Teresa Guardans: “Una inversión financiera responsable puede mejorar la vida de las personas que habitan en el continente africano”
Barcelona acogió la Africa Spain Business Summit para analizar los vínculos económicos y comerciales entre África y Europa, más concretamente España.
Oryx Impact, una firma dedicada a invertir capital en el continente africano para generar puestos de trabajo y generar desarrollo económico, fue protagonista en la apertura del foro. Su fundadora, Teresa Guardans, intervino con una ponencia dedicada a cómo mitigar los riesgos de invertir en África.
¿Qué papel deben desempeñar foros como este y qué expectativas tiene para usted y su organización?
Me parece interesante mantener foros como este, sobre todo desde el punto de vista de dar a conocer la realidad africana, porque no conocemos las oportunidades para invertir de manera responsable y consciente en África.
Hablamos mucho de los retos, hablamos mucho de las dificultades, pero es muy importante dar también a conocer las realidades positivas que tiene el continente y creo que es importante oírlo de ellos mismos. Por lo tanto, me parece muy relevante que se celebren foros como éste.
Si algo caracteriza a África es su enorme diversidad: 54 países diferentes, el área de libre comercio más grande del mundo, infinitas posibilidades de cara al futuro. Como señalan ustedes desde Oryx Impact, ¿por qué África? ¿Qué ofrece este continente a los inversores y empresarios españoles?
Nosotros somos inversores de impacto: buscamos una rentabilidad financiera, pero también social y medioambiental.
África es el continente donde se debe invertir en impacto, en el sentido de que, mediante una inversión financiera responsable, puedes mejorar la vida de las personas que habitan en el continente, cambiarla y darles una mejor oportunidad en este mundo.
Hay muchas oportunidades en África, no sólo en los sectores de microfinanzas o de fintech, sino también en educación, salud, acceso a energías, inclusión financiera y todo el tema de la tecnología, cómo está cambiando la sociedad. Y hacerlo desde nuestro punto de vista, con un enfoque de género, es muy importante.
Nosotros invertimos con tres temas de impacto, que son: creación de empleo estable, mitigación y, sobre todo, adaptación al cambio climático con soluciones de resiliencia y adaptación, e igualdad de género, más oportunidades para mujeres y niñas en el continente.
Desde su compañía promueven inversiones de impacto, como nos acaba de contar, que proporcionan beneficios tanto financieros como medioambientales y sociales basados en la colaboración público-privada. Queremos hacer hincapié en eso. ¿Qué sectores contemplan como los más prometedores en África y los más interesantes para los inversores europeos?
Vemos grandes oportunidades y mucha necesidad en el campo de las energías renovables, de acceso a energía, educación, salud, todo lo que conlleva tecnologías, inclusión financiera, temas de movilidad…
Realmente hay muchas oportunidades y nosotros queremos ver también que África es muy diversa en cuanto a los 54 países que he mencionado, pero también en cuanto a oportunidades que se ofrecen en el continente.
¿Nos puede contar una de las acciones que realiza para servir de ejemplo?
Sí. Lo que hacemos es que no invertimos directamente, sino que promovemos un fondo de fondos, es decir, lo que hacemos es invertir con fondos con presencia local en el continente africano.
Para nosotros es muy importante obtener esa rentabilidad financiera, pero también desarrollar ese ecosistema de inversión de impacto en el continente, contribuir a ese desarrollo.
¿Y cómo hacen eso?
Lo hacemos empoderando a los gestores de impacto que están presentes en el continente africano, conectándolos unos con otros.
Hasta la fecha, hemos hablado y analizado más de 300 fondos de capital privado con intencionalidad de impacto en el continente africano. Tenemos toda la información digitalizada.
Por ejemplo, si alguien está trabajando en una solución en el sector de salud en Kenia y vemos otro fondo que está invirtiendo en algo parecido en Nigeria, los ponemos en contacto, porque es muy importante poder escalar esas soluciones fuera de las fronteras, poder ayudar a una cooperación intrarregional más importante y así hacer crecer los negocios.
Nosotros hacemos nuestro fondo de impacto, pero también tenemos uno de asistencia técnica importante para ayudar a los gestores a medir con criterios de ASG y de impacto. Es complicado, porque no hay estándares claros, pero creemos que es importante hacerlo para que lo integren plenamente en sus procesos de decisión y, a la vez, que atraigan más capital privado, muy necesario en el continente, hacia las inversiones de impacto.
De cara al futuro, ¿qué obstáculos hay que eliminar para que inversores y empresarios europeos contemplen el continente africano como lo que es: un enorme mercado con infinitas posibilidades de desarrollo?
Hace falta mostrar historias de éxito, un cambio de narrativa también sobre qué es lo que se cuenta sobre África, y también es importante hacer una inversión desde nuestro punto de vista diversificada, porque hay riesgos en todas partes.
Lo que tenemos que intentar obtener es una inversión que tenga un efecto neto positivo, y cada inversión tiene un efecto y un impacto, pero para nosotros lo importante es diversificar y disminuir el riesgo también mediante el Fondo de Asistencia Técnica, colaboración pública-privada, con financiación combinada, también con garantías, para ese inversor que todavía no ha invertido en África y le da miedo que entre, que vea y luego escoja en qué campo le gustaría especializarse más.
Sobre todo, porque hay que convencerse de que la estabilidad y el progreso de África es la estabilidad y el progreso en Europa.
Absolutamente, y nosotros defendemos plenamente la migración y todos hemos vivido en sitios distintos, pero ha sido nuestra propia elección, no ha sido de una manera desordenada o desesperada.
Nadie quiere dejar su país de origen en busca de no se sabe bien qué. Nosotros creemos que es muy importante crear oportunidades en los países de origen para que las personas puedan decidir libremente y de una manera digna dónde prefieren vivir. Y si uno tiene una interesante oportunidad para vivir dignamente en su país de origen, pues seguramente no intentará cruzar el Mediterráneo arriesgando todo lo que tiene.