La Estrategia de Seguridad Aeroespacial 2025 y el Spainsat NG-I entran a la par en eficacia
- Paralelismos con la Estrategia de Seguridad Marítima
- El Spainsat NG-I entra en servicio a la espera de su hermano NG-II
La publicación en el BOE a principios de agosto de la nueva Estrategia de Seguridad Aeroespacial Nacional (ESAN) ha coincidido en el tiempo, sin duda de forma casual, con la entrada en servicio del nuevo satélite de comunicaciones seguras Spainsat NG-I, que un alto directivo de la industria espacial española ha calificado de “un hito de primera magnitud y sin referentes ni medio cercanos en España y pocos parecidos en Europa”.
Es consecuencia del proceso de revisión llevado a cabo por el Consejo Nacional de Seguridad Aeroespacial ‒que asiste al jefe del Gobierno en la dirección de la política de seguridad aeroespacial‒, a resultas de los importantes cambios habidos y en marcha en el contexto geoestratégico global y en la esfera nacional.
Hace seis años no existía la Agencia Espacial Española, creada en abril de 2023, ni el ahora llamado Ejército del Aire y del Espacio, que cambió su denominación oficial en junio de 2022 y estableció en su seno el Mando del Espacio, que asume competencias en el espacio exterior. Y en el marco internacional, el espacio exterior se ha convertido en un entorno de disputa y confrontación gubernamental y comercial, en el que cada vez más naciones pugnan por contar con capacidad de acceso a las órbitas bajas de la Tierra.
La nueva ESAN 2025 profundiza en el dominio espacial y alerta de la “intensificación de las amenazas a servicios esenciales para la Seguridad Nacional”, a la vez que pone de manifiesto que, dentro del escenario de la seguridad y defensa, las Fuerzas Armadas deben desempeñar un papel “esencial en la protección y el control del espacio”, bajo el “liderazgo” del Ejército del Aire y del Espacio.
La Estrategia considera “conveniente” que la seguridad en la vertiente aérea y espacial sea un ámbito “único”, al igual que figura en la versión de 2019. Aunque las Fuerzas Armadas españolas reconocen que el espacio exterior es un “dominio diferenciado” del aéreo, la ESAN justifica envolver ambos en un mismo paquete estratégico por motivos “de eficacia para afrontar amenazas, mitigar riesgos comunes e interdependientes” y para una “mejor coordinación y gestión de los recursos”.
Frente a las amenazas que puedan comprometer la integridad, funcionalidad y sostenibilidad de los dominios aéreo y espacial, la Estrategia de Seguridad Aeroespacial 2025 se autodefine como “el instrumento que recoge el conjunto de medidas, políticas y acciones coordinadas destinadas a mitigar los efectos de éstas, asegurar la libertad de acción en las actividades aéreas y ultraterrestres, y proteger los sistemas y capacidades que operan en ambos dominios”.
Paralelismos con la Estrategia de Seguridad Marítima
El documento recalca que la Agencia Espacial Española (AEE), al estar adscrita al ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y también al de Defensa, contribuirá a “ordenar las competencias y establecer una política nacional que regule las actividades del sector público espacial y servir de guía al privado”, lo que parece dejar traslucir que, a estas alturas del siglo XXI, todavía se está en camino de lograr.
En tal sentido, la nueva Estrategia confirma que la AEE es responsable de redactar la propuesta de anteproyecto de la que será la primera Ley de Actividades Espaciales de España, que ya se encuentra “en proceso de elaboración”, y que debe definir los “requisitos de seguridad” necesarios para reglamentar las actividades espaciales públicas y privadas, así como para “defender los intereses propios en el contexto de la cooperación internacional”.
La ESAN también adelanta que la AEE tiene en fase de redacción la Estrategia Espacial Nacional, cuyos objetivos de seguridad y defensa “coordinará con el resto de los organismos competentes nacionales, europeos y de la OTAN”. Y confirma que está en tramitación un nuevo Real Decreto que actualiza otro de 1995, que establece el Registro Español de Objetos Lanzados al Espacio Ultraterrestre, cuya gestión asume el ministerio de Exteriores, aunque la ventanilla de solicitudes de inscripción está en el ministerio de Industria.
