Paz 2, el programa militar de doble uso con el que Sánchez quiere sorprender a la UE y a la OTAN
De la noche a la mañana, el presidente Sánchez ha pasado de mantener relegado en el olvido a Paz 2, uno de los más importantes programas estratégicos de las Fuerzas Armadas españolas, a convertirlo en el abanderado de la colaboración público-privada con el que pagar las cuotas voluntariamente-obligatorias impuestas por la UE y la OTAN para fortalecer las capacidades militares de España.
De repente, las excusas y retrasos acumulados durante más tres años se han convertido en certezas y prisas cuando Pedro Sánchez, para poder sacar adelante el postergado desarrollo, fabricación y puesta en órbita de los nuevos satélites de reconocimiento militar Paz 2, ha visto que el plan ReArmar Europa de Bruselas le brinda una excepcional ventana de oportunidad que no está dispuesto a desaprovechar.
El presidente pretende “dar la campanada” ante sus 27 socios de la UE y los 32 de la OTAN porque, en los próximos meses, quiere esgrimir su Gran Plan de Seguridad y Defensa, uno de cuyos principales ingredientes es Paz 2, un sistema de satélites espía del máximo interés militar… pero también de utilización civil: para controlar el medio ambiente, proteger recursos naturales, urbanismo, planificar y vigilar infraestructuras, evaluar catástrofes naturales y cartografía de alta resolución, es decir, lo que se denomina doble uso. Además, será parte sustancial de la contribución española a Copernicus, proyecto conjunto de la UE y la Agencia Espacial Europea (ESA) para supervisar la salud del planeta Tierra.
Se trata de satélites en la vanguardia del estado del arte, que van a embarcar tecnología radar de apertura sintética ‒SAR, por su acrónimo en inglés‒ y que emiten señales de microondas capaces de obtener imágenes de muy alta resolución de cualquier zona de la Tierra y bajo cualquier condición atmosférica: ver de noche, a través de nubes y con vegetación densa. Así es que Sánchez confía en “matar cuatro pájaros de un tiro”: salvar la cara ante Bruselas y frente a la OTAN y, en el plano nacional, conseguir los menores reproches posibles por parte de sus aliados de Gobierno y el visto bueno de la opinión pública española.
La ocasión actual es la idónea ya que, durante los últimos tres años, la ministra de Defensa, Margarita Robles, no ha encontrado la ocasión propicia para obtener el plácet del Consejo de Ministros. Y es que dado el elevado coste plurianual que conlleva afrontar el sistema Paz 2 ‒un secreto guardado a cal y canto, pero que estará entre los 700 y 1.000 millones de euros‒, la autorización del Consejo de Ministros es el primer eslabón para dar paso a la firma de un convenio de colaboración entre el Ministerio que regenta la magistrada Robles y la compañía Hisdesat que dirige Miguel Ángel García Primo.
Una luz verde que llegará con tres años de retraso
Tal convenio, en estado durmiente desde hace más de 30 meses, representa el pistoletazo de salida para que Hisdesat pueda designar al contratista principal que tiene que hacer realidad a los dos grandes ingenios gemelos. Con mucha probabilidad será Airbus Space Systems España en su gran factoría de Getafe, en las inmediaciones de Madrid, cuyo equipo técnico especializado en antenas planas de tecnología radar SAR en banda X, el principal instrumento a bordo de los nuevos satélites, es una referencia en toda Europa.
Paz 2 es un programa patrocinado y tutelado por Defensa, pero que está capitaneado y bajo la responsabilidad de Hisdesat, la sociedad propietaria de los satélites, que antes de final de año quedará bajo control efectivo de Indra, que desde el 19 de enero preside Ángel Escribano, después de que la Moncloa haya aupado a su anterior presidente, Marc Murtra, a la presidencia de Telefónica.
La importancia de contar con dos satélites Paz 2 es enorme, aunque el programa nacerá con un importante retraso para relevar a su hermano mayor de 1,3 toneladas de nombre Paz ‒de ahí lo de Paz 2, su siguiente generación‒, que fue fabricado para tener una vida operativa en órbita de cinco años, tiempo que ya ha superado con creces. Posicionado a 514 kilómetros de altura, Paz lleva en el espacio desde el 22 de febrero de 2018 y ya ha cumplido siete años de funcionamiento, lo que significa que ha rebasado en más del 40 por ciento el tiempo que los ingenieros estimaron que podría prestar servicio sin contratiempos.
El Jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Teodoro López Calderón, tiene consignado el programa como un proyecto de alta prioridad, incluido en el Objetivo de Capacidades Militares que recoge las necesidades a corto plazo de las Fuerza Armadas españolas. Y la ministra Margarita Robles y su secretaria de Estado, Amparo Valcarce, lo tienen reflejado en la llamada Lista Única Integrada, documento también secreto, que prioriza las urgencias para dotarse de armamento, material, infraestructuras, personal y sistemas de información y comunicaciones para los Ejércitos y la Armada.
Sin embargo, debido a la complejidad de las tecnologías que llevan a bordo, aunque el desarrollo de los Paz 2 se inicie en lo que resta de 2025, el primero de los dos no estaría listo para su despegue hasta el horizonte 2029-2030, “tiempo en el que muy difícilmente Paz todavía seguiría prestando servicio”, precisa una de las varias fuentes consultadas que conoce el programa y que prefiere el anonimato por razones de confidencialidad. Y si se rompiera la cadena suministro de imágenes radar, “los clientes de Hisdesat de terceros países buscarían otras alternativas, al igual que el Estado Mayor de la Defensa”.
El Rolls-Royce de los satélites radar SAR
No obstante, una segunda fuente consultada detalla que Paz es un satélite “que funciona muy bien”, lo que ha permitido a Hisdesat “ahorrar mogollón de propulsante” y alargar su vida de servicio, prefijada en origen hasta el 5 septiembre de 2023. Pero en julio de 2023, Amparo Valcarce y Miguel Ángel García Primo firmaron una extensión del acuerdo por cinco años de los servicios que presta Paz, hasta el 5 de septiembre de 2028.
Un tercer experto es del parecer que el veterano Paz va a permanecer “activo y sin degradarse hasta cumplir 10 años o incluso más”. Pero conocer cuánto tiempo adicional mantendrá sus prestaciones originales “es muy difícil saberlo” porque, en el espacio exterior “de pronto surgen situaciones que provocan el apagón”. Otro técnico en la materia alerta del riego que se asume al prolongar la utilización del Paz muy por encima de su vida prevista. En su opinión, “al JEMAD no se le puede dejar sin un instrumento como Paz”, que se ha revelado “importantísimo para la protección de las tropas españolas en el exterior y para ayudar a gestionar el terremoto de La Palma y el desastre de la DANA en Valencia”.
Un cuarto confidente subraya que “las Fuerzas Armadas españolas no deberían rebasar los límites de tiempo razonables de servicio de Paz y poner en juego las capacidades nacionales para obtener inteligencia bajo cualquier condición atmosférica y meteorológica”. En lo que hay práctica unanimidad es en que los Paz 2 “van a ser los satélites radar más avanzados del mundo… así de contundente se lo digo”.
En la misma línea, otro afirma que serán “el top, del top, del top” y un tercero puntualiza que si se tratara de automóviles “llevarían la marca Rolls-Royce”. Y es que “van a tener un ancho de banda de 1.200 Mhz, que es todo lo que la regulación internacional permite hoy en día a las señales radar”. Eso no era posible en la década en que se fabricó Paz, por lo que los nuevos satélites “van a multiplicar unas 16 veces las capacidades de observación de Paz en cuanto a resolución y calidad de las imágenes”.
Los analistas españoles en interpretación de imágenes radar se han sorprendido de la calidad y cantidad de información que pueden extraer de las imágenes y datos que brinda Paz, de 1.350 kilos y con una antena radar de 4,8 x 0,70 metros. La estructura externa de la vieja y la nueva generación de Paz es hexagonal, pero los nuevos tendrán una masa del orden de las 4 toneladas, su antena será casi el doble de grande, lo que permitirá obtener una resolución “mucho mayor, del orden centimétrico… muy por debajo de 1 metro”, dato concreto que está clasificado como secreto.
Sin embargo, se sabe que los Paz 2 y su sofisticada antena van en cabeza del estado del arte europeo, por lo que su resolución para identificar objetos en el suelo rondará los 30 o 40 centímetros, pero, con la salvedad que puntualiza uno de los consultados: “Son satélites que aportarán mucha, pero que mucha precisión… pero ¡ojo!... Hay que tener en cuenta que no están concebidos para leer las páginas de los periódicos desde el espacio”.