Burkina Faso sale a la calle contra la reforma de la Constitución

Por Lorenzo Medina
Foto: Un grupo de manifestantes durante el asalto al Parlamento de Burkina Faso, en Ouagadougou/AFP.
Burkina Faso vivió este jueves una nueva jornada de protestas masivas conra la reforma de la Constitución que ha impulsado el presidente del país africano, Blaise Compaoré, que después de 27 años en la jefatura del Estado, pretende permanecer más tiempo en el poder. Algunas unidades militares se habrían unido a los sectores populares que se manifiestan en las calles de la capital, Ouagadougou. En esta última protesta, centenares de miembros de la oposición se concentraron cerca del Parlamento, donde se debatía la reforma constitucional, y una parte de los descontentos lograron acceder al interior de la Cámara e incendiaron parte de sus instalaciones. Según informó la agencia Reuters, la Policía abrió fuego contra los manifestantes que intentaban asaltar la residencia del hermano del presidente Compaoré. Algunos testigos de este suceso contaron a los periodistas que habían visto a tres personas inmóviles en el suelo y al menos un herido. El diario local 'Le Faso' también informó de disparos frente a la residencia de François Compaoré y aseguró que varios manifestantes murieron durante este suceso. El Gobierno difundió un comunicado a través de los medios locales en el que hizo un llamamiento a “la calma” a la población y le pidió “contención”. Después, el presidente decretó el estado de urgencia y la ONU envió un emisario a Burkina Faso, y, a pesar de la violencia, se iniciaron unos primeros contactos negociadores para poner fin al caos y las tensiones. En este contexto de manifestaciones violentas y asaltos desde el pasado martes en Ouagadougou, el general retirado Kwame Lougue asumió el liderazgo de la revuelta y se autoproclamó nuevo Jefe del Estado, según algunas informaciones periodísticas que no pudieron ser verificadas. La protesta se lleva a cabo bajo el lema ‘No toques el artículo 37’, que es el que quiere reformar el presidente para permanecer en el poder. Este artículo de la Constitución ahora prohíbe la candidatura del actual jefe del Estado a los comicios de 2015. El líder opositor Zephirin Diabre manifestó que “el pueblo impulsa este movimiento de resistencia y tiene que conseguir que se retire el proyecto de reforma” de la Carta Magna.
Un peligro para la estabilidad
La propia Unión Europea (UE) advirtió al presidente Blaise Compaoré que llevar a cabo esta reforma constitucional es “un peligro para la estabilidad, el desarrollo equitativo y el progreso democrático” de Burkina Faso. Compaoré no es precisamente un gran demócrata. Llegó al poder en octubre de 1987 a través de un golpe de Estado que derribó a Thomas Sankata. En estos 27 años, ha ganado cuatro elecciones presidenciales y en las de 2010, logró el 80% de los votos. La oposición asegura que Compaoré es un dictador que organiza elecciones amañadas para ganarlas. En 2005, se llevaron a cabo algunas reformas constitucionales para impedir la candidatura de Compaoré. El presidente dirige uno de los países más pobres de África y del mundo. Burkina Faso ocupa el puesto 181 de los más de 190 países analizados por la ONU en materia de Índice de Desarrollo Humano. La renta media por habitante no supera los 700 dólares anuales. Compaoré, que tiene 63 años, intentó minimizar las tensiones que vive el país, en una entrevista con la BBC el pasado sábado. “El 30 de octubre es la ‘Primavera Negra’ en Burkina Faso, de la misma forma que hubo la ‘Primavera Árabe’”, afirmó el opositor Emile Pargui, excandidato a la presidencia del país. “Esto (el asalto al Parlamento) es la toma de la Bastilla”, consideró Pargui. El pasado martes, centenares de miles de personas se manifestaron en las calles de la capital contra el “golpe de Estado constitucional”, y algunos jóvenes se enfrentaron a la Policía. El 60% de la población de este país africano de 17 millones de habitantes tiene menos de 25 años y sólo ha conocido a Compaoré como mandatario supremo.