El nombramiento de una delegada marroquí por parte de la Unión Africana confunde a Argelia

Amina Salman ha sido elegida para ocupar el cargo de representante permanente de la unión del Magreb Árabe ante la Unión Africana (UA). Esta decisión no ha dejado indiferente a nadie, y Argelia no ha dudado en calificar el nombramiento de “temerario e imprudente”. Argelia observa con resignación cómo sus esfuerzos por ganar influencia en la organización supranacional caían en saco roto al ver cómo Marruecos conseguía una nueva victoria con este reconocimiento. Desde el Gobierno de Abdelmajdid Tebboune han llevado a cabo acciones en los últimos meses para ejercer presión sobre países africanos y ganar de esta forma una capacidad de influencia en la organización que, a la vista de los hechos, no ha sido tal.
La guerra entre Rusia y Ucrania provocó una crisis energética a nivel global que Argelia habría intentado aprovechar para fortalecer su músculo económico a través de la subida de los precios del gas. De esta forma, la intención era atraer a los países más débiles en términos económicos y ganar poder en la toma de decisiones dentro de la UA. Lejos de lograr sus objetivos, Argel ha chocado con el nombramiento de Salman que, a pesar de la insistencia argelina por evitarlo, ha terminado por evidenciar el fracaso de las intenciones del Ejecutivo de Tebboune.

El presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, entregó las credenciales a Amina Salman que es, además, directora de Asuntos Económicos de la Unión del Magreb Árabe. Antes de ocupar este puesto, Salman fue cónsul de Marruecos en Verona. Con esta designación, la Unión Africana, según ha comunicado a través de su página oficial, pretende fortalecer el papel de las ocho agrupaciones económicas regionales africanas, cuya función es clave para alcanzar los objetivos fijados en la Agenda 2063 de la UA, sobre todo a nivel de desarrollo económico e innovación.
Los observadores consideran la llegada de la marroquí a la representación permanente de la unión del Magreb Árabe ante la UA es un duro golpe para las aspiraciones de Argelia. La tensión entre las administraciones marroquí y argelina ha llevado la competitividad por el liderazgo regional a todos los ámbitos. De ahí que haya sido el propio Ministerio de Exteriores argelino el que haya cargado contra el secretario general de la Unión Africana, el tunecino Tayeb Baccouche, cuyo mandato – improrrogable – acabó en agosto de 2022, argumento usado por los de Tebboune para desoír las decisiones tomadas por el secretario general.

Es más, Argel dice no haber sido consultado acerca de este nombramiento que dicen, además, se hizo “fuera de las reglas estipuladas en el tratado constitutivo de la Unión del Magreb Árabe en febrero de 1989”. Según los argelinos, esta decisión requiere el voto unánime de los estados miembros del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión del Magreb Árabe, único órgano dotado de la capacidad de decisión sobre este nombramiento. De hecho, fuentes argelinas consultadas por el medio Al Arab han arremetido contra el presidente de la Comisión de la Unión Africana, a quien acusan de aceptar una “farsa de protocolo”, y sometiéndose de esta forma a “un proceso de manipulación malicioso, diseñado e implementado para propósitos que de ninguna manera sirven a los intereses de la Unión del Magreb Árabe o la Unión Africana”.

Las disputas entre Marruecos y Argelia se han convertido en una constante desde la ruptura diplomática de agosto de 2021. Y lo preocupante para la región del norte de África es que, lejos de ver una solución cercana a este enfrentamiento continuo, la situación parece tensarse a medida que pasa el tiempo. Tebboune defendió la ruptura de las relaciones como la única solución para “evitar la guerra”, pero eso no ha impedido que ataque una y otra vez al Gobierno de Aziz Akhanouch. Lo que está claro es que Argelia sigue encallado en su lucha por mermar el liderazgo regional marroquí, y desde el reino alauí continúan estrechando sus lazos con importantes actores del plano internacional, como representa el nombramiento de Amina Salman.