La Estrategia Aeroespacial 2025 guarda paralelismos en su estructura y contenido con la de Seguridad Marítima de marzo de 2024. No es de extrañar, porque el presidente del Consejo de Seguridad Aeroespacial y también del Marítimo ‒encargados de redactar los borradores de ambas estrategias‒, es el jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), en los dos casos el almirante Teodoro López Calderón, en el cargo desde enero de 2021.
Una de las semejanzas que salta inmediatamente a la vista es la relativa a los objetivos estratégicos, que en la Estrategia de Seguridad Marítima son, en primer lugar, “proteger España en y desde la mar; en segundo término “mejorar las capacidades marítimas”; y el tercero “contribuir a un océano más seguro”. Su equivalente Aeroespacial difiere en lo evidente: el número 1 es “proteger España en y desde el Aire y el Espacio”; el numero 2 está enfocado a “mejorar las capacidades de seguridad y defensa aérea y espacial”; y el número 3 busca “contribuir a un Aire y a un Espacio seguro y sostenible”.
Por el contrario, hay una diferencia que llama la atención. Si bien la Estrategia Marítima de 2024 recibe el nombre oficial de Estrategia Nacional de Seguridad Marítima, no ocurre así con su hermana aérea y espacial, que ha sido bautizada con el nombre de Estrategia de Seguridad Aeroespacial… Nacional, que figura al final de su denominación. Fuentes consultadas expresan que existen asesores jurídicos con distintos puntos de vista, pero parece razonable que a estas alturas de curso ya debiera existir un criterio formado al respecto.
El Spainsat NG-I entra en servicio a la espera de su hermano NG-II
Si la ESAN 2025 fue insertada en el BOE del 5 de agosto, aunque había sido aprobada por el Consejo de Seguridad Nacional en su reunión del 14 de julio, el satélite español de comunicaciones seguras Spainsat NG-I ya está en poder de Hisdesat desde el viernes, 8 de agosto.
En tal fecha, los técnicos del Centro de Control y Operación de Satélites de la compañía en Hoyo de Manzanares (Madrid) tomaron el pleno control de la astronave de manos del Centro de Control de Airbus Space Systems en Toulouse (Francia), responsable de propulsar el ingenio desde poco más de 400 kilómetros ‒en que fue situado en órbita a finales de enero por un cohete Falcón 9‒ hasta los 36.000 de su posición geoestacionaria final a 32, 9º Este.
Ya en su posición definitiva, los técnicos españoles han transferido al Spainsat NG-I de forma secuencial y ágil todos los servicios de comunicaciones que desde 2005 venía prestando el veterano satélite Xtar-EUR de Hisdesat, que la compañía ha confirmado que “ya está apagado” y en camino a la órbita cementerio, a varios centenares de kilómetros por encima de la órbita geoestacionaria de 36.000 kilómetros de la Tierra.
El primer y mayor cliente en tener cubiertas sus necesidades con el NG-I ha sido el ministerio de Defensa de España, que en un comunicado del 12 de agosto se apresuró a confirmar que desde el día anterior se había dado inició al proceso de transferencia “de todas las portadoras de comunicaciones” desde el Xtar-EUR “hacia el nuevo y avanzado Spainsat NG-I”, que amplía las capacidades en las bandas X, Ka y UHF de transmisiones y, además, cuentan con sistemas de geo-localización y protección frente a interferencias.
Ya se han transferido también de uno a otro satélite todas las comunicaciones seguras que Hisdesat cubre para los departamentos de Estado y Defensa de Estados Unidos y la Armada norteamericana, así como para el ministerio de defensa de Portugal y otros. Los nuevos clientes que aguardaban la entrada en servicio del NG-I, entre ellos la Alianza Atlántica, “durante la presente semana han comenzado a disponer de sus servicios”, confirman en la compañía.
El NG-I empezará a partir de septiembre a ofrecer cobertura a la Comisión Europea y a los países de la OTAN que han requerido los servicios de comunicaciones seguras del nuevo satélite español. Mientras tanto, en Toulouse se ultiman los preparativos para el traslado a Estados Unidos del Spainsat NG-II. Su lanzamiento al espacio está previsto para octubre de 2025 y, una vez en operación, ambos abarcarán desde Estados Unidos y Sudamérica hasta Oriente Medio, África, Europa y Singapur, cubriendo dos tercios del planeta.