Durante la cumbre también se ha puesto de manifiesto la amenaza que representa el régimen iraní a nivel internacional y la necesidad de la unidad europea

Gaza y Ucrania protagonizan la Conferencia de Seguridad de Múnich

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, pronuncia su discurso en la 60ª Conferencia de Seguridad de Munich (MSC) - Tobias SCHWARZ / AFP
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, pronuncia su discurso en la 60ª Conferencia de Seguridad de Munich (MSC) - Tobias SCHWARZ / AFP

Como estaba previsto, las guerras en Ucrania y Gaza ocuparon la mayor parte de la atención de la Conferencia de Seguridad de Múnich que se celebró este pasado fin de semana. Además de estos dos temas, la agenda de esta cumbre -que tiene como objetivo abordar y analizar las principales amenazas a la seguridad global- también incluyó las relaciones entre la Unión Europea y Estados Unidos y los desafíos de seguridad en África, Asia y América Latina. 

  1. Irán, una amenaza global
  2. Europa debe reforzar su defensa y unidad

Una de las intervenciones más relevantes y esperadas fue la del presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, quien una vez más pidió ayuda financiera y militar a sus aliados para hacer frente a la invasión de Rusia, que este mes cumplirá dos años. 

De acuerdo con Zelensky, este respaldo debe ser a largo plazo, haciendo hincapié en la escasez de municiones y personal. En este sentido, cabe destacar que el líder ucraniano ha alcanzado recientemente acuerdos de seguridad con Francia y Alemania que contemplan estos dos aspectos: el suministro de municiones y el entrenamiento militar.

“Hemos demostrado que podemos obligar a Rusia a retirarse”, declaró Zelensky, quien aseguró que se puede recuperar territorio perdido. "Putin puede perder. Esto ya ha sucedido más de una vez en el campo de batalla”, añadió.

Mientras se celebraba la primera jornada de esta cumbre en Múnich, la prisión IK-3, ubicada en la localidad rusa ártica de Jarp, anunció la muerte del preso político Alexéi Navalny

Tal y como destacaron los líderes occidentales durante el encuentro, Putin no es solo culpable de la guerra en Ucrania que entra en su tercer año, sino también de la muerte del opositor ruso, quien hace años ya sufrió un intento de asesinato. 

Su viuda, Yulia Navalnaya -quien también participó en la conferencia-, aseguró que el presidente ruso pagaría por la muerte de Navalny. “Putin y todo su entorno serán castigados por lo que han hecho con nuestro país, mi familia y mi esposo”, subrayó Navalnaya.

Irán, una amenaza global

Además de Ucrania y Rusia, otra guerra que está acaparando parte de la atención internacional por su relevancia y posibles consecuencias regionales y globales es el conflicto entre Israel y Hamás. 

Esta guerra, según indicó el ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, “no es la guerra de Israel”, sino “la guerra del mundo libre contra el islamismo fundamentalista”

El jefe de la diplomacia israelí también destacó el papel que tiene Irán en la desestabilización de la región debido a su apoyo a grupos terroristas en Oriente Medio, incluido Hamás. No obstante, para Katz, la amenaza que representa Teherán no se limita solo a Oriente Medio, sino que es un problema global.

“Si Irán llega a tener armas atómicas se sentiría con poder suficiente para financiar otras bandas terroristas y crear otras franjas de Gaza en Berlín, Múnich, París, Londres o hasta en Moscú, aunque ahora Rusia sea su aliado”, explicó Katz en su intervención. 

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se expresó de una forma similar respecto a Irán, calificando al régimen de los ayatolás como “la amenaza número de uno”, no solo para Israel, sino para muchas otras naciones. 

Aunque ningún representante del Gobierno iraní fue invitado a la cumbre, sí participaron activistas y opositores iraníes como la destacada periodista Masih Alinejad, quien volvió a pedir desde Múnich la designación de la Guardia Revolucionaria de Irán como organización terrorista.

Europa debe reforzar su defensa y unidad

La última jornada de la cumbre en Múnich giró entorno a cuestiones geopolíticas que afectan directamente a la Unión Europea, como la guerra en Ucrania y Gaza, pero también la situación en los países del sur y la defensa comunitaria. 

Para Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, estos nuevos desafíos han obligado a los países europeos a trabajar “más rápido y mejor”. Borrell puso como ejemplo las divisiones respecto al envío de suministro militar a Ucrania, indicando que, si se hubiera tomado esta decisión antes, “tal vez la guerra hubiera sido diferente”.

También, respecto a la guerra en Gaza,  Borrell afirmó que los países europeos tienen que estar más unidos “si queremos desempeñar un papel geopolítico en esta cuestión”

Además de la necesidad de unidad en Europa, es necesario reorganizar y reforzar la defensa europea. En palabras del presidente de la conferencia, Christoph Heusgen, Europa “no puede permitirse el lujo de esperar más para organizar la defensa europea”, subrayando en este punto la necesidad de fortalecer las defensas de la UE y dedicar más fondos a este fin.