Juegos Florales para acabar con los cuatro meses sin director de la Agencia Espacial Española
Lo primero que llama la atención es que, en la práctica, la AEE lleva cuatro meses sin director ejecutivo, que es la persona que goza de capacidad y responsabilidad para asumir la dirección, coordinación y gestión de la Agencia, según rezan sus Estatutos.
Cuatro meses sin director significa que el 33 por ciento del tiempo de vida de la Agencia no ha sido, no ha podido ser, todo lo eficiente que cabría esperar, por más que su director en funciones, el general del Aire Juan Carlos Sánchez Delgado, sea quien gobierne la nave desde finales de 2023 hasta que haya fumata blanca...
A mediados de enero se puso en marcha un Comité de Selección para solventar la sede vacante. Sus seis miembros han estudiado, analizado y valorado los documentos solicitados a los más de 20 candidatos que pugnan por convertirse en el nuevo jefe de la AEE.
El Comité también ha practicado entrevistas personales a una lista corta de preseleccionados. Con todos los datos en la coctelera, hace unas tres semanas que la presidenta de la AEE, la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, tiene sobre la mesa de su despacho en el Paseo de la Castellana de Madrid la terna de personas que el equipo evaluador considera que reúnen las condiciones más idóneas.
Juegos Florales Espaciales
Pero la AEE es bicéfala, está adscrita tanto a la cartera que desempeña Diana Morant como al departamento de Defensa que encabeza la magistrada Margarita Robles, que también debe conocer e informar sobre qué candidato considera más idóneo. Sin embargo, Defensa todavía no ha sido consultada, no sabe oficialmente quienes forman la terna y, por tanto, aún no ha expresado su parecer.
A la luz de los hechos descritos, es evidente que la ministra Morant ha decidido no correr. Ya se sabe que la prisa es mala consejera. Sobre sus hombros lleva las competencias de Ciencia, Innovación y Universidades y la presidencia de la AEE. Por si fuera poco, desde hace pocas semanas es la secretaria general de la rama del PSOE en la Comunidad Valenciana, aspecto de la lucha política en el que parece tener centrada su cabeza.
Así pues, teniendo en cuenta que los candidatos ya han sido evaluados en su experiencia y competencias en programar y gestionar proyectos espaciales científicos y tecnológicos, nada mejor que dedicar un segundo cuatrimestre a darle vueltas a las capacidades y aptitudes complementarias que debieran adornar al que vaya a ser el nuevo director de la AEE.
Así es que parece razonable que la ministra Diana Morant, exalcaldesa de Gandía (Valencia) y que a los 24 años fue fallera mayor de la bella ciudad ducal, la misma en la que nació San Francisco de Borja (1510-1572) ‒miembro de una de las familias más influyentes del Renacimiento español‒, convoque unos Juegos Florales Espaciales, especiales y restringidos.
De ese modo, tendría la oportunidad de discernir cuál de los tres propuestos escribe mejores versos y poemas, los declama con mayor emoción y son fuente de inspiración para que los científicos e ingenieros españoles desarrollen instrumentos y equipos para satélites, astronaves y cohetes.
Envidia de norteamericanos, rusos, chinos y japoneses
El hecho de que el responsable ejecutivo de la AEE estuviese en posesión de la Flor Natural, el máximo galardón que se concede al haber ganado en buena lid unos Juegos Florales, sería el acertado colofón del proceso selectivo.
Estarán de acuerdo conmigo en que lucir en la solapa de la chaqueta la Flor Natural de unos Juegos Florales Espaciales, provocaría la envidia de los jefes de las agencias espaciales de Estados Unidos (NASA), Rusia (Roscosmos), Japón (JAXA), India (ISRO), China (CNSA) por solo citar unas cuantas.
Para concluir. Los científicos, militares y directivos del sector espacial nacional a los que he tenido ocasión de preguntar piden que “sea quien sea el ungido, tenga una alta capacidad personal para llevar el timón de la AEE en un escenario europeo y global con una competencia que crece a diario”.
Son conscientes que al nuevo director “le esperan problemas difíciles de resolver, si tenemos en cuenta el tipo de proyectos que va a tener que gestionar”. Por tanto, anhelan que sea una persona “involucrada y buena conocedora del sector en sus vertientes militar y civil” y que sus propuestas y decisiones “sean apoyadas y reforzadas por la presidenta de la AEE y por la Administración”.
Es unánime el parecer de que “en la práctica, todavía no está constituida la AEE”. Hay muchas áreas, por ejemplo, lanzadores y observación de la Tierra, por solo citar dos ejemplos, en los que “la industria se siente huérfana, al no contar con un interlocutor en la Agencia”. En resumen, se necesita “alguien que se ponga rápidamente las pilas y ponga en velocidad de crucero a la nueva institución”. Sin duda, unos Juegos Florales serían la guinda del proceso de selección. Diana, no lo eches en saco roto.