Repercusiones de la actual situación de Afganistán para Al Qaeda

La decisión de Estados Unidos de finalizar su presencia en territorio afgano, a partir de septiembre de este año, puso punto y final a un esfuerzo de casi veinte años por intentar estabilizar la situación en un país que lleva en guerra desde hace décadas, y que ha vuelto a estar bajo el control de aquellos que fueron expulsados del poder con la llegada de los norteamericanos, los integrantes del movimiento talibán. Este hecho podría marcar un nuevo antes y después dentro del yihadismo teniendo en cuenta la ideología radical de los integrantes de este grupo y la posibilidad, debido a los vínculos que mantienen con Al Qaeda Central y la presencia en el país de miembros de Dáesh, de que vuelva a convertirse en un refugio seguro para el establecimiento de campos de entrenamiento y la planificación de acciones terroristas en Occidente por parte de los miembros de ambas organizaciones.
En 1979, se produjeron diversos acontecimientos que han tenido una notable influencia en el desarrollo y conformación actual del terrorismo yihadista. Entre estos sucesos encontramos la guerra afgano-soviética, el primer conflicto de la era moderna en el que se declaró una yihad defensiva contra un invasor externo de territorio musulmán, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
A esta llamada acudieron individuos de diversas partes del mundo que fueron denominados «afganos árabes», los cuales van a formar parte, posteriormente, de la estructura de las diversas organizaciones terroristas yihadistas que vayan surgiendo en diversos países.
Entre esas organizaciones Al Qaeda Central (AQC) va a destacar sobre el resto, tanto por los atentados que irá cometiendo a lo largo y ancho del mundo, dando una dimensión global al yihadismo, como por la influencia que va a tener en el mismo a nivel ideológico, llegando a convertirse en un referente a nivel global, influenciando en la actividad desarrollada por diversos grupos y organizaciones yihadistas así como en la llevada a cabo por parte de individuos que compartan esta ideología, residentes en países occidentales.
La organización creada por Osama Bin Laden va a aprovechar los contactos que este mantenía con diversos señores de la guerra afganos1 y, posteriormente, los que estableció con los talibanes2, a cuyo líder prestó juramento de fidelidad3, para poder asentarse en Afganistán tras abandonar Sudán reestableciendo los campos de entrenamiento que tuvo en el país durante el yihad afgano soviético y llevar a cabo la planificación y ejecución de algunas de las acciones terroristas de mayor impacto mediático del yihadismo.
Atentados como los cometidos contra las embajadas estadounidenses de Nairobi (Kenia) y Dar Es Salam (Tanzania) el 7 de agosto de 19984, contra el destructor estadounidense USS Cole en el puerto yemení de Adén5 y los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra diversos objetivos en territorio estadounidense6.
Tras este último ataque, tropas de la OTAN, lideradas por EE. UU., van a expulsar del poder a los talibanes y tratarán de acabar con AQC y detener a Bin Laden. Con esta intervención, AQC va a perder sus campos de entrenamiento y gran parte de su capacidad operativa, pero continuará participando, directa o indirectamente, en la planificación y ejecución de atentados como los cometidos en Djerba, Bali, el 11S en nuestro país y el 7J en Londres7.
A partir de este momento se va a producir un proceso de descentralización8 en el que van a ir adquiriendo un mayor protagonismo organizaciones filiales tales como Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), Al Qaeda en Irak (AQI) y Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), convirtiendo a Bin Laden en el máximo exponente del yihadismo y a su organización en la más importante del mismo.
Esta situación va a mantenerse hasta el año 2011 cuando se produzca la muerte de Bin Laden y de comienzo la llamada Primavera Árabe. Una de sus filiales, AQI, va a independizarse aprovechando su participación en el conflicto sirio, pasando a denominarse Dáesh y anunciando la creación de un Califato islámico en los territorios que estaban bajo su control en Siria e Irak.
A partir de este momento Dáesh va a convertirse en el máximo referente del yihadismo, aprovechando el atractivo adquirido por su recreación de un califato para atraer a un gran número de voluntarios a sus filas, protagonizando las acciones terroristas más mediáticas de las cometidas en Occidente durante varios años, como los de París en 20159 y Bruselas en 201610, y logrando igualmente la adhesión, en todo o en parte, de varias de las organizaciones y grupos que anteriormente se encontraban en la órbita de AQC.
