Argelia pone el foco en el Sahel

El general argelino Said Chengriha - AP/FATEH GUIDOUM
El teniente general argelino Said Chengriha ha visitado Mauritania para reunirse con el teniente general Mokhtar Bellah Chaabane de cara a reforzar la cooperación y tener más influencia en la región
  1. Marruecos entra en escena

El Sahel es una zona conflictiva donde operan bandas criminales de diversos tipos y grupos extremistas terroristas que aprovechan la falta de control y orden en países de la zona para campar a sus anchas a través de los territorios y las fronteras porosas de la zona. 

Países cercanos al Sahel, como los pertenecientes al Magreb, destacando Marruecos y Argelia, siempre están atentos a lo que allí acontece y tratan de estrechar lazos de cooperación en materia de seguridad con otras naciones. 

Marruecos, a través del máximo responsable de la Dirección General de Seguridad Nacional (DGSN), Abdellatif Hammouchi, ha tejido contactos profundos con muchos y diversos países de la región y de todo el mundo para reforzar los dispositivos de seguridad y redes de control y vigilancia para reforzar la seguridad nacional y tener controladas zonas candentes como es el Sahel. 

Argelia también trata de tener esta dinámica, como se ha demostrado con la presencia en Mauritania del teniente general Said Chengriha, jefe del Estado Mayor del Ejército argelino, quien se ha entrevistado con su homólogo mauritano, el teniente general Mokhtar Bellah Chaabane, de cara a dialogar sobre el refuerzo de la cooperación y de los expedientes conjuntos en materia de seguridad que manejan ambas naciones. 

Said Chengriha, jefe del Estado Mayor de Argelia - PHOTO/ARCHIVO

Se trata de la primera visita de un responsable militar argelino de este nivel a Nuakchot, lo cual marca un hecho relevante, justo después de ciertas tensiones diplomáticas vividas entre Argelia y Mauritania. 

El Ministerio de Defensa Nacional de Argelia afirmó en un comunicado oficial que la visita de Chengriha a Mauritania llegaba por invitación del propio teniente general Mokhtar Bellah Chaabane, jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas mauritanas.

Esta visita ha constituido una oportunidad para que ambas partes debatan cuestiones de interés mutuo justo después de los problemas recientes en las relaciones diplomáticas entre ambos países debido a las acusaciones de Argelia contra Mauritania de establecer relaciones militares con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), tras visitas militares mutuas que se enmarcan en políticas de cooperación militar.

Diversos analistas señalaron que esta visita es importante en términos de los desafíos militares y de seguridad que enfrenta Argelia, especialmente después del distanciamiento político entre el Estado argelino y países del Sahel como Mali, Níger y Burkina Faso, cuyas juntas militares que ahora rigen los designios de estos países tras diversos golpes de Estado se distanciaron de Argel. 

Mali, por ejemplo, ya anunció el fin del acuerdo de reconciliación nacional que Argelia patrocina desde el año 2015 e incluyó a la nación árabe en la lista de países con los que no se recomienda cooperar -como es el caso de Francia y Estados Unidos-, lo que generó una grave crisis política. 

Aunque, por otro lado, otro país de la zona como es Níger sí tuvo un importante acercamiento político este verano con Argelia, que se escenificó con la visita a Argel del primer ministro nigerino, Mohamed Lamine Zeine, junto con el vicepresidente del Consejo Nacional para la Salvaguardia de Mali, Salifou Modi. 

Argelia es una potencia militar de gran relieve en África, con un presupuesto de 23.000 millones de dólares destinado al sector de las Fuerzas Armadas y la defensa nacional y hace valer esa condición, con la vista puesta en las amenazas existentes en sus zonas fronterizas que limitan con la candente zona del Sahel, región que engloba áreas de países como Senegal, Gambia, Mauritania, Guinea, Mali, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Chad, Sudán, Eritrea y Etiopía.

En este escenario, Argelia, después de las operaciones militares del Ejército maliense, apoyado por el Grupo Wagner ruso, se acercó a la franja fronteriza con el pretexto de perseguir a grupos armados separatistas. Asimismo, en las últimas semanas, las fuerzas del mariscal de campo de Libia, Jalifa Haftar, se han acercado a ciudades e intereses estratégicos argelinos, generando tensión. La ciudad de Ghadames sigue provocando preocupaciones importantes después de que el propio Jalifa Haftar, lanzase una operación con el fin de controlar la localidad cerca de la frontera con Argelia y Túnez.

Soldados de las Fuerzas Armadas de Mali aseguran la pista entre Goundam y Tombuctú, en el norte de Mali, el 2 de junio de 2015, durante la operación conjunta La Madine 3, parte de la Operación Barkhane, una operación antiterrorista en el Sahel - AFP/PHILIPPE DESMAZES

Marruecos entra en escena

Por otro lado, diversos analistas, como apuntan medios como Al Arab, señalan que los contactos entre Argelia y Mauritania no tendrían que ver con una estrategia de confrontación con Marruecos, ya que Nuakchot se niega a ser manipulado por otro país, algo que puso de manifiesto negándose a participar en la reunión tripartita del Magreb que incluía a Argelia, Túnez y Libia, considerándolo un paso para destruir la Unión del Magreb Árabe. 

La convocatoria de esta reunión fue vista por varios expertos como una fórmula argelina para incomodar a Marruecos, ya que el reino marroquí está obteniendo un gran protagonismo en el escenario internacional mundial y en el africano en particular gracias a su intensa actividad diplomática, que ha dado resultados positivos como el gran apoyo de más de 100 países al Plan de Autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental o el respaldo a la Iniciativa Atlántica de África, potenciada por el rey marroquí, Mohamed VI, que busca facilitar el acceso de países africanos, principalmente del Sahel, a la fachada atlántica para dinamizar la economía y el comercio de estos países. 
Precisamente, Mauritania se mantiene neutral en la cuestión del Sáhara Occidental, que es vital para Marruecos en la defensa de su integridad territorial.

Marruecos propone una amplia autonomía para el Sáhara Occidental bajo soberanía marroquí respetando las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU); una propuesta que cuenta con el apoyo de más de 100 países, entre los que se encuentran naciones como Estados Unidos, Francia, Emiratos Árabes Unidos, Alemania, Israel o España, que la consideran como la más seria, creíble y realista para solventar el diferendo saharaui. 

Puesto fronterizo entre Marruecos y Mauritania en Guerguerat, situado en el Sáhara Occidental - AFP/FADEL SENNA

Por otro lado, está la proposición del Frente Polisario, que defiende la celebración de un referéndum de independencia, que cuenta con problemas como el de la elaboración de un censo oficial de votantes saharauis y que cuenta con menos apoyos internacionales, entre los que se encuentra el de Argelia, gran rival político de Marruecos en el Magreb. 

En este caso, Argelia buscaría también compensar la creciente influencia geopolítica de Marruecos en África y el mundo en general intentando tejer contactos más estrechos, como en el caso del último movimiento político de Said Chengriha en Mauritania.