Las divisiones sobre Gaza y Ucrania marcan el G20
Tal y como estaba previsto, las guerras en Gaza y Ucrania protagonizaron el primer día de la cumbre del G20 en Brasil. El evento, que reúne a los ministros de Exteriores de las mayores economías del mundo, se celebró a puerta cerrada, a excepción del discurso de apertura del jefe de la diplomacia brasileña, Mauro Vieira.
- La crisis diplomática entre Brasil e Israel empañan los esfuerzos de Lula
- Desacuerdos entre Lula y Blinken respecto a Ucrania
- Occidente condena a Rusia ante Lavrov
- Sin declaraciones conjuntas
En dicho discurso, Vieira lamentó que las instituciones multilaterales “no están debidamente equipadas para lidiar con los desafíos actuales”, poniendo como ejemplo “la inaceptable parálisis del Consejo de Seguridad” . “Ese estado de inacción implica directamente la pérdida de vidas inocentes”, añadió.
Por ello, Brasil ha aprovechado esta ocasión para pedir de nuevo la reforma de las organizaciones multilaterales, un punto que será el foco de debates durante esta jornada y uno de los asuntos impulsados por el país americano durante su presidencia.
Vieira ha exigido un sistema de gobernanza internacional "moderno y eficaz", con reglas que sean seguidas por todos los países, de forma que los conflictos y las diferencias sean resueltos "por el diálogo multilateral y no por las armas”.
Brasil lleva tiempo insistiendo en reformas en organizaciones internacionales como Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial con el objetivo de que el Sur Global tenga más voz en dichas instituciones.
“Necesitamos adaptar el sistema internacional para prevenir nuevos conflictos”, afirmó por su parte el principal diplomático de Brasil para las negociaciones políticas del G20, Mauricio Lyrio. Desde Brasilia también quieren utilizar su presidencia del G20 para impulsar la lucha contra la pobreza y el cambio climático.
La crisis diplomática entre Brasil e Israel empañan los esfuerzos de Lula
No obstante, los comentarios de las autoridades brasileñas se producen en medio de una fuerte crisis diplomática entre Brasil e Israel a raíz del conflicto en Gaza. Recientemente, el presidente de Brasil, Lula Da Silva, acusó a Israel de “genocidio” y comparó la operación militar israelí en el enclave palestino con el Holocausto.
Estas declaraciones podrían eclipsar cualquier intento de rebajar la escalada del conflicto a través del G20, presidido este año por Brasil. “Las aspiraciones de Lula de proponer resoluciones de paz sobre Israel o Ucrania han sido descartadas", señala a AFP el especialista en relaciones internacionales Igor Lucena.
Asimismo, se ha criticado el doble rasero de Lula, ya que por un lado denuncia la operación israelí en Gaza pero, por otro, ha mantenido una postura más neutral respecto a la invasión rusa de Ucrania.
Desde Jerusalén rechazaron dichas acusaciones y nombraron a Lula Da Silva persona non grata hasta que se retracte de sus declaraciones, que han sido tachadas de antisemitas.
También el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, expresó su “desacuerdo” con las afirmaciones de Lula durante una reunión previa al G20 con el mandatario brasileño.
Desacuerdos entre Lula y Blinken respecto a Ucrania
Respecto a las guerras en Gaza y Ucrania, ambos coincidieron en “la necesidad de la creación de un Estado palestino" como forma de solucionar el conflicto entre israelíes y palestinos, aunque dejaron claras sus diferencias en cuanto a la situación en Ucrania.
Mientras que Lula defendió una solución "diplomática", Blinken destacó que no se dan las "condiciones" para ello, subrayando en este sentido el firme apoyo de Estados Unidos a Kiev.
Asimismo, también abordaron la cooperación “a nivel bilateral, regional y global”. “Es una asociación muy importante”, declaró Blinken tras el encuentro en Brasilia.
Blinken mantendrá otras reuniones bilaterales al margen del G20, e incluso se verá cara a cara con el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, ya que también participa en la cumbre. Blinken y Lavrov se vieron en persona por última vez en una reunión también del G20 el año pasado en la India.
Occidente condena a Rusia ante Lavrov
Lavrov, que se ha reunido con varios de sus homólogos latinoamericanos, ha escuchado como ministros occidentales han denunciado la invasión de Rusia en Ucrania durante una de las reuniones de la cumbre.
“Se debe obligar a Rusia a pagar por su agresión", recalcó el jefe de la diplomacia británica, David Cameron, en una sesión a puerta cerrada, según su oficina. Representantes de otras naciones como Estados Unidos, Australia, Canadá, Alemania, Italia, Francia y Noruega hicieron comentarios similares ante el ministro ruso.
Lavrov, que optó por no hablar con periodistas, respondió “con calma” a los comentarios de Cameron con “un conjunto de hechos alternativos” sobre los acontecimientos en Ucrania, tal y como reveló el ministro noruego de Exteriores, Espen Barth Eide, según informa Reuters.
Además de los ataques rusos contra Ucrania, Cameron también recordó y condenó la muerte del opositor Alexei Navalny en una prisión rusa la semana pasada.
“Tenemos que apoyar a Ucrania hasta que surja como un país soberano libre e independiente sin otro ejército en su territorio”, indicó el ministro noruego durante la reunión.
Sin declaraciones conjuntas
Según recoge la agencia de noticias, Eide explicó que en la reunión los ministros coincidieron en la necesidad de una solución de dos Estados en Oriente Medio, pero no hubo consenso sobre cómo lograrla, lo que pone de manifiesto la dificultad de llegar a grandes acuerdos.
En medio de este panorama, no se esperan declaraciones conjuntas respecto a Gaza o Ucrania, asuntos que siguen creando divisiones a nivel internacional.
De hecho, consciente de los fuertes desacuerdos, Brasil ha decidido que ya no será necesario alcanzar un comunicado conjunto en cada cita, con la excepción de la cumbre de líderes del G20, que se celebrará en Rio en noviembre.