Esta última organización va a permanecer en un segundo plano mediático a la espera de poder recuperar su posición de primacía, momento que se le va a presentar con la pérdida del territorio que Dáesh controlaba en Oriente Medio y, sobre todo, con el restablecimiento del emirato islámico en Afganistán por parte del movimiento talibán.
Lo que en un principio se presentó como una transición hacia un Gobierno afgano totalmente autónomo, tratando de integrar al movimiento talibán en el juego político del país, ha derivado con una rapidez inusitada en un cambio total de sistema de gobierno11, permitiendo que este conflicto vuelva a la primera página de la actualidad, tras haber permanecido durante casi dos décadas eclipsado por la situación existente en Siria e Irak.
Esta nueva situación en Afganistán representa una importante oportunidad para AQC y sus organizaciones y grupos afines para tratar de recuperar el puesto de primacía que tuvo dentro del movimiento yihadista hasta la irrupción de Dáesh dentro del conflicto sirio iraquí.
Si bien actualmente permanecen activos diversos conflictos en los que se encuentran implicadas diversas organizaciones yihadistas, tanto vinculadas con Dáesh como con AQC, el cambio total de situación que se ha dado en este país de Asia Central ofrece una oportunidad muy importante para que la organización fundada por Bin Laden trate de recuperar su estructura operativa propia y, a la vez, refuerce su papel como referente ideológico dentro del yihadismo.
Teniendo en cuenta lo anterior se pueden plantear diversos posibles escenarios respecto de AQC en el escenario afgano, partiendo del más deseable y menos amenazante desde el punto de vista de la seguridad internacional, en el que el movimiento talibán permanezca ajeno a movimiento yihadista internacional, buscando implantar su visión radical de la Sharia y gobernando de acuerdo a la misma al escenario menos deseable y más peligroso en el que, aparte del apoyo que puedan seguir manteniendo a AQC y sus filiales se una el que puedan prestar a la Wilaya Khorasan de Dáesh, grupo con el que actualmente se encuentran en conflicto.
A continuación, se van a plantear estos dos escenarios de futuro además de uno intermedio en el que se dará, por un lado, una colaboración y protección de AQC por parte del movimiento talibán y continuará, por otro, con el enfrentamiento con la filial de Dáesh en la región de Asia Central.
Este escenario se presenta como el menos probable a pesar de lo recogido en los acuerdos de Doha de 202012, entre cuyas condiciones se encontraba la del empleo de territorio afgano por individuos o grupos con intenciones de atentar contra EE. UU. y sus aliados y de las declaraciones a favor del dialogo efectuadas por el líder del movimiento talibán, Hibatullah Akhunzada13, y a las informaciones que apuntan a la intención de los talibanes de impedir la actuación de AQC en Afganistán14, todo lo cual queda en entredicho debido al apoyo que está recibiendo por grupos afines a esta organización terrorista para hacerse con el control del país y de nombramiento como ministro de interior del nuevo Gobierno talibán de Sirajuddin Haqqani15, líder de la Red Haqqani, grupo considerado terrorista por EE. UU. y vinculado con AQC16.
A esto hay que unir las distintas declaraciones de felicitación al movimiento talibán por parte de AQC y varias de sus filiales17, lo que pone de manifiesto los vínculos y la relación de afinidad que mantienen con los talibanes y nos permite pensar que la posibilidad de que los talibanes retiren su apoyo a un aliado como AQC va a ser bastante complicado que corten los vínculos con la misma a pesar de los intentos que están llevando a cabo por ofrecer una imagen de moderación y de apuesta por la integración de todos los sectores de la sociedad afgana en el nuevo sistema de gobierno que han impuesto.
En este segundo posible escenario nos encontramos con la situación más preocupante de las que podrían darse en relación con la seguridad a nivel mundial. Nos encontraríamos ante una situación en la que el movimiento talibán permitiría el establecimiento en Afganistán de integrantes de las dos principales organizaciones terroristas de la actualidad.
El conseguir un refugio seguro en el que poder establecer infraestructuras propias y campos de entrenamiento favorecería la actividad de ambas organizaciones terroristas si bien, a medio y largo plazo, podría generar en una situación de enfrentamiento entre las dos como ya ocurrió en Siria en 2013 y 2014.
