IV Comisión de la ONU: la propuesta de autonomía del Sáhara desde una perspectiva global (II)

Víctimas de violaciones de Derechos Humanos en Tinduf relatando su testimonio en la IV Comisión
Finalizaron una vez más las sesiones plenarias de la IV Comisión de la ONU (Comité de Descolonización) en el marco del 79º periodo de sesiones de la Asamblea General

Como es habitual, el momento que suscita mayor interés y genera más participación fue el turno de los peticionarios en torno al conflicto del Sáhara Occidental.

En un escenario donde los vientos del Atlántico golpean las arenas del desierto, se despliega un tapiz de complejidades geopolíticas que han definido el devenir reciente de la región. El territorio del Sáhara ha sido durante décadas el epicentro de un diferendo que ha captado la atención internacional. Sin embargo, en medio de este panorama, surge una narrativa de esperanza y progreso, encarnada en la propuesta de autonomía marroquí.

Desde las costas de Dajla hasta los remotos campamentos de Tinduf, un coro de voces diversas resuena en los pasillos de la IV Comisión de la ONU. Los testimonios de los peticionarios se entrelazan con ambiciosos proyectos de desarrollo que persiguen no mirar atrás, dibujando un futuro que busca trascender las cicatrices del pasado. Esta convergencia de perspectivas no solo refleja la complejidad del asunto, sino también el creciente impulso hacia una solución que promete transformar el paisaje político y socioeconómico de la región.

Así, el formato de este evento se desarrolla con sucesivas intervenciones de tres minutos por cada participante. En ellas se produjo el habitual intercambio de pareceres entre las partes interesadas. Los representantes del Frente Polisario y sus simpatizantes, como suele ocurrir cada año, adoptaron el habitual tono exaltado, enumerando reiterativamente referencias a resoluciones de organismos internacionales procedentes del siglo pasado. Sus discursos se centraron también en narrativas sobre derechos humanos, pero sin el respaldo de fuentes verificables. No es de extrañar pues que, bajo ese tono beligerante, ocurrieran incidentes como el provocado por una representante argelina, expulsada de la sala por la policía de la ONU.

Por otro lado, los peticionarios que apoyaban la propuesta de autonomía marroquí, provenientes de diversos continentes, ofrecieron intervenciones con un tono más reposado, basadas en experiencias sobre el terreno, hechos verificables y testimonios de primera mano. Todo ello con el objetivo de fomentar una solución pragmática y urgente a un conflicto político y humanitario que en breve cumplirá medio siglo. A continuación, exponemos una recopilación con extractos de algunas de las intervenciones más destacadas apoyando la propuesta:

Ana Roios, jurista y politóloga portuguesa experta en legislación medioambiental de la Unión Europea, reflexiona sobre el modelo de desarrollo propuesto para las provincias del sur de Marruecos. Según Roios, este plan no es un simple ejercicio de descentralización administrativa, sino una estrategia ambiciosa para empoderar a las autoridades locales, ofreciendo nuevas oportunidades. La regionalización avanzada, apunta, es clave para el crecimiento socioeconómico de estas áreas. Marruecos, sostiene, ha trazado una visión de futuro realista y ambiciosa, con esfuerzos conjuntos del Gobierno, el sector privado, la sociedad civil y socios internacionales. Muchos países de la Unión Europea apoyan abiertamente esta iniciativa, destacando su relevancia para la estabilidad regional. Esta visión de desarrollo no solo beneficia a Marruecos, sino que también abre caminos para una integración más amplia con África y Europa.

En la misma línea, Limam Bousif, presidente de la Asociación Regional de Jóvenes Pioneros en Economía y Política de Dakhla-Oued Eddahab, subraya el papel crucial que juegan los jóvenes en este proceso. La Iniciativa Nacional para el Desarrollo Humano (INDH), una piedra angular de los esfuerzos del Gobierno marroquí, ha sido vital para reducir la pobreza y mejorar la infraestructura social. El impulso para construir nuevas escuelas, universidades y centros de formación profesional en las provincias del sur es una señal clara del compromiso de Marruecos con la educación y el empleo juvenil. Bousif confía en que estas inversiones asegurarán un futuro sostenible para las nuevas generaciones, permitiéndoles contribuir activamente al desarrollo económico y social de la región.

