Los retos de PLD a 18 meses del anunciado vuelo inaugural de su cohete Miura 5
Los próximos 18 meses son claves para el futuro empresarial de PLD Space, la primera compañía privada española cuya finalidad última es ofrecer servicios de lanzamiento orbitales con sus propios cohetes.
El año y medio que transcurre desde ahora hasta finales de diciembre de 2025 tiene para PLD carácter decisivo por diferentes razones. Una de ellas radica en que la compañía asentada en Elche ‒a 27 kilómetros de Alicante‒ espera una masiva respuesta a su programa Miura 5 Spark.
Se trata de una iniciativa difundida a escala mundial para que universidades, centros de investigación y empresas de todo el mundo confíen en el Miura 5, el lanzador comercial que PLD tiene en proceso de desarrollo. La compañía fundada en 2011 por Raúl Verdú y Raúl Torres acaba de hacer un llamamiento general para posicionar en la órbita baja de la Tierra a diminutos ingenios, experimentos y ensayos… sin coste alguno para quienes se decidan a ponerse en manos del Miura 5.
A lo que aspira PLD es a que “centros de I+D+i, instituciones oficiales, entidades comerciales y estudiantes presenten propuestas creativas para resolver desde el espacio retos existentes en la Tierra”, recalca PLD. En su reciente campaña de comunicación a escala internacional, PLD insiste en que “el primer vuelo de demostración del Miura 5 está previsto para el último trimestre de 2025”. Y el segundo “está planeado para el primer trimestre de 2026”.
Pero quedan 18 meses para que el anunciado primer vuelo del Miura 5 ‒lanzador de dos etapas de más de 34 metros de altura, equivalente a un edificio de 11 plantas‒, se pueda hacer realidad en las últimas fechas del próximo año. Profesionales del sector consultados consideran “prácticamente inviable” que tal importante hito pueda cumplirse en tan corto periodo de tiempo ¿Razones? No faltan.
Poner a punto el sistema de propulsión y mucho más
Una de las primeras carencias es que los motores cohete de las dos etapas de propulsión del Miura 5 aún no están a punto. PLD todavía tiene que ultimar el desarrollo de dos potentes y nuevas versiones de la familia Teprel que, para los ingenieros de PLD, representa todo un desafío tecnológico en el que aun trabajan en sus componentes y mecanismos.
Los ensayos se deben efectuar en el banco de pruebas que la compañía posee en sus instalaciones del aeropuerto de Teruel, pero cabe la posibilidad de que sea en otro lugar de España o del extranjero. Se trata del motor Teprel-C, que está basado en una arquitectura de ciclo abierto alimentada por una turbo bomba accionada por un generador de gas.
Una vez certificado tras conseguir que funcione durante 182 segundos y proporcione un empuje de 950 Kilo Newton, hay que ensayar al completo el sistema de propulsión de la etapa principal, que consta de cinco Teprel-C y que deben funcionar con una perfecta sincronización.
También hay que probar y certificar la denominada versión Teprel-C vacuum, el único motor cohete que propulsará la segunda etapa del Miura 5 y que debe acreditar que funciona durante 420 segundos y proporciona un empuje de 50 Kilo Newton. Su tecnología tiene que estar adaptada a las condiciones de micro gravedad existentes en la órbita baja y, además, ser capaz de realizar un reencendido.
Los directivos de PLD se apoyan en las enseñanzas extraídas de los resultados del vuelo inaugural del Miura 1 de octubre de 2023, pero el salto tecnológico entre ambos micro lanzadores es enorme. No hay que olvidar que la primera etapa del Miura 5 se quiere que sea recuperable y reutilizable, lo que comporta un nuevo y critico sistema de navegación, guiado y control.
No es de descartar que sea en 2026, 2027…
En el plano de las infraestructuras. La nueva factoría de PLD donde se va a montar la cadena de producción del Miura 5 sigue en construcción y las instalaciones para el despegue del micro lanzador español desde la Guayana francesa ni siquiera han comenzado. Las previsiones de PLD son su inauguración tenga lugar antes de que concluya el presente mes de julio y que las obras en la base espacial de Kourou den comienzo en el segundo semestre.
Lo que va viento en popa son las acciones de relaciones públicas de PLD. La compañía ha visto refrendada en los últimos días sus expectativas con la visita del director general de la Agencia Espacial Europea (ESA), el austríaco Josef Aschbacher, y su director de Transporte Espacial, el danés Toni Tolker-Nielsen, Ambos se han desplazado hasta Elche para conocer de manera directa los progresos en el Miura 5, acompañados por la presidenta de la Agencia Espacial Española (AEE), la ministra de Ciencia Diana Morant, y el director de la citada institución, Juan Carlos Cortés.
Los funcionarios europeos y españoles tuvieron una reunión técnica con el presidente ejecutivo de PLD, Ezequiel Sánchez, y los dos cofundadores, Raúl Verdú y Raúl Torres. También mantuvieron un encuentro con los más de 170 profesionales de la compañía, a los que Josef Aschbacher les expresó estar “muy impresionado” por su trabajo. En su cuenta de X, Aschbacher dejó constancia de que “la industria espacial española es muy competitiva y de primer nivel en casi todos los ámbitos”.
La ESA y la AEE, junto con el CDTI, bancos y empresas españolas financian el desarrollo del Miura 5, cuyo éxito es imprescindible para la credibilidad del sector nacional de lanzadores. El mérito de PLD es impresionante, pero un vuelo inaugural a finales de 2025 es imposible en la práctica. Y en la ESA, la AEE y PLD lo saben. No es de descartar que siguiendo la fórmula utilizada por la Agencia europea con el Ariane 6 y por PLD con el Miura 1, dentro de algo más de medio año, el primer lanzamiento del Miura 5 se posponga seis meses, luego otros seis más y así a lo largo de dos o tres años.
Las autoridades españolas tienen los datos, deben ser realistas y decir las cosas claras: no es viable un despegue de demostración del Miura 5 para finales de 2025. En cambio, si es posible, aunque difícil, tener concluido el desarrollo del cohete para tales fechas. Así pues, que PLD siga anunciando erre que erre el primer vuelo para 2025 no parece razonable y es jugar con las ilusiones de la buena gente.
Mientras tanto, la competencia más directa de PLD sigue adelante. Las empresas alemanes Isar Aerospace y su micro lanzador Spectrum; Rocket Factory Augsburg con su RFA One; y la británica Orbex con Prime, prosiguen con su calendario de ensayos para que sus primeros despegues se produzcan en lo que resta de 2024 o en 2025. Veremos si son capaces.