El jefe de la diplomacia marroquí carga contra Francia y acusa a ese país de querer ejercer un poder “colonial”

Por Rachid Elalamy
Foto: Salaheddine Mezouar, ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación de Marruecos.
Las cosas van de mal en peor entre Francia y Marruecos. El conflicto diplomático que estalló el pasado mes de febrero no se resolverá próximamente. Marruecos, que fue colonia española y francesa hasta 1956, se siente maltratado por Francia y considera que este país quiere ejercer un poder “colonial” sobre el Estado norteafricano. Así lo dijo el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación de Marruecos, Salaheddine Mezouar, en una reunión que mantuvo en Rabat con los parlamentarios de su partido, el RNI (centrista y liberal) y de las otras tres fuerzas que componen el Gobierno de Abdelilah Benkirane: el PJD (islamista), el MP (berberista conservador) y el PPS (izquierda poscomunista). Mezouar, que es el presidente del RNI, se despachó a gusto contra Francia. Acusó a la segunda potencia de la Unión Europea (UE), que mantiene una gran influencia política y económica en el Magreb, de añorar la época colonial y de querer “imponer su tutela” a Marruecos. Según una fuente del PPS contactada por Atalayar, “Mezouar fue duro con Francia. Está harto de la prepotencia y la arrogancia de Francia, que trata a Marruecos como si fuera todavía su colonia. Todos estamos hartos de esta política francesa. Queremos que Francia sea nuestro aliado y socio, y que no se comporte como si fuera una metrópoli colonial, porque esos tiempos acabaron”. El jefe de la diplomacia marroquí tiene razones personales para no sentir demasiado afecto hacia Francia, porque a finales del pasado mes de marzo fue sometido a un trato degradante en el aeropuerto parisino de Roissy-Charles de Gaulle. “Le cachearon y le humillaron como si fuera un vulgar delincuente”, explicó a Atalayar un dirigente del RNI. “¿Qué hubiera hecho Francia si el ministro de Asuntos Exteriores de este país hubiera sido maltratado en el aeropuerto Mohamed V de Casablanca por la Policía marroquí?”, se pregunta este dirigente centrista. Pero se olvida de decir que el ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, le pidió disculpas a Mezouar.
Nervioso y enfadado
El conflicto franco-marroquí se desató cuando un juez francés decidió perseguir al actual jefe de la Dirección General de la Vigilancia del Territorio (DGST, servicio secreto interior) de Marruecos, Abdelatif Hammouchi, por su presunta “complicidad” en varios casos de tortura. En la reunión con los parlamentarios gubernamentales, Mezouar, que, según nuestro informante, estaba “muy nervioso y enfadado”, se mostró convencido de que “tendremos más casos como el de Hammouchi”. Según el titular de Exteriores, este caso no es un hecho aislado y obedece a una estrategia de París para dañar los intereses de Rabat. Mezouar no se refirió al incidente en el aeropuerto parisino, pero no descartó que pueda recibir “nuevos golpes” por parte de las autoridades francesas. Algunos observadores políticos creen que esos “nuevos golpes “ ya los ha propinado Francia, pero no a Mezouar directamente, sino al Estado de Marruecos, y dan como ejemplo la denuncia que puso el exboxeador marroquí Zakaria Moumni en París contra Mounir Majidi, consejero particular del rey Mohamed VI, por “tortura” y “amenaza de muerte”. Resulta curioso lo que ocurrió en la reunión de Rabat, porque unos días antes circulaban por la red unos documentos confidenciales que acusaban al jefe de la diplomacia marroquí de defender los intereses de Francia en el Reino Alauí.