Sin embargo, mientras que en las provincias del sur de Marruecos se vive un clima de progreso, paz y desarrollo, al otro lado de la frontera, en los campamentos de Tinduf, la situación es muy diferente. Abdul Basith Syedibrahim, de World Humanitarian Drive, relata sus encuentros con los líderes tribales del sur de Marruecos, quienes le expresaron su total identificación con el Reino. Para Syedibrahim, la iniciativa de autonomía marroquí es una solución justa que cuenta con el respaldo de buena parte de la comunidad internacional. Contrario a esto, denuncia al Frente Polisario como un grupo paramilitar que perpetúa la violencia y la represión en los campamentos de Tinduf. Las violaciones de derechos humanos son sistemáticas, con cientos de personas desaparecidas o secuestradas, y una población que vive bajo condiciones extremas de aislamiento. El Polisario, añade, sigue siendo un factor de inestabilidad en el norte de África, mientras que quienes se oponen a la autonomía no han presentado ninguna alternativa viable. Para Syedibrahim, la única vía hacia la paz es la concordia, no la fuerza.

Un año más, numerosas voces llegadas desde Latinoamérica se alzaron en favor del plan marroquí de autonomía. María Reyna Carretero Rangel, politóloga y socióloga de la Universidad Nacional Autónoma de México, destaca la alta participación política de la población saharaui en las elecciones legislativas, regionales y locales, especialmente en las de 2021. Con un 66,94 % de participación en Laayoune-Sakia El Hamra y un 58,30 % en Dajla-Oued Eddahab, la población de las provincias del sur ha demostrado su profundo apego a Marruecos y su implicación activa en la vida política del país. Estas cifras, superiores a la media nacional, son prueba del compromiso de la población saharaui con su marroquinidad dentro de un marco democrático.

Carlos Ernesto Bustamante, científico y congresista peruano, comparte una visión similar, al considerar que la iniciativa de autonomía es la única solución viable para el conflicto. Durante una reciente visita a la región, Bustamante observó el clima de paz y desarrollo que prevalece en el Sáhara marroquí, donde más de 30 consulados han sido abiertos por países de América, África, Europa y el Caribe, reconociendo de facto la soberanía marroquí. Bustamante ve en la autonomía una salida honorable que no solo pondría fin al conflicto, sino que también promovería la integración regional y garantizaría la paz en el Magreb. 

Mientras tanto, Martha Chávez Cossío, expresidenta del Congreso del Perú, subraya los logros alcanzados por el nuevo modelo de desarrollo implementado en las provincias del sur desde 2015, con un presupuesto de 10,000 millones de dólares. Este modelo, explica, se basa en principios fundamentales como la igualdad de género, el desarrollo humano inclusivo y la participación activa de la población local en la toma de decisiones. Para Chávez, este enfoque es clave para mejorar las condiciones de vida de los habitantes del Sáhara marroquí y garantizar sus derechos fundamentales.

Miguel Ángel Rodríguez Mackay, exministro de Relaciones Exteriores de Perú, comparte una perspectiva contundente: la llamada RASD (República Árabe Saharaui Democrática) es una entidad sin reconocimiento internacional significativo y sin legitimidad para representar al pueblo saharaui. En su opinión, la mayoría de los saharauis vive en el Sáhara marroquí, disfrutando de derechos económicos, sociales y culturales. Rodríguez Mackay insta a los pocos países que aún reconocen a la RASD a reconsiderar su postura, argumentando que la solución del conflicto es inevitable y que el Polisario, apoyado por Argelia, es un anacronismo que sigue aferrado a un conflicto ideológico de la Guerra Fría. También muestra su repulsa hacia la RASD, que comete sistemáticamente actos de violencia contra las poblaciones secuestradas en los campamentos de Tinduf.

Eric Cameron, representante de la organización World Action for Refugees, denuncia las prácticas corruptas del Frente Polisario en los campamentos de Tinduf. Según Cameron, el Polisario ha desviado sistemáticamente recursos destinados a los refugiados, vendiendo incluso alimentos esenciales en mercados locales y en países vecinos. La situación en los campamentos es alarmante, con violaciones de derechos humanos documentadas por el Programa Mundial de Alimentos y el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que han exigido una respuesta urgente para detener lo que Cameron llama un “desastre humanitario”.