Teniendo en cuenta que la filial de Dáesh en la región ha mantenido su enfrentamiento armado con el movimiento talibán desde su surgimiento y que, recientemente, ha acusado a este grupo de ser demasiado laxo18, y añadiendo que AQC mantiene vínculos de amistad con los talibanes desde los años noventa del siglo pasado este escenario se antoja como el más difícil de producirse.
Otra cuestión interesante sería la competencia que podría desatarse por atraer al máximo número de voluntarios a sus filas, por parte de ambas. Teniendo en cuenta que una parte de la estrategia propagandística del yihadismo va dirigida a la consecución de nuevos integrantes para estas organizaciones, a lo que habría que unir en este caso el hecho de que se podría viajar a vivir en un país regido por una interpretación radical de la sharía, se podría generar una pugna entre ambas por la captación de recursos humanos, tal y como ya ocurrió en el caso del conflicto sirio.
A esto habría que añadir las diferentes formas de aproximarse a la consecución de sus objetivos por parte de estas dos organizaciones terroristas. Tomando como ejemplo lo ocurrido en el caso sirio, AQC busca integrarse en la insurgencia local, buscando reforzar sus vínculos con todos aquellos grupos de ideología similar tratando de establecer un frente común para lograr sus objetivos y, posteriormente, tratar de implantarse territorialmente, mientras que Dáesh sigue una aproximación muy diferente. Basándose en la agenda marcada por Abu Bakr Naji en su obra La gestión de la barbarie19, su objetivo es el de implantarse territorialmente en cuanto tenga la oportunidad buscando la adhesión de todos aquellos grupos de ideología similar, atacando a los que no se sometan a sus dictados.
Por lo comentado en el párrafo anterior, la convivencia en un mismo marco geográfico de ambas organizaciones sería problemática y daría lugar a enfrentamientos entre estas, como ya ha ocurrido en el caso del conflicto sirio y continúa pasando en el Sahel entre las filiales de ambas organizaciones presentes en esta región de África.
En caso de producirse esta situación, el Gobierno talibán, tal y como ya ocurrió durante su estancia anterior en el poder y teniendo en cuenta los acuerdos firmados en Doha en 2020, tendría que enfrentarse a la posibilidad de que, tanto Estados Unidos como otros países afectados por esta problemática (Rusia), llevara a cabo acciones armadas dentro de su territorio con el fin de eliminar a los elementos terroristas presentes en el mismo, tal y como ha quedado demostrado con los ataque con drones contra los autores de los atentados cometidos en las cercanías del aeropuerto de Kabul20. Además, esta situación podría comprometer las relaciones que mantiene el movimiento talibán con países como Catar y China, conllevando igualmente la imposición por parte de Naciones Unidas de embargos y la retirada de la ayuda humanitaria que recibe el país.
El escenario más probable, a juicio del autor del presente documento, sería este. Teniendo en cuenta los antecedentes y la situación actual en la que se encuentra los tres actores implicados en esta cuestión, la situación que se valorar como la que tiene más posibilidades de darse es aquella en la que el movimiento talibán mantenga sus vínculos y apoyo a AQC y a las organizaciones y grupos afines a la misma, continuando con su enfrentamiento con la filial de Dáesh en la región.
Debido a la intención de Dáesh en todos los conflictos en los que participa de, por un lado, hacerse en exclusiva con el liderazgo del movimiento yihadista en los mismos y, por otro lado, de establecer un control territorial exclusivo sobre las zonas en las que tiene presencia, no se considera factible que abandona su enfrentamiento con el movimiento talibán y busque colaborar con el mismo a cambio de poder establecer estructuras propias en el país.
Igualmente, y unido a lo anterior, el enfrentamiento que mantiene por la primacía del movimiento yihadista con AQC, organización vinculada con el movimiento talibán como ya se ha dicho, haría especialmente difícil el lograr un entendimiento entre ambas para poder tener una convivencia pacífica en busca de objetivos comunes.
Mientras que el movimiento talibán obtiene gran parte de su financiación del cultivo y el tráfico de opio21, hecho que pudiera revertir en este escenario en un beneficio para el desarrollo de actividades terroristas por parte de AQC, la filial de Dáesh se ha opuesto a esta actividad desarrollada por parte de los talibanes, motivo por el que podría buscar debilitar económicamente a sus oponentes combatiendo esta actividad.
