto. De lo contrario, cuando la batalla cese no podrá construirse una paz firme y duradera, porque, una vez más en la historia de la humanidad, la mitad de la población, con sus talentos y habilidades, habrá sido excluida. 

Referencias: 

1 MÁRMOL, Alba. «El conflicto en Sudán amenaza a sus vecinos», El Periódico de España. 21 de mayo de 2023. Disponible en: Sudán | El conflicto en Sudán amenaza a sus vecinos | El Periódico de España (epe.es) 

2 CONSEJO DE SEGURIDAD DE LAS NACIONES UNIDAS. «Continued Military Hostilities between Warring Parties Endanger Thousands of People, Sudan’s Future, Region, Briefers Tell Security Council» (Reunión 9326, SC/15291). 22 de mayo de 2023. Disponible en: https://press.un.org/en/2023/sc15291.doc.htm 

3 INTEGRATED FOOD SECURITY PHASE CLASSIFICATION. Disponible en: 

IPC Country Analysis | IPC - Integrated Food Security Phase Classification (ipcinfo.org) 

4 TØNNESSEN, Liv. «Sudan», en LUST, Ellen, The Middle East (16.a ed.). CQ Press, febrero de 2023. Disponible en: 8357-sudan.pdf (cmi.no) 

5 ALLAH, Samah Khalaf y DOLEEB, Afaf Doleeb. «Sudan’s turmoil: Revolution, power struggles, and the quest for stability». Chr. Michelsen Institute, abril de 2023. Disponible en: Sudan's turmoil: Revolution, power struggles, and the quest for stability (cmi.no) 

6 Idem. 

7 EFE. «Nuevo acuerdo de alto el fuego en Sudán bajo la mediación de Arabia Saudí y EE. UU.». 21 de mayo de 2023. Disponible en: https://www.elmundo.es/internacional/2023/05/21/6469bae1fc6c83807b8b45ae.html?utm_campaign=dos ier-lunes-22-de-mayo-de-2023&utm_medium=email&utm_source=acumbamail 

8 TØNNESSEN, Liv. Op. cit., 2023, p. 9. 

9 ACNUR. «Population Movement from Sudan (as of 1 May 2023) ». Mayo de 2023. Disponible en: Document - RB EHAGL | CORE Week 01 - Population Movement from Sudan (as of 1 May 2023) (unhcr.org) 

10 BELLAMY, Daniel. «Hundreds of refugees cross into western Ethiopia from Sudan every day», Africanews. 20 de mayo de 2023. Disponible en: https://www.africanews.com/2023/05/20/hundreds-of- refugees-cross-into-western-ethiopia-from-sudan-every-day/?utm_campaign=dosier-lunes-22-de-mayo- de-2023&utm_medium=email&utm_source=acumbamail 

11 HALLQVIST, Charlotte. «Les violences au Soudan forcent les réfugiés du Soudan du Sud à rentrer au pays». ACNUR, 15 de mayo de 2023. Disponible en: https://www.unhcr.org/fr/actualites/articles-et- reportages/les-violences-au-soudan-forcent-les-refugies-du-soudan-du-sud 

12 VV. AA. «Mixed migration consequences of Sudan’s conflict». Mixed Migration Center, 4 de mayo de 2023. Disponible en: https://mixedmigration.org/articles/mixed-migration-consequences-sudan-conflict/ 13 AL JAZEERA. «UN refugee agency warns more than 800,000 may flee Sudan». 1 de mayo de 2023. Disponible en: UN refugee agency warns more than 800,000 may flee Sudan | News | Al Jazeera 

14 ESPAÑOL, Marc. «Los derechos de las mujeres, en jaque tras el golpe de Estado en Sudán», El País. 28 de enero de 2022. Disponible en: https://elpais.com/planeta-futuro/2022-01-28/los-derechos-de-las- mujeres-en-jaque-tras-el-golpe-de-estado-en-sudan.html 

15 Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer | OHCHR 

16 TØNNESSEN, Liv. «Between Sharia and CEDAW in Sudan: Islamist women negotiating gender equity», en SIEDER, Rachel y MCNEISH, John, Gender Justice and Legal Pluralities: Latin American and African Perspectives. Routledge-Cavendish, Nueva York, 2013, p. 133. 

17 EL NAGAR, Samia y TØNNESSEN, Liv. «Family law reform in Sudan: competing claims for gender justice between sharia and women’s human rights» (CMI Report, n.o 5). Diciembre de 2017, p. 9. 

