¡Bienvenido Míster Sánchez!

- ¡Toc, toc!
- Pasa Óscar ¡siéntate y apunta!
- Tú dirás hijo del cielo, amado líder. Aquí un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo.
- Vamos a arrasar con lo que te voy a contar ¡Apunta, apunta!
- Ya estás enviando una nota de mi parte a toda nuestra militancia para que se vayan apretando los machos.
- Y habla con Fernandito Grande-Marlaska para que redacte un Real Decreto o como quiera que se llame, dirigido a todos nuestros compañeros, compañeras y compañeres de las agrupaciones locales, de distrito… ya me entiendes. Debe convertir a nuestros afiliados en Funcionarios Mancomunados Auxiliares del Ministerio del Interior, que eso ya está inventado desde la Alemania de los años 30. Les llamaremos FUMANCHÚ, y les pondremos una gorrilla, para impresionar.

- El Real Decreto debe decir algo así como que ¡anota, anota, Óscar! “su finalidad es dar la máxima transparencia a los resultados de los próximos comicios municipales y autonómicos” ¡Anota, anota, Óscar! “Por tanto, se van a instalar en los colegios electorales unas mesas que se llamarán petitorias…”
- Te lo deletreo Óscar. Se escribe pe-ti-to-ri-as, con P de pato. Mesas a las que “deberán acudir de manera voluntariamente obligatoria ‒subraya lo de voluntariamente‒, todos los llamados a las urnas antes de depositar su voto”. Y añade. “A los efectos de garantizar el orden, las referidas mesas petitorias estarán resguardadas por los FUMANCHÚ”.
- Pero…
- No hay ningún pero que valga ¡Tú apunta!
- En esas mesas, a su izquierda habrá un montón de papeletas en las que cada votante, niños incluidos…
- Pero los niños no…
- ¡Calla y apunta!

- Las llamaremos Papeletas de la Victoria pero, para disimular, su nombre oficial será “Papeletas de Votaciones por la Democracia”, aunque entre nosotros serán las PAVOPLOF. Como te decía, en esos impresos figurará lo que ahora mismo voy a indicarte y que es la bomba.
- Lo que tú digas presidente, soy tu fiel servidor
- Óscar, esto es muy sencillo. Bueno, al menos para mí. Ten en cuenta que soy doctor en Económicas…Volvamos al asunto. Todo aquel que vaya a votar, antes deberá pasar por la mesa petitoria y pedir ‒de ahí su nombre‒ lo que quiera de la lista.
- ¿De qué lista?
- Calma Óscar, del listado que vas a preparar y del que cada español podrá elegir sólo una cosa ¿Qué te parece? Los FUMANCHÚ los pondrán en fila y cada cual podrá pedir un apartamento en la playa, un yate, una estancia de una semana en un resort de Cancún para cuatro personas, con vuelos y gastos incluidos. La relación seguirá con una lancha fuera borda, un deportivo italiano, un juego de maletas de Louis Mouton…
- Presidente, una escena semejante me parece que ya la filmó Luis García Berlanga a principios de los años 50 en…

- ¡Calla gafe! Se me acaba de ocurrir. Es una idea que sólo puede surgir de una mente preclara como la mía ¡Apunta! Para ganarnos a los ganaderos que los tenemos muy revueltos, les prometeremos sementales; y a los anti taurinos les diremos que vamos a acabar con los sementales como reproductores de toros bravos.
- Presidente, pero si me acabas de decir hace un momento que…
- Que no te enteras Óscar, tú apunta…
- ¡Ah! A los agricultores del entorno de Doñana les diremos que les vamos a soltar millones de litros de agua desde los aviones apagafuegos y a las asociaciones ecologistas las convenceremos que no vamos a consentir que los labradores rieguen con el líquido elemento. Y para conseguir los votos de las chicas que lloran por las gallinas violadas, dictaremos una ley que prohíba comer carne y beber caldo de gallina. Dile a Pilar Llop que la vaya preparando.
- Pero es qué…
- No hay esqué ni esca. Tú apunta…
- Y en todas las televisiones y emisoras de radio, a las 20:30 horas, de aquí a las elecciones, se emitirá un comunicado que diga con voz grave, sonora, apropiada para la magna ocasión: ¡Españoles! Va a hablar Su Excelencia el presidente del gobierno.

- ¿Y qué dirás?
- Hombre, Óscar, no me preguntes esas cosas. Diré que ¡Cómo presidente vuestro que soy, os debo una explicación! ¡Y como os debo una explicación, os la voy a dar!
- A mí eso me sigue recordando a una película de Luis García…
- ¡Y dale! Es una idea original mía. Sigue apuntando, ¡Ah! se me olvidaba
- Has de poner en marcha una operación estratégica al estilo Amadís de Gaula. Enviarás heraldos a caballo por todos los pueblos, ataviados con casco y plumero, y precedidos de trompetas y pífanos, que eso siempre da un toque de distinción. Una vez en la plaza de la localidad, dirán eso de… ¡De orden del señor presidente, se hace saber que…!
- Bueno Óscar, con lo que te he dicho y lo que incluyas de tu cosecha… bicicletas deportivas, balones de playa, ordenadores y todo lo que se te ocurra tenemos ganadas por goleada las elecciones de mayo.

- Mmmm, Óscar, hay una cosa que me trae de cabeza. Te tengo que hacer una confidencia. Prométeme que no se lo dirás a nadie, ni siquiera a Félix Bolaños, y mucho menos a Yolanda Díaz, que me tiene frito cada vez que va a la peluquería y viene a preguntarme ¿Te gusta presidente? ¿Estoy mona?
- Mira, hay un asunto que no me deja dormir. Cuando vaya a Washington y el 12 de mayo me reciba en la Casa Blanca el presidente Joe Biden, qué le digo para causarle una buena impresión y que piense para sus adentros ¡Este Pedro es un campeón fuera de serie! Recuerda Óscar que cuando le asalté en mitad del vestíbulo de la OTAN en Bruselas no me hizo ni puñetero caso y fui el hazmerreír de mis íntimos y fraternales amigos de la Alianza que tanto me quieren y admiran.
- Amado presidente, con el exquisito inglés que hablas, yo le diría algo elegante, fino y sobre todo, original. Déjame pensar…

- ¡Qué, qué, suéltalo ya, Óscar!
- Para que sepa de tu altísimo nivel intelectual, yo le recitaría el inicio del poema que Pepe Isbert le espetó en mitad de la plaza de Villar del Rio al conductor de la apisonadora.
- ¡Dímelo ya, Óscar, qué me tienes en vilo!
- Pues alzando la mano derecha, yo le diría… ¡Oh, noble pueblo americanooo…! Y acto seguido pondría sobre la cabeza de Biden una montera de torero. Con eso te lo ganas, seguro.