En medio de estas voces internacionales, Moustapha Malainine, del Centro de Estudios Estratégicos Marroquí-Español-Latino, ofrece una visión histórica del conflicto. Malainine recuerda que la representación del Sáhara en las instituciones políticas de Marruecos tiene raíces profundas, mucho antes de la creación del Frente Polisario. Desde los años 50, representantes del Sáhara han participado en el Consejo Consultivo Nacional, predecesor del actual Parlamento marroquí. En las elecciones de 2021, la participación saharaui alcanzó un 70 %, lo que, según Malainine, refuerza la unidad entre el norte y el sur de Marruecos y consolida la cohesión social del país.

Harald Troch, parlamentario austríaco, visitó el Sáhara Occidental en 2022 y quedó impresionado por el nivel de desarrollo alcanzado en la región. El puerto de aguas profundas en Dajla es solo uno de los muchos proyectos que están transformando la región y que, según Troch, tendrán un impacto positivo no solo en Marruecos, sino también en el Magreb, el Sahel y el Mediterráneo. Troch ve en el plan de autonomía una oportunidad real para la paz y la estabilidad en la región, un sentimiento compartido por muchos observadores internacionales. 

La periodista jordana Amal Jbour compartió su perspectiva sobre la situación de las mujeres en los campamentos de refugiados, donde la ausencia de “herramientas constitucionales e institucionales” contrasta con la realidad del Sáhara marroquí. En su testimonio, subrayó la “opresión que sufren en un conflicto artificial impuesto, donde no existe el derecho y el futuro es incierto, todo ello con la complicidad del país anfitrión”. Sin embargo, Amal ve una luz de esperanza en la propuesta de autonomía, que podría ofrecer un entorno de “seguridad y equidad para las mujeres”, así como igualdad con los hombres. Jbour destacó los proyectos de desarrollo que se están implementando, que buscan “proteger la unidad de estas mujeres”. 

Khadija Ezaoui de la “Association 9 Mars”, fue contundente al abordar la última sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre los acuerdos comerciales entre Marruecos y la UE, afirmando que es un veredicto “inconsecuente” y que no tiene relación con Marruecos, ya que es un asunto interno de la UE. Resaltó que “debemos mirar las victorias” en tribunales fuera de la UE, como la Corte Suprema de Nueva Zelanda, el de apelaciones del Reino Unido, y el Tribunal de comercio de Tarascon (Francia), donde se han rechazado casos similares del Polisario. Además, mencionó que Marruecos ha iniciado un “programa de desarrollo muy ambicioso” para las provincias del sur, buscando crear una base económica sólida y transformando la región en un actor clave en África. Concluyó diciendo que estos proyectos “demuestran el compromiso de Marruecos con la región y su población”. 

Mohamed Edabadda de la Asociación Rotary International en Bojador, también se centró en rebatir el reciente fallo de la Unión Europea, aclarando que para Marruecos “no tiene ninguna relevancia directa”. Aseguró igualmente que este es un “asunto interno de la Unión Europea y sus instituciones”. Edabadda enfatizó que, al hablar de fallos jurídicos significativos, hay que recordar que tribunales de alta instancia en Nueva Zelanda, Londres y Francia han emitido sentencias contrarias a la posición del fallo de la UE, reafirmando que los “acuerdos comerciales de Marruecos están en plena conformidad con el derecho internacional”. Finalmente, subrayó que “la única autoridad competente” para abordar la cuestión del Sáhara marroquí es el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, señalando que “ninguna otra entidad tiene la legitimidad para tratar este asunto”. 

Hammada el Baihi, de la Liga del Sáhara por la Democracia y los Derechos del Hombre, denunció la existencia de un “régimen híbrido” en el Magreb árabe, destacando al Frente Polisario como un ejemplo de esta política criminal. Se refirió al Polisario como el “primer grupo terrorista” del siglo pasado, surgido gracias al régimen argelino en un momento de estabilidad en el norte de África. En los años 90, la situación se complicó con la guerra civil en Argelia, lo que llevó a un aumento del extremismo. El Baihi afirmó que “muchos dirigentes de grupos terroristas” provienen de ahí, y que hay elementos del Polisario colaborando con estos grupos. Describió los campamentos de Tinduf como un “caldo de cultivo” para la violencia y el extremismo.