Por todo lo comentado en este apartado, en caso de darse este escenario se considera que AQC y sus filiales serían las grandes favorecidas de la situación que se ha generado tras la marcha de las tropas occidentales del país y el restablecimiento de un emirato islámico regido por integrantes del movimiento talibán.
Igualmente hay que añadir la campaña llevada a cabo en redes sociales por parte de diversos grupos y organizaciones afines a AQC, así como por parte de esta misma, alabando la victoria del movimiento talibán frente a Occidente, presentándolo como una victoria del islam frente a sus enemigos22. Esto ha permitido a la organización liderada por Al Zawahiri llevar a cabo una importante campaña propagandística, la cual se ha visto favorecida igualmente por la celebración del vigésimo aniversario de los atentados del 11S.
Teniendo en cuenta todo lo anterior y la campaña de relaciones públicas llevada a cabo por parte del movimiento talibán, en la cual ha tratado de presentar una imagen mucho más moderada de la que la ideología radical que sirve de base a este movimiento representa, está por ver cuál va a ser la deriva futura de la situación en Afganistán y de cómo va a afectar esta al devenir futuro del yihadismo en general y de AQC en particular.
En el momento actual, Dáesh y sus wilayas mantienen el protagonismo en Oriente Medio y en diversas zonas de África, entre ellas Mozambique y Nigeria, mientras que en otras como la región del Sahel y Somalia mantiene un enfrentamiento con las filiales de AQC por hacerse con el control del yihadismo en las mismas.
Tras unos años en los que AQC ha permanecido en un segundo plano mediático y ha perdido su papel de principal referente ideológico del yihadismo a manos de Dáesh, el retorno al poder en Afganistán del movimiento talibán y los vínculos mantenidos con este grupo, del que viene recibiendo apoyo desde finales del siglo pasado y al que han apoyado en la recuperación del poder, representa una oportunidad muy importante para que la organización liderada por Ayman al Zawahiri recupere, al menos en parte, su importancia dentro del yihadismo.
Si bien en los acuerdos de Doha se recogió la condición de que el movimiento talibán no apoyara a organizaciones terroristas no se considera, al menos a corto o medio plazo, que estos retiren su apoyo a AQC, cuyo máximo dirigente ha prestado juramento de fidelidad al líder talibán23 desde la llegada al poder de estos a finales del siglo pasado.
Con relación a esto cabe que señalar que el pastunwali, código de conducta de la etnia pastún, que integra mayoritariamente al movimiento talibán, señala que hay que proteger a los aliados24, motivo por el que ya impidieron la extradición de Bin Laden, tanto antes como después de los atentados del 11S, motivando la ocupación occidental del país.
Por todo esto la situación de amenaza relativa al terrorismo yihadista ha aumentado debido a la situación que puede derivarse de esta nueva situación en Afganistán. Este país fue el escenario del primer enfrentamiento de la era moderna en el que se declaró un yihad, en principio defensivo, orientado a la lucha contra un invasor externo de territorio musulmán.
A pesar de que durante el mismo la participación de los voluntarios extranjeros (los afganos árabes) fue muy reducida, llevando el peso de la lucha los muyahidines afganos, a partir del mismo se generó un proceso de profesionalización del yihadismo que derivó en que varios de esos afganos árabes participaron en conflictos posteriores, como los de Bosnia, Chechenia, Argelia e Irak, aportando su experiencia y su formación operativa, colaborando igualmente en la creación de diversas organizaciones terroristas, entre las que se encontraba AQC.
En la situación actual, en la que han mejorado las comunicaciones, tanto de personas como de formación, gracias al proceso de globalización que se ha producido en el mundo durante estos últimos años, la capacidad de atracción del yihadismo ha mejorado y se ha «profesionalizado», consciente de la importancia de emplear las herramientas a su alcance, con especial mención a internet y las redes sociales, para captar a nuevos adeptos para su causa.
