Anwar Gargash confía en que se reduzca la tensión en Oriente Medio

Raúl Redondo

Pie de foto: El ministro de Estado de Asuntos Exteriores de EAU, Anwar Gargash. AFP/ KARIM SAHIB 

El ministro de Estado de Asuntos Exteriores de Emiratos Árabes Unidos (EAU), Anwar Gargash, concedió una entrevista al medio de su país The National, dentro del marco del Foro Globsec de Bratislava (Eslovaquia), en la que se refirió en profundidad al candente asunto de la seguridad y estabilidad de Oriente Medio, amenazadas por la actitud de Irán, país acusado de haber generado tensión en la región tras determinados episodios de los que ha sido responsabilizado, como el sabotaje de cuatro petroleros (de bandera saudí, emiratí y noruega) en aguas del puerto emiratí de Fujairah y los ataques con drones a instalaciones armamentísticas y de almacenaje de petróleo en territorio de Arabia Saudí, perpetrados por los hutíes (rebeldes apoyados por Irán en la guerra de Yemen).

Informes sobre estos ataques realizados por Arabia Saudí, EAU y Noruega fueron remitidos al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) de cara a su investigación, y, precisamente, este extremo podría servir para que se reduzca la tensión en Oriente Medio, según comentó Anwar Gargash a la publicación The National. Para Gargash, una completa investigación sobre el asunto, con diversos Estados envueltos, era básica para tratar este tema antes de que las responsabilidades fuesen atribuidas. 

“Nosotros hemos sido bastante minuciosos en asegurarnos de que nuestros amigos y aliados son parte de esta investigación, sin aventurar conclusiones y asegurándonos de que la presentación de los hechos es real”, indicó Gargash.

Pie de foto: El ministro de Estado de Asuntos Exteriores de EAU, Anwar Gargash. AFP/ KARIM SAHIB 

Previo a esta presentación de hechos y pruebas, que podrían atestiguar que Irán fue el responsable de los ataques referidos, destacados miembros de la comunidad árabe ya apuntaron a Irán y a elementos próximos a la esfera de Teherán como los culpables de haber llevado a cabo estas ofensivas contra intereses de países ‘enemigos’ como Arabia Saudí y EAU. 

Tras estos lamentables episodios, se celebraron las cumbres de emergencia de La Meca, convocadas por el rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz al Saud, de cara a analizar lo ocurrido. En las resoluciones de estas reuniones se apuntó que el régimen de los ayatolás era el responsable de estos ataques, que suponen una amenaza real de acabar en un conflicto armado a mayor escala, y de llevar a cabo una intolerable injerencia en los asuntos internos de otros países; como en el caso de la guerra de Yemen,en la que apoya a los rebeldes hutíes, milicias chiíes que intentan socavar el Gobierno yemení y que luchan contra una coalición liderada por Arabia Saudí para contrarrestar la presencia saudí y de la rival rama suní del islam en la zona. 

Ante tal situación, Gargash hizo un llamamiento a la “paciencia” y a la “desescalada” para reducir tensiones, y, además, dejó claro que una guerra no es de ninguna de las maneras deseable. “Nosotros claramente no queremos ver una guerra en nuestra región, la cual toda la zona pagaría caro”. 

El ministro de Estado de Asuntos Exteriores emiratí también instó a la nación persa a cambiar de actitud porque los últimos años han sido excesivamente difíciles debido a la política llevada a cabo por los iraníes sobre el terreno. Una postura que podría cambiar a través de las sanciones impuestas sobre Irán por parte de Estados Unidos y, sobre todo, con la investigación en la sede de Naciones Unidas sobre los ataques a petroleros y a intereses saudíes. 

Pie de foto: Una foto tomada frente a las costas de Fujairah muestra al petrolero noruego Andrea Victory, uno de los cuatro dañados. AFP PHOTO/Consejo Nacional de Medios de Comunicación de Emiratos Árabes Unidos

En el marco de la charla con The National, Anwar Gargash identificó tres áreas en las que Irán debe reflexionar para evitar que siga creciendo la escalada de tensión hasta un límite en el que no haya vuelta atrás. Estas son su programa nuclear, su desarrollo de misiles balísticos y su política regional.

En relación al peligro sobre su programa nuclear, cabe destacar que EEUU ya abandonó en 2015 el pacto en materia nuclear suscrito con Irán y otros países como Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania; a raíz de lo cual impuso sanciones políticas y económicas a la nación iraní, siendo una de las de más peso la relativa al petróleo (principal vía económica iraní), mediante la retirada de las exenciones a la compra de petróleo iraní de la que disfrutaban los países de China, Turquía, India, Japón, Corea del Sur, Taiwán, Italia y Grecia. Una postura que no amedrentó al Estado persa, que respondió anunciando que seguiría comerciando con su crudosuspendiendo durante 60 días de su pacto nuclear y amenazando con bloquear el estrecho de Ormuz, principal paso de la ruta comercial de petróleo en el mundo.

Gargash dejó claro que EAU había apoyado las sanciones de Washington con la perspectiva de un “cambio de comportamiento de Irán en la región”, para evitar así un conflicto mayor. Posterior enfrentamiento que el propio Donald Trump, presidente de EEUU, dijo que quería evitar fomentando el diálogo con Irán. Unas conversaciones que deberían fructificar porque, si no se da el caso, podría llegarse incluso a la guerra. “Preferiría que no, pero siempre hay una oportunidad”, indicó el propio Trump, quien expresó, durante su reciente visita oficial a Reino Unido, que “Irán era una nación terrorista y, probablemente, lo sigue siendo hoy”.

Pie de foto: Barcos de la Marina de EAU junto al petrolero saudita Al Marzoqah en el puerto de Fujairah. REUTERS/SATISH KUMAR

Sobre todo, teniendo en cuenta ataques como los ocurridos contra buques petroleros en Fujairah, los cuales John Bolton, consejero de Seguridad Nacional de EEUU, atribuyó “con casi total seguridad” a minas navales iraníes. “Está claro que Irán está detrás del ataque de Fujairah”, expresó Bolton.

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