Por otra parte, Zine El Abidine, del Foro africano de investigación y estudios sobre DDHH, caracterizó al Frente Polisario como una “marioneta” de Argelia, mencionando su apoyo en el pasado por Libia y otros países del bloque comunista. Según él, Argelia continúa proporcionando armas y recursos al Polisario, que se beneficia a costa de las carencias de su población local. El Abidine observó que el conflicto del Sáhara fue exacerbado por países que actuaban como “brazo del bloque comunista”. Estableció un paralelismo entre el Polisario y Hezbollah, sugiriendo una “alineación ideológica”. Lamentó que, a diferencia de los conflictos de la Guerra Fría que han desaparecido, la situación en el Magreb persiste, y llamó a buscar “una solución a este conflicto” que reconozca que “el mundo ha cambiado”.

Los testimonios de las víctimas del Polisario en los campamentos de Tinduf también estuvieron presentes. Mrabih Adda, nacido en los campamentos, se presenta como testigo de las violaciones de derechos humanos cometidas por el Frente Polisario. Describe al Polisario como un grupo armado cuyos líderes son buscados por la justicia europea y que impone su voluntad “con hierro y sangre” en los campamentos. También relató su experiencia personal de abuso: a los 6 años fue separado de su familia y enviado a la Libia de Gadafi. A los 14 años, fue reclutado por el Polisario y enviado al desierto, donde sufrió agresión y esclavitud. Posteriormente, fue encarcelado en la prisión de Rashid, donde fue sometido a torturas físicas y psicológicas antes de ser enviado contra su voluntad a Mauritania. Adda también denunció que “el Polisario roba la asistencia alimentaria y la vende a grupos terroristas, convirtiendo los campamentos de Tinduf en una fuente de provisiones para grupos armados en la región, incluyendo hidrocarburos, equipo médico y alimentos”. 

Fadel Breika, exprisionero del Polisario, narra los horrores que vivió en los campos de detención. Breika fue arrestado y torturado en múltiples ocasiones. El testimonio también se centra en los eventos de 1988, cuando el Polisario, con el apoyo de las autoridades de Argelia, torturó y asesinó a cientos de personas en prisiones secretas. Él no es el único que ha vivido ese infierno. Varios exprisioneros y evadidos del Polisario han denunciado la existencia de centros de tortura y la represión sistemática de cualquier disidencia. 

Por otro lado, Breika relató su experiencia personal en los campamentos de Tinduf desde los 14 años. Describe cómo él y cientos de niños de su generación fueron adoctrinados y convertidos en elementos armados del Polisario, lo que considera una de las peores formas de explotación en la edad moderna.

Lemaadla Mohamed Salem, de la Asociación contra la impunidad en los campamentos de Tinduf (Alicante), relata que su padre fue torturado en un campamento secreto de detención antes de su nacimiento. El Polisario, según ella, realizó actos contra la población saharaui con la ayuda de Argelia. Lemaadla logró escapar de lo que ella misma describe como “el infierno del Polisario”. Acusó a los líderes del Polisario de convertir los campamentos en una “zona sin ley” donde su milicia comete graves delitos contra la población. 

Tras su huida, creó en España una asociación dedicada a luchar contra la impunidad en los campos de Tinduf. Esta asociación ha documentado 134 casos de saharauis desaparecidos tras ser secuestrados en los campamentos. También enfatizó que la responsabilidad de estos actos recae en Argelia, la cual debería garantizar justicia y protección a los residentes de los campamentos. 

Desde España, la situación en Tinduf ha suscitado la indignación de activistas y académicos presentes en la IV Comisión, que ven en las acciones del Frente Polisario una clara violación de los derechos humanos. Pedro Ignacio Altamirano, presidente de la Fundación Altamirano por la Cultura y la Protección de la Infancia, ha sido una de las voces más críticas contra el Polisario. Altamirano denunció con firmeza el reclutamiento de niños soldado en los campamentos de Tinduf, calificando esta práctica como una grave violación del derecho internacional y de los derechos más fundamentales de los niños. Según Altamirano, “miles de niños están siendo sometidos a prácticas inaceptables que atentan contra su dignidad y sus derechos humanos, forzados a participar en un conflicto armado que los despoja de su infancia y de su futuro”.

