España-África: una diplomacia a dos bandas...

Hace apenas cuatro años, el jefe del Gobierno español lanzó la visión del país para ampliar su influencia en esta región del mundo. En un momento en el que países como Estados Unidos están reduciendo su influencia en África, o incluso países como Francia están perdiendo terreno, el vecino europeo renueva sus lazos con África.
Aunque en los últimos años la cuestión de la movilidad ha cristalizado el debate con los países del África negra, hoy en día parece perfilarse otra arquitectura de la diplomacia entre España y África. O incluso una visión diferente del continente.
Como una nueva doctrina diplomática, la tercera edición del Foro Económico África-España, impulsado por One Africa Forums, pretende ser un foro de reflexión e influencia para esta cooperación entre África y España.

Iniciado tímidamente bajo el mandato de Zapatero, este pragmatismo hacia África, acelerado por Pedro Sánchez, aspira a convertir a África en un socio estratégico en sectores clave: las energías renovables, la desalinización del agua y la farmacia. «África es un continente inmenso y se necesita una acción coordinada y una perspectiva realista […]. Dos millones de africanos viven en España y debemos dialogar con ellos», declaró Diego Martínez Belío, secretario de Estado de Asuntos Exteriores del Reino de España, según las informaciones recogidas por la plataforma Atalayar.
Por su parte, Hassan M. Alaoui, presidente de One Africa Forums, hizo hincapié en la oportunidad de superar los obstáculos y ampliar las vías de colaboración para hacer frente a los retos económicos y sociales de África. «La experiencia española puede aportar soluciones a los retos africanos y África ofrece oportunidades gracias a su amplio mercado, su potencial, su población joven y sus importantes recursos», señaló.

¡A la luz de las relaciones ibérico-africanas!
Lastrado por la crisis económica de 2008, el sector privado español busca nuevas perspectivas de desarrollo. África parece ser el espacio de crecimiento y codesarrollo.
«África tiene un gran potencial gracias a diversas características, como su dividendo demográfico (2000 millones de habitantes en 2050) y la juventud de su población, su crecimiento económico (5 % de crecimiento medio anual, con tasas de dos dígitos en varios países africanos) y sus recursos naturales (el 30 % de los recursos mineros mundiales se encuentran en África y el potencial en energías renovables es enorme) »,precisa Abdou Diop, director asociado de Forvis Mazars.

Cabe recordar que en 2017 solo el 0,3 % de la inversión bruta exterior española se destinó al continente africano, pero las exportaciones aumentaron un 67 % entre 2010 y 2017, superando en 3000 millones de euros a las destinadas a América Latina el año pasado.
Según los datos, si bien Marruecos sigue siendo, con diferencia, el primer socio comercial de España en África, con el 40 % de las empresas presentes en el continente y el 60 % de la inversión extranjera directa (IED) procedente de la península, los intercambios con el resto de África no dejan de aumentar.

Más de 600 empresas españolas operan físicamente en el África subsahariana, lo que representa el 38 % del total de las implantaciones hispanas en el continente. La cooperación con Sudáfrica es un buen ejemplo de ello. Más de 4500 empresas españolas exportan actualmente al mercado sudafricano, especialmente en el sector de las energías renovables.
Según datos de Trade Map, África importó en 2024 productos españoles por valor de 20 700 millones de dólares, mientras que las exportaciones del continente a España alcanzaron los 35 700 millones de dólares.
El futuro de las relaciones iberoafricanas se jugará en varios frentes, en particular el de la coordinación con los marcos continentales africanos, como la ZLECAf o la Agenda 2063.
Sin embargo, la cumbre en curso plantea interrogantes sobre la capacidad de España para transformar sus anuncios en proyectos estructurantes en el resto del continente, más allá de sus socios tradicionales, que parecen estar perdiendo fuelle.