Turquía ha confirmado que más de 2.300 combatientes vinculados al Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en inglés) del primer ministro Fayez Sarraj han completado su entrenamiento en territorio turco, como ha indicado la portavoz del Ministerio de Defensa del país euroasiático, Pinar Kara, de cara a luchar en la guerra civil que asola Libia desde 2014.
Pinar Kara ha añadido que unos 264 soldados del GNA todavía están siendo entrenados por el propio Ejército otomano, según recogió el medio Libya Review. La portavoz del Ministerio de Defensa ha afirmado en una conferencia de prensa que Turquía intervino en Libia para apoyar al GNA de acuerdo con el derecho internacional, y ha destacado que los acuerdos bilaterales firmados entre los dos países son legales.
Esos pactos se remontan a finales de 2019, cuando el presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan acordó con Fayez Sarraj el apoyo militar turco al GNA en el conflicto bélico que le enfrenta con el Ejército Nacional libio (LNA, por sus siglas en inglés) del mariscal Jalifa Haftar, con asesoramiento militar e incluso el envío de mercenarios provenientes de Siria adscritos a grupos ligados en el pasado con organizaciones terroristas como Daesh o Al-Qaeda. Dentro de ese entendimiento, el Sultán Erdogan y Sarraj también sellaron un pacto para el reparto de zonas económicas exclusivas en el Mediterráneo oriental de cara a la explotación de hidrocarburos; algo que fue denunciado por países como Grecia y Chipre y por la Unión Europea por violar fronteras marítimas propias.

Kara señaló que el Ejército turco apoya plenamente al GNA a través de la capacitación en los campos de remoción de minas, atención médica, asistencia humanitaria y asesoramiento.
La semana pasada, el Ministerio de Defensa del GNA anunció que el primer grupo de fuerzas militares especiales entrenadas por Turquía había completado su entrenamiento. Se celebró una ceremonia de graduación en el centro de formación Omar al-Mukhtar, cerca de Trípoli, sede del GNA, reconocido por la Organización de Naciones Unidas desde 2016. Los graduados completaron ocho semanas de entrenamiento “para elevar al Ejército libio a los estándares internacionales”, señaló el Ministerio de Defensa del GNA en un comunicado.

De esta forma, Turquía continua con su injerencia en el conflicto del país norteafricano mediante la intervención en el ámbito militar y sigue con su expansionismo en el Mediterráneo oriental encaminado a fortalecer su posición geoestratégica y a aprovechar los recursos de petróleo y gas de la zona. Mientras, Libia sigue siendo un terreno de intereses creados en el que diferentes países participan teniendo en cuenta sus propios objetivos. De esta forma, el GNA recibe el citado apoyo militar de Turquía y el sustento financiero de Qatar. Mientras, el LNA de Haftar es apoyado por Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Egipto (estos tres rivales diplomáticos de Qatar, país al que impusieron un embargo en 2017 tras acusarle de dar soporte el terrorismo transfronterizo), Rusia y Francia.