Disponible en: https://www.cmi.no/publications/file/6401-family-law-reform-in 

18 Ibidem, p. 21. 

19 TØNNESSEN, Liv. Op. cit., 2023, p. 9. 

20 FONDO DE POBLACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS SUDÁN. «Voices from Sudan 2020: A 

qualitative assessment of gender based violence in Sudan». Julio de 2021. Disponible en: https://sudan.unfpa.org/en/publications/voices-sudan-2020-qualitative-assessment-gender-based- violence-sudan 

21 FEDERACIÓN INTERNACIONAL POR LOS DERECHOS HUMANOS. «Solidaridad con Amal, joven 

sudanesa condenada a muerte por lapidación». 19 de octubre de 2022. Disponible en: Solidaridad con Amal, joven sudanesa condenada a muerte por lapidación (fidh.org) 

22CONSEJO DE SEGURIDAD DE LAS NACIONES UNIDAS. Resolución 1325 (2000). Disponible en: 

Resolución 1325 del 2000. S/RES/1325 (acnur.org) 

23 ABBAS, Rem. «Women on the Frontlines: A Feminist Perspective on the Ongoing Crisis in Sudan», ReliefWeb. 26 de abril de 2023. Disponible en: Women on the Frontlines: A Feminist Perspective on the Ongoing Crisis in Sudan - Sudan | ReliefWeb 

24 ALLAH, Samah Khalaf. Op. cit. 

25 TORCHE, Florencia y VILLAREAL, Andrés. «Prenatal Exposure to Violence and Birth Weight in Mexico: Selectivity, Exposure, and Behavioral Responses», American Sociology Review, vol. 79, n.o 5. 19 de agosto de 2014. Disponible en: https://doi.org/10.1177/0003122414544733 

26 HUMAN RIGHTS WATCH. «“Men With No Mercy” Rapid Support Forces Attacks against Civilians in Darfur, Sudan». Septiembre de 2015. Disponible en: https://www.hrw.org/report/2015/09/09/men-no- mercy/rapid-support-forces-attacks-against-civilians-darfur-sudan 

27 TØNNESSEN, Liv. Op. cit., 2023, p. 9. 

28 HABANI, Amal. «Sudanese Women’s Bodies: Not Battlefields for Political Conflicts». Carnegie Endowment for International Peace, 16 de marzo de 2023. Disponible en: Sudanese Women’s Bodies: Not Battlefields for Political Conflicts - Carnegie Endowment for International Peace 

29 ESPAÑOL, Marc. «Migrantes etíopes violadas en grupo y otros crímenes contra las mujeres al calor de la impunidad y el caos de Sudán», El País. 6 de junio de 2023. Disponible en: Migrantes etíopes violadas en grupo y otros crímenes contra las mujeres al calor de la impunidad y el caos de Sudán | Planeta Futuro | EL PAÍS (elpais.com) 

30 Idem 

31 ESPAÑOL, Marc. Op. cit., 28 de enero de 2022. 

32 Idem. 

33 ABUSHARAF, Rogaia. «The women of Sudan will not accept setbacks». Brookings, 3 de marzo de 2022. Disponible en: The women of Sudan will not accept setbacks (brookings.edu) 

34 ESPAÑOL, Marc. Op. cit., 6 de junio de 2023. 

35 ESPAÑOL, Marc. Op. cit., 6 de junio de 2023. 

36 ALLAH, Samah Khalaf. Op. cit. 

37 SALAH, ALAA. «Statement by Ms. Alaa Salah at the UN Security Council Open Debate on Women, Peace and Security». NGO Working Group on Women, Peace and Security, 4 de noviembre de 2019. Disponible en: Declaración de la Sra. Alaa Salah en el Debate Abierto del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Mujeres, Paz y Seguridad - Grupo de Trabajo de ONG sobre Mujeres, Paz y Seguridad (womenpeacesecurity.org) 

38 GEORGE, Rachel A. «Resolving Sudan’s Crisis Will Require Inclusive Peace», Council on Foreign Relations, 5 de junio de 2023. Disponible en: https://www.cfr.org/blog/resolving-sudans-crisis-will-require- inclusive-peace 

39 ABBAS, Rem. Op. cit. 

40 ALTAGHYEER. «Sudan: Head of “No to the oppression of women” initiative arrested, whereabouts unknown». 23 de enero de 2022. Disponible en: Sudan: Head of "No to Oppression against women" initiative... - AlTaghyeer 

41 UNWOMEN AFRICA. «Presentations of the Sudanese Women Peace for Sudan Platform. High level Meeting of Leaders in Solidarity with Women of Sudan» (reunion virtual). 12 de mayo de 2023. Disponible en: https://africa.unwomen.org/sites/default/files/2023- 05/ENG%20IGAD%20UN%20Women%20FINAL.pdf 

42 ESPAÑOL, Marc. Op. cit., 6 de junio de 2023.