Emiratos quiere posarse en uno de los asteroides que acechan desde más allá de Marte
La Unión de Emiratos Árabes se ha comprometido de lleno en la más ambiciosa iniciativa espacial de todas que las que ha asumido hasta el presente. Y lo ha hecho en plena celebración del 50 aniversario de la fundación del país.
Proyecto que se acaba de hacer público, de nombre todavía no desvelado y cuyo desarrollo se prolongará durante los próximos seis años, su finalidad principal es explorar entre los años 2030 y 2033 un total de siete cuerpos del cinturón de asteroides existente entre Marte y Júpiter. Esa zona del Sistema Solar es el origen de la mayoría de los objetos planetarios que pasan cerca de la Tierra y representan un riesgo potencial de impacto y un peligro para la vida en nuestro planeta.
La nueva misión también pondrá su mirada en Venus, nuestro vecino planetario más próximo al Sol. En palabras de la ministra de Ciencias Avanzadas y presidenta de la Agencia Espacial de Emiratos, Sarah Al Amiri, supera las expectativas y tiene un grado de complejidad “cinco veces mayor” que la sonda marciana Al Amal, lanzada en julio de 2020 y que desde febrero sigue recabando información sobre la atmosfera de Marte, nuestro vecino más allá del Sol.
La dificultad de la misión es de tal envergadura porque al final de su trayectoria, la sonda intentará posarse sobre la superficie del último de los asteroides que haya visitado. Y la falta de gravedad existente en cualquiera de ellos acarrea que el descenso de una sonda sobre un asteroide entraña grandes dificultades muy difíciles de superar desde el plano de la tecnología.
El anuncio del proyecto tuvo lugar el 5 de octubre, en una ceremonia a la que asistieron las principales autoridades del país, encabezadas por el jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum, vicepresidente, primer ministro y gobernante de Dubái. Impulsor de la presencia de Emiratos en la exploración espacial a la que contempla como una prioridad nacional, “nuestro viaje hacia el desarrollo y el progreso no tiene fronteras ni limitaciones porque invertimos para las generaciones venideras”, ha subrayado.
Su lanzamiento al espacio está programado para 2028 desde Japón y a bordo del nuevo cohete H-III o del fiable y veterano H-IIA, el responsable de situar camino de Marte a la sonda Al Amal. En el plano tecnológico, el proyecto está liderado por el Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial (LASP) de la Universidad de Colorado, Boulder, que ya tuvo semejante papel en la misión Al Amal al Planeta Rojo.
Si Emiratos logra el reto de posarse sobre un asteroide, sería el tercer país en conseguirlo, tras Estados Unidos y Japón. Pero sería el cuarto si China lo hace antes con su sonda Zheng He, que despegará en 2025 y debe recoger muestras del asteroide 469219 y traerlas a la Tierra.
Considerada en la esfera de internacional como la nación con uno de los programas espaciales de más rápido crecimiento del mundo, el anuncio del proyecto es un acicate para despertar el interés de los miles de asistentes al 72º Congreso Internacional de Astronáutica que del 25 al 29 de octubre se celebrará en Dubái. Aunque se ha dicho que los detalles de la misión ‒instrumentos, objetivos científicos y pantallas de protección frente al Sol‒ se darán a conocer en 2022, es muy posible que durante alguna de las sesiones del Congreso se amplíe la escasa información facilitada hasta el momento.
La nueva misión interplanetaria está concebida para acelerar aún más la ingeniería espacial emiratí, la investigación científica, sus capacidades de exploración y para impulsar la innovación y las oportunidades en el ámbito privado. Se pretende que sirva para que las compañías del país tengan prioridad en los contratos relacionados con ella, que contribuya a asentar en su territorio a empresas del sector espacial, que ayude a capacitar a jóvenes ingenieros y técnicos, y que incremente la colaboración entre las universidades y centros de investigación de Estados Unidos y Emiratos.
A pesar de su proximidad a nuestro Planeta Azul, el tamaño y evolución de Venus son muy diferentes a los de la Tierra. La temperatura media en su superficie es de alrededor de 471º centígrados, lo que lo convierte en el planeta más caliente de nuestro sistema solar. A ello se añade que el conocimiento que los científicos tienen de él todavía presenta grandes interrogantes. Por ejemplo, no existe seguridad respecto a si alguna vez tuvo mares u océanos. Tampoco sobre la composición de su atmósfera.
El interés de Emiratos por los asuntos ultraterrestres se materializó en 1997 con el lanzamiento al espacio de su primer satélite de comunicaciones comerciales, Thuraya, al que han seguido otros. Tuvieron que pasar más de 20 años para que en 2019 volviera a estar presente con otro proyecto: enviar a la Estación Espacial Internacional a su primer astronauta, Hazza Al Mansouri.
En febrero de este año se convirtió en uno de los cinco países en colocar y mantener una sonda espacial alrededor de Marte, tiene en marcha el desarrollo del todoterreno lunar Rashid y hace unos meses acaba de sumar dos jóvenes astronautas ‒un hombre y una mujer‒ a su proyecto espacial tripulado.
En Estados Unidos, la NASA que dirige Bill Nelson está preparada para enviar al espacio una misión semejante desde Cabo Cañaveral, en la costa del estado de Florida. De nombre Lucy, también va a sobrevolar siete asteroides entre 2025 y 2033. Construida por la corporación Lockheed Martin, dispone de dos grandes paneles solares circulares para que pueda generar la energía necesaria para el funcionamiento de sus instrumentos a bordo. Su ventana de despegue se abre el próximo 16 de octubre y se cierra el 7 de noviembre.
Seis de ellos son de los denominados “troyanos”, apelativo que se asigna a los que están emplazados en la órbita de Júpiter ‒que siguen al citado planeta en su trayectoria alrededor del Sol‒ y no están en el cinturón principal entre Marte y Júpiter. Se trata de objetos originados en diferentes partes del sistema solar, que posteriormente han sufrido una especie de mezcolanza de asteroides de muy diferentes clases.