Lo comentado anteriormente, unido a las ventajas que ofrece para el yihadismo el disponer de un lugar «seguro» en el que poder formar y acoger a esos voluntarios podría dar lugar a una nueva dinámica de desplazamiento a Afganistán, tanto con la finalidad de recibir entrenamiento terrorista en caso de que AQC retomara la actividad de entrenamiento que llevó a cabo hasta después del 11S, como con el objetivo de desplazarse a un lugar en el que poder vivir de acuerdo con su visión radical del islam, tal y como ya ocurrió a partir de mediados de los noventa, momento en el que diversos individuos vinculados con el yihadismo se desplazaron a este país de Asia Central con esa última finalidad.
A diferencia de lo ocurrido en Siria, país en el que se desató un enfrentamiento entre las fuerzas del gobierno de Bashar Al Assad y diversas fuerzas opositoras, la mayoría de corte yihadista, en el caso de Afganistán nos encontraríamos con un país controlado en su mayor parte por un gobierno afín a AQC y con la posibilidad de residir en el mismo contando con el apoyo de este.
Asimismo, habría que tener en cuenta, analizando los datos de actividad terrorista y antiterrorista en Occidente a partir del 11M, que ante el desencadenamiento de determinados conflictos, entre ellos la invasión de Irak en 2003 y el desencadenamiento de la Primavera Árabe a finales de 2010, se ha producido un efecto dinamizador del yihadismo que ha hecho que más individuos traten de colaborar con este tipo de terrorismo y, por consiguiente, la actividad de las fuerzas y cuerpos de seguridad haya aumentado para hacer frente a esta amenaza.
Todas estas circunstancias favorecerían una recuperación de la estructura de AQC y un reforzamiento del papel de la misma dentro del yihadismo, no pudiendo precisarse en este momento el alcance de la misma y si esta podría tener repercusiones más allá de esta zona del mundo ya que, al igual que en la ocasión anterior, el objetivo del gobierno talibán parece que será, al menos en principio, el de focalizar su atención en el país, no teniendo interés en fomentar la implantación de modelos similares de gobierno en otros países del mundo, más allá de la influencia que pueda tener dentro de los integrantes de la etnia pastún presentes en Pakistán25.
Además, el movimiento talibán ha evolucionado en su forma de actuar tratando de dar una imagen mucho más moderada que en su anterior etapa en el poder, tratando de presentar a la opinión pública una intención de aglutinar a todos los afganos en su gobierno y ofreciendo una visión más moderada de su forma de actuar a pesar de que existen informaciones en fuentes abiertas de que se están produciendo ejecuciones de personas que se oponía a su vuelta al poder y de los cambios que están introduciendo en la sociedad, sobre todo en lo que respecta a los derechos y libertades de las mujeres.
Igualmente, las negociaciones que mantienen los integrantes del movimiento talibán con países como China, en busca de acuerdos económicos, podría llevarlos a tratar de rebajar, que no retirar del todo, su apoyo a AQC, con el fin de obtener el apoyo del gigante asiático, país que tiene problemas en su región occidental de Xinjiang, con los uigures, etnia de religión musulmana, y que podrían ver el apoyo talibán a la actividad terrorista como una amenaza directa para China.
Por otra parte, países cercanos como India, Rusia e Irán26, también verían este apoyo como una amenaza para su estabilidad y seguridad internas, por lo que este también podría ser un motivo, unido a la posibilidad de que países occidentales también se vieran amenazados por la presencia de AQC, para que el movimiento talibán tratara de evitar los errores del pasado, cuando permitieron actuar libremente a esta organización terrorista, y acabaron siendo expulsados del poder.
En conclusión, se considera que la vuelta al poder del movimiento talibán va a representar una gran ventaja para AQC y sus filiales, permitiéndoles recuperarse de su pérdida de relevancia dentro del movimiento yihadista internacional y pudiendo favorecer los procesos de captación, adoctrinamiento y entrenamiento de nuevos adeptos a su causa, con el consiguiente aumento de la amenaza de comisión de acciones terroristas a nivel mundial.
Víctor Sánchez Hernández
Doctor en Derecho por la Universidad de Salamanca (USAL)
Referencias
1 RASHID, Ahmad. Talibán, New Cork, I. B. Taurus, 2010.
2 FILIU, Jean-Pierre. Les neuf vies d’Al-Qaida, Lille, Fayard, 2009.
3 Este dirigente religioso empezó a atraer a centenares de seguidores, sobre todo de etnia pastún, tras liderar a un grupo armado que ahorcó del cañón de un tanque a un señor de la guerra local que secuestró a dos niñas.
