Rabat pide explicaciones a Christopher Ross antes de autorizar su visita oficial a Marruecos

Por Rachid Elalamy
Foto: El rey de Marruecos, Mohamed VI,  y el enviado de la ONU para el conflicto del Sáhara occidental, Christopher Ross.
 
La gira que realizará Christopher Ross, enviado-representante del secretario general de la ONU, Ban Ki moon, para la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO), por varios países en septiembre u octubre, podría retrasarse. Las autoridades marroquíes pidieron explicaciones a Ross sobre la naturaleza de dicha gira antes de autorizar su visita oficial al Reino Alauí. Rabat entregó al enviado especial de Ban Ki moon un cuestionario sobre el viaje el pasado 18 de junio. Tres meses después, el ministro marroquí de Asuntos Exteriores y Cooperación, Salahedine Mezuar, en declaraciones al periódico ‘Al Ahdath Al Maghribia’, declaró que la diplomacia marroquí sigue esperando “explicaciones sobre los límites de su misión”. Mezuar aclaró que Marruecos espera que Ross entregue por escrito las preguntas formuladas por el país norteafricano al alto mandatario de la ONU para el  Sáhara occidental. Rabat mantiene relaciones  conflictivas con Ross, porque considera que el representante del secretario general de la ONU para el conflicto saharaui no es imparcial y se decanta por los intereses del Frente Polisario y Argelia. Ross lleva tiempo presionando a todos los actores del conflicto, Marruecos, el Polisario, Argelia, Mauritania, las organizaciones de derechos humanos, los independentistas saharauis contrarios al Polisario, y también a los países que tienen una responsabilidad directa en este asunto, como España y Francia, para que acerquen posiciones y busquen una solución política dialogada a la crisis. 
 
Un peligro regional
Ross cree que la permanencia del conflicto saharaui en una región como África del Norte y el Sahel, golpeada por el terrorismo yihadista y donde actúan también mafias y grupos de peligrosos delincuentes, es una amenaza para la seguridad y estabilidad de varios países, sobre todo de Marruecos, Argelia y Mauritania. Fuentes diplomáticas marroquíes consultadas por Atalayar aseguraron que “si Christopher Ross no contesta satisfactoriamente a la petición de Marruecos, la visita oficial se podría ver comprometida. Nuestras condiciones no se han visto satisfechas por el representante de Ban Ki moon”. El 18 de junio de este año, Ross y el secretario general del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de Marruecos, Nasser Bourita, se reunieron en la sede de Naciones Unidas en Nueva York. El representante marroquí entregó al enviado especial de Ban Ki  moon el citado cuestionario. El documento hace referencia a diversos aspectos del conflicto saharaui y al proceso de negociación entre las partes enfrentadas iniciado en enero de 2009, fecha en que el holandés Peter Van Walsum dimitió del cargo que ahora ocupa Ross debido a las presiones que recibió del Polisario y Argelia. Marruecos lamenta que Ross no le haya entregado ese documento debidamente contestado, según reconoció el embajador marroquí ante la ONU, Omar Hilal. Las fuentes diplomáticas contactadas por Atalayar reconocieron que las trabas puestas por Rabat para que Ross visite Marruecos son la respuesta política del país magrebí a las posiciones del alto cargo de la ONU favorables a una ampliación del mandato de la MINURSO en materia de derechos humanos en el Sáhara occidental. Esta posición tiene el respaldo explícito de Ban Ki moon.
 
Observadores expulsados
Por otra parte, según la agencia saharaui SPS, “las autoridades de ocupación marroquíes” en el Sáhara occidental expulsaron el pasado jueves a una delegación vasca sobre derechos humanos que visitó el territorio a la ciudad marroquí de Agadir. La organización ASCABINA visitó el Sáhara occidental para conocer de cerca la situación de los derechos humanos en esta zona y reunirse con militantes saharauis. Desde el pasado mes de abril, Marruecos ha expulsado del Sáhara occidental a unas 40 observadores extranjeros, la mayoría procedentes de España, Francia, Canadá y Noruega. En Tinduf (Sáhara argelino), donde viven en condiciones infrahumanas miles de refugiados saharauis, el líder del Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Abdelaziz,  manifestó que Marruecos ha transformado “los territorios ocupados del Sáhara occidental en una gran prisión, a pesar de la presencia de la ONU”. Abdelaziz, según la agencia SPS, hizo estas declaraciones durante una conferencia con cuadros saharauis celebrada en la parte del Sáhara occidental controlada por el Polisario. El presidente de la RASD y líder independentista calificó de “loca aventura” en el siglo XXI la política de Marruecos en el Sáhara occidental.