En su denuncia, Altamirano subraya que esta práctica contraviene el “Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño” relativo a la participación de menores en conflictos armados, además de la resolución 1612 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que establece un mecanismo para denunciar las violaciones graves contra los niños en zonas de conflicto. Altamirano hizo un llamado urgente a la comunidad internacional y a las agencias de la ONU para que tomen medidas concretas: “Es imperativo realizar una investigación profunda e independiente sobre estas denuncias. Los responsables deben ser llevados ante la Corte Penal Internacional. Estos niños necesitan apoyo psicológico para poder reconstruir sus vidas y recuperar su infancia”. 

Por su parte, María de los Ángeles Ramos Guillén, abogada de Gran Canaria, defiende la propuesta de autonomía marroquí como una solución viable y sostenible para la región. Según Ramos Guillén, la iniciativa marroquí es fruto de un amplio proceso de consulta, tanto nacional como internacional, que ha involucrado a todas las partes afectadas. “Es una propuesta que mira al futuro, construida sobre los pilares del respeto al Estado de derecho y las libertades individuales y colectivas. El Sáhara marroquí ha avanzado mucho en términos de desarrollo económico y social, y solo queda que la comunidad internacional reconozca plenamente esta autonomía para que la región alcance su máximo potencial”, afirma la abogada. 

Rafael Esparza, profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y presidente de la Asociación de Cooperación y Amistad Canario-Marroquí (ACAMA), afirma que la marroquinidad del Sáhara es un hecho indiscutible. “El Sáhara forma parte de Marruecos y está ampliamente aceptado por la comunidad internacional. Más de 115 países apoyan la iniciativa de autonomía bajo soberanía marroquí, mientras que la mayoría de los miembros de la ONU no reconocen a la RASD”, afirma Esparza. Sin embargo, critica duramente al Polisario y al país anfitrión de los campamentos, Argelia, por su negativa a comprometerse en el proceso político. Para Esparza, esta intransigencia ha condenado a los habitantes de los campamentos a una vida de miseria y exilio. “Las personas que viven en Tinduf no son ni siquiera reconocidas como refugiadas. La falta de un censo fiable es una estrategia del Polisario y Argelia para inflar las cifras y seguir recibiendo ayuda internacional, perpetuando la corrupción”, denuncia. 

Por último, Ignacio Ortiz Palacio, presidente del Fórum Canario Saharaui, también expresó su apoyo a la propuesta marroquí, destacando el respaldo que ha recibido de diversas instituciones, como el reciente apoyo del presidente de Canarias, Fernando Clavijo. Ortiz lamentó la precaria situación de los saharauis en los campamentos de Tinduf, calificándolos como “peones en un juego político”. “Mientras en el Sáhara marroquí se construye un futuro próspero, en Tinduf la gente vive sin recursos legales o judiciales ampare las violaciones de derechos que sufren a diario. La complicidad de Argelia y la negativa a permitir un recuento poblacional adecuado de los campamentos son claros indicadores de que el Polisario no tiene interés en resolver el conflicto”, señala Ortiz Palacio, quien insta a retomar las mesas de negociación, especialmente con la participación de Argelia, como parte esencial para implementar la autonomía. 

Las voces de las víctimas, junto con las de expertos y observadores internacionales, ofrecen un retrato complejo y desgarrador de un conflicto que, aunque ha perdurado durante décadas, parece haber superado un punto de inflexión y estar acercándose a su fin. Mientras Marruecos avanza con su plan de autonomía y desarrollo, el futuro del Sáhara podría depender de si la comunidad internacional está dispuesta a abrazar la paz y dejar atrás los fantasmas del pasado. 

En este escenario en evolución, la propuesta de autonomía se erige como un puente entre la preservación de la identidad saharaui, las aspiraciones de progreso y el reencuentro familiar. Los proyectos de infraestructura, educación y desarrollo sostenible que florecen en el territorio son testigos tangibles de una visión que busca reconciliar las tensiones históricas con las oportunidades del mañana. 

Por tanto, la pregunta sigue en el aire: ¿serán los actores internacionales capaz de dejar de lado las viejas dinámicas del conflicto y apostar por un futuro de paz y reconciliación en el Sáhara Occidental? 

Pueden consultarse las sesiones plenarias de esta IV Comisión ONU, relacionadas con esta cuestión, en UN Web TV: 

https://webtv.un.org/es/asset/k16/k161iaj5rb 

https://webtv.un.org/es/asset/k1s/k1skcaorzz 

https://webtv.un.org/es/asset/k1v/k1vu5dpggd