El director general en funciones de la Agencia Espacial Española (AEE), Miguel Belló, ha pasado revista a las principales oportunidades estratégicas que han aflorado con la recién constituida organización, así como a los retos a los que, de forma consciente y voluntaria, va a planta cara.
En su intervención ante los principales directivos de la industria espacial y de defensa nacionales reunidos los días 26 y 27 de octubre en Sevilla, en un foro bajo el lema “la industria aeroespacial y de defensa en la geoestrategia española y europea”, Belló ha sacado a relucir las perspectivas que contempla y que confía en que repercutan en una mayor pujanza del sector.
¿Cuáles son las nuevas expectativas que han visto la luz? El director de la AEE recalca que se ha producido una “conjunción de numerosas oportunidades”. Entre ellas están los nuevos proyectos incluidos en el PERTE Aeroespacial, que va a superar los 5.000 millones de euros, todos con una línea estratégica y un objetivo para “generar sinergias y optimizar los recursos”. “La agencia, lo digo muchas veces, tiene que ser un comercial de la industria espacial de España en el resto del mundo”, ha afirmado.
Una iniciativa de gran relevancia es lograr que España adquiera un cierto grado de autonomía en el acceso al espacio. Belló subraya la urgencia de poner a punto un vector nacional para lanzar pequeños satélites. Proyecto de 45 millones de euros, sus adjudicatarios ‒un consorcio liderado por PLD Space y otro encabezado por Pangea Aerospace‒, están inmersos en el diseño y presentarán sus resultados a finales de año. Se evaluarán y se proseguirá con el desarrollo del que demuestre mayor grado de madurez y viabilidad, para tener completado el prototipo en diciembre de 2025.
Otra propuesta de suma importancia es la Constelación Atlántica, proyecto bilateral con Portugal “al que probablemente se sume Grecia dentro de pocas fechas y también el Reino Unido”, anticipa. Desde el punto de vista del usuario, el objetivo es desplegar en órbita baja una red con un mínimo de 16 pequeños satélites, para ofrecer datos e imágenes sobre la evolución del cambio climático y para gestionar las emergencias ante desastres naturales.

Apostar por IRIS2 de la Unión Europea
Desde la óptica industrial, Belló quiere concienciar que la fabricación de satélites “está cambiando, se tiene que parecer más a la automoción” y hay que dar los primeros pasos para “comenzar la producción en serie de satélites”. Y confirma que el concurso para desarrollar y fabricar los ocho del total de 16 ingenios que corresponden a España “lo va a sacar la Agencia Espacial Europea (ESA) en el mes de noviembre”.
Pone hincapié en que el futuro de la seguridad “pasa por las claves cuánticas” por lo que ya hay en marcha un proyecto “muy ambicioso” de la secretaria de Estado de Telecomunicaciones dotado con 125 millones de euros. Pretende establecer las bases de un sistema de transmisión de claves cuánticas (QKD) desde orbitas geoestacionarias a 36.000 kilómetros y desde órbitas bajas a menos de 5.000 kilómetros.
Uno de los grandes proyectos que se abre paso desde Bruselas y que también valora como una “nueva oportunidad” es la “estratégica respuesta europea a las mega constelaciones norteamericanas”. Su nombre es IRIS2 y, en ella, “Hispasat está en el “core team” del proyecto y, además, va a liderar las operaciones”. Adelanta que Hisdesat tiene “en fase de negociación” su entrada el equipo industrial.

Apunta que IRIS2 “va a empezar con 2.000-3.000 millones de euros, a semejanza de los comienzos de iniciativas como Galileo, de posicionamiento global, y Copernicus, de observación de la Tierra. Pero vaticina que “va a acabar en los 15.000-20.000 millones, porque se convertirá el gran sistema europeo de conectividad segura”. Y ha incidido en que otra línea de oportunidad está en el incremento del presupuesto de Defensa hasta el 2 por ciento del PIB en 2029, de los que alrededor de los 4.000 millones estarán dedicados al espacio.
El hecho de que exista la agencia y haya un interlocutor para asuntos espaciales ha generado “una amplia cantidad de reuniones y oportunidades por todo el mundo”. A finales de mayo visitó Sevilla y Madrid el administrador de la NASA, Bill Nelson, y se firmaron los acuerdos Artemis “para colaborar en proyectos sobre la Luna y Marte”.
Confirma que la AEE “está hablando con Malasia ‒para un tema de navegación por satélite‒, con Argentina, Grecia, Canadá y la republica Checa” y recuerda que el primer acuerdo bilateral que la agencia ha suscrito ha sido con la Agencia Espacial de México, “con la que tenemos muchas posibilidades de colaborar”.

Acometer una estrategia y un plan nacional del espacio
“Por primera vez hemos estado en foros internacionales donde se debaten temas espaciales trascendentales de actualidad”. Ha desvelado su presencia en la cuarta edición sobre Economía Espacial que congregó en julio pasado en Bangalore a los responsable de las agencias de los países del G20 y de otras naciones del mundo. Afirma que España no había sido invitada antes, “porque no teníamos agencia espacial”, sentenció.
Además de proyectos con clara repercusión industrial, hay otras iniciativas de carácter programático de gran repercusión en todos los órdenes. Una consiste en redactar una estrategia espacial nacional, lo que define como una estrategia “de país”. La instauración de la agencia ha sacado a la luz que cada uno de los 11 departamentos con competencias en espacio tiene “estrategias distintas”. Así es que la AEE pretende “concebir una única estrategia, que ofrezca una visión conjunta del espacio en todos los campos”, subraya Belló.

Otra línea de actividad que el patrón de la AEE también señala como “nueva” es instaurar el germen de un programa nacional del espacio. Por el momento, “toda la actividad espacial de España está dentro de la ESA, lo cual está muy bien, lo vamos a seguir apoyando y subiendo en nuestra contribución”, afirma Belló. “Pero, de forma simultánea, queremos empezar a retomar un programa nacional, que hace unos años existía y que se fue diluyendo”.
A renglón seguido manifiesta que “todavía no es posible afrontarlo”, porque el Gobierno está en funciones. Pero que una vez haya un ejecutivo establecido, “inmediatamente sacaremos un concurso para dar vida a ese plan nacional”, que va a comenzar con un presupuesto de 70 millones.

El objetivo es, “poco a poco, contar con un programa del mismo nivel que la aportación de España a la ESA”, como hace años que tienen otros países. Remacha que se pretende llevar a cabo “sin restar, por supuesto nuestra contribución anual ni peso específico en la ESA, que ha sido clave para la industria española y nos ha posicionado donde estamos”.

Otro objetivo que se marca la AEE y que su director asegura que es “un tema urgente” es proponer al Parlamento “una ley de Espacio, de la que España carece”. Sin olvidar el reclutamiento de talento y apoyar las inversiones en el sector. “Tenemos un problema de aportar financiación pública y privada a nuestras industrias espaciales, a diferencia de lo ocurre en el resto del mundo”.