Viajes a Marruecos baratos: 5 razones para visitar el país
- Paisajes de contraste: montañas, desierto y playas
- Tu estómago te lo agradecerá: la gastronomía marroquí
- Zocos y hospitalidad: una mezcla divertida para una experiencia única
- Arquitectura y alojamientos: un lugar seguro para todos los gustos
- Marruecos también es un gran destino para los amantes del deporte y la aventura
- ¿Todavía no estás convencido de viajar a Marruecos?
Viajar es más fácil que nunca, ya que vivimos en un mundo hiperconectado a todos los niveles. Marruecos es un destino muy ambicionado, pero muchos lo terminan descartando al pensar que viajar al país norteafricano es caro. Pero para nada es así. Con todo, ¿por qué viajar a Marruecos? ¿Por qué gusta tanto? A continuación, exploramos las 5 razones que dejan claro que el país fronterizo con Argelia es de visita obligada.
Paisajes de contraste: montañas, desierto y playas
Si buscas variedad y exoticidad, ¡este país africano te encantará! Y mucho más cuando no es tan difícil encontrar viajes a Marruecos baratos. Porque en el país regido por Mohamed VI, encontrarás desde acantilados como la Garganta del Dades o las míticas montañas del Gran Atlas, a zonas verdes de gran amplitud o las dunas saharianas en Merzouga, entre otros muchos lugares.
Y si eres aventurero, podrás pasear en dromedario entre palmerales y estrellas, parándote en una jaima en mitad del desierto de Zagoura. También puedes visitar el frondoso Valle del Draa o la costa marroquí. A este respecto, te esperan las aguas mediterráneas a través de tranquilas playas y pequeñas calas de suave arena, como Martil (Tetuán) o Alhucemas. Si prefieres el Atlántico, no olvides visitar las ciudades de Asilah y Essaouira.
Tu estómago te lo agradecerá: la gastronomía marroquí
Muchos estudios apuntan a la gastronomía como una de las principales razones para viajar. Con Marruecos no podía ser diferente. La cocina árabe, la tradicional marroquí, es una mezcla de recetas e ingredientes de origen árabe, mediterráneo y bereber. Esta variedad crea una amalgama de sabores y aromas muy apreciada por los paladares más refinados, sobre todo por el buen uso de especias. Hablamos no solo de la canela, el jengibre, el comino o la pimienta negra, sino también del anís, el perejil, las semillas de sésamo, el cilantro o el azafrán.
Un buen lugar para saciar el hambre como en ningún otro sitio es Marrakech, concretamente a la noche en la gran plaza de Jemaa el-Fnaa. Este lugar se convierte en un rincón repleto de platos exóticos e incluso experimentales. Reúne a todo tipo de gourmets y gourmands en busca de recrearse en la inimitable comida marroquí. Todo ello en un ambiente festivo y familiar que te encandilará desde el minuto cero y te hará entender por qué es uno de los destinos de degustación más reputados de todo el norte de África.
Zocos y hospitalidad: una mezcla divertida para una experiencia única
Siempre se habla de la hospitalidad árabe, y Marruecos es un claro ejemplo de esta tradición. En cuanto pises un pie en el país, te sentirás como en casa. Además, como muchos marroquíes hablan español, enseguida podrás hacer amigos. Eso sí, en ciudades muy turísticas debes prestar atención a los falsos guías, así como aprende a decir que no cuando se excedan con la confianza. Pese a todo, en ningún momento te sentirás aislado y desamparado.
Todo ello conecta con los zocos de las principales ciudades y pueblos del país. Aquí también encontrarás mucha hospitalidad, pero también hábiles negociadores que usarán su don de gentes para colarte cualquier producto. Lo positivo es que el regateo está bien visto, por lo que podrás adquirir chilabas, alfombras, especies, lámparas, pipas de shisha, jabones, aceites, utensilios para el té, joyas o artículos de cuero, entre otros muchos productos, a precios de saldo.
Arquitectura y alojamientos: un lugar seguro para todos los gustos
La palabra "riad" significa jardín en árabe, y es un añadido casi obligado de cualquier emplazamiento, ya sea este lujoso o no. Además de los jardines, las casas tradicionales árabes están llenas de azulejos y suele haber un patio interior delicadamente decorado. Si quieres adentrarte en la verdadera cultura marroquí, ¡debes buscar este tipo de alojamientos! Pero también hay hoteles de todo tipo, así como albergues, campamentos rústicos (Atlas), kasbahs… Una de las experiencias más típicas es la de dormir en una jaima en pleno desierto. Como ves, ¡Marruecos tiene de todo!
Además, aunque la cultura árabe es muy ajena a la que inunda los países hispanohablantes, por lo que nunca debes temer es por la seguridad. Tal vez hace unas cuantas décadas sí era motivo de preocupación. Eso sí, no quiere decir que no debas tomar ciertas medidas ni aplicar el sentido común. Por ejemplo, en las medinas, especialmente en lugares como Tetuán, no es recomendable adentrarse de madrugada. Con todo, Marruecos es un destino al que el turista se cuida mucho, pues es una de sus principales fuentes de ingresos.
Marruecos también es un gran destino para los amantes del deporte y la aventura
No todo van a ser paisajes contemplativos, ya que en Marruecos también hay lugar para la aventura y el deporte. Si lo tuyo son los deportes acuáticos, es una forma barata de practicarlos, ya que en su costa atlántica, las olas y las rachas de viento son ideales para practicar surf, kitesurf, windsurf o incluso vela. Por otro lado, también puedes darle una oportunidad al buceo.
Además, si vas al Alto Atlas, no puedes perderte opciones como el rafting, descendiendo los ríos Ahansal y Melloul. Asimismo, si buscas una experiencia trekking y eres lo suficientemente valiente, podrás escalar la Garganta del Dades que ya mencionamos en el primer punto. Es la montaña más alta de todo el norte de África y una propuesta de plan que seguro que no olvidas en la vida.
¿Todavía no estás convencido de viajar a Marruecos?
Primero, al ser tan fácil el encontrar viajes a Marruecos baratos, ¿por qué vas a perder la oportunidad de visitar un nuevo país? Asimismo, ya has visto que se trata de una región en donde prima la variedad y la heterogeneidad de planes: gastronomía, deportes, aventura o, simplemente, vida tranquila en las teterías. Porque esa es otra, si quieres simplemente desconectar, ¡viaja a Marruecos y prueba el té de menta en una de las tradicionales teterías que encontrarás a cada paso, en cada pueblo y cada ciudad!