4 GERGER, Fawaz. “El viaje del yihadista. Dentro de la militancia musulmana”, La Vanguardia ediciones, Barcelona, 2007.
5 BERNABÉ, Mónica. Afganistán. Crónica de una ficción, Debate, Barcelona, 2012.
6 LUTZ, James y Lutz, Brenda. Global terrorism, Routledge, Taylor & Francis Group, Abingdon, 2008.
7 GERGES, Fawaz. “El viaje del yihadista. Dentro de la militancia musulmana”, La Vanguardia ediciones, Barcelona, 2007.
8 FILIU, Jean-Pierre. Les neuf vies d’Al-Qaida, Lille, Fayard, 2009.
9 “El ISIS reivindica la autoría de los atentados de París”, El País, 14 de noviembre de 2015. Disponible en: https://elpais.com/internacional/2015/11/14/actualidad/1447502476_094158.html Fecha de consulta 02.08.2021.
10 “Atentados terroristas en Bruselas. 22 de marzo de 2016”, Departamento de Seguridad Nacional, 22 de marzo de 2016.
11 En relación con la rápida caída del Gobierno afgano se recomienda la lectura del siguiente documento: RUIZ ARÉVALO, Javier. La caída de Kabul. Causas del colapso del Estado afgano. Documento de Opinión IEEE
12 RUÍZ, Oscar y RANGEL, Pilar, Afganistán, ¿vuelta al 2001?, Instituto Español de Estudios Estratégicos, 25/2021, 1 de marzo de 2021. Disponible en: http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2021/DIEEEO25_2021_OSCPIL_Afganistan.pdf y/o enlace bie3. Fecha de consulta el 07.08.2021.
13 “El líder talibán afirma apoyar el diálogo a pesar del rápido avance militar”, Swissinfo, 18 de julio de 2021. Disponible en: https://www.swissinfo.ch/spa/afganist%C3%A1n-conflicto_el-l%C3%ADder- talib%C3%A1n-afirma-apoyar-el-di%C3%A1logo-a-pesar-del-r%C3%A1pido-avance-militar/46796450 Fecha de consulta 20.07.2021.
14 CHEW, Amy. “Al-Qaeda mocks US withdrawal from Afghanistan, as Taliban continues to advance”, South China Morning Post, 12 de julio de 2021. Disponible en: https://www.scmp.com/week- asia/politics/article/3140706/al-qaeda-mocks-us-withdrawal-afghanistan-taliban-continues Fecha de consulta 02.08.2021.
15 AYESTARÁN, Mikel. “El ala dura de los talibanes controla el gobierno afgano”, ABC, 7 de septiembre de 2021. Disponible en: https://www.abc.es/internacional/abci-haqqani-lider-dura-talibanes-nombrado- ministro-interior-nuevo-gobierno-afgano- 202109071654_noticia.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.es%2F Fecha de consulta 14.09.2021.
16 DE LA CORTE, Luis y HRISTOVA GERGOVA, Hristina. Grupos militantes de ideología radical y carácter violento. Región: “MENA” y Asia Central hasta la región autónoma UIGUR china de Sinkiang, IEEE, Documento de Investigación 07/2016.
17 REQUEIJO, Alejandro. “Yihadistas del Sahel toman como ejemplo la “recompensa” a la “paciencia” de los talibanes”, El Confidencial, 21 de agosto de 2021. Disponible en: https://www.elconfidencial.com/espana/2021-08-21/yihadistas-sahel-toman-ejemplo-paciencia- talibanes_3242354/ Fecha de consulta 13.09.2021.
18 REQUEIJO, Alejandro. “¿Qué es el ISIS-K? La filial afgana del Dáesh que ve a los talibanes como traidores al islam”, El Confidencial.
19 AZNAR FERNÁNDEZ-MONTESINOS, Federico. De la gestión del salvajismo, IEEE, 28 de abril de 2015. Disponible en: http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_analisis/2015/DIEEEA24- 2015_Gestion_Salvajismo_FAFM.pdf Fecha de consulta 12.09.2021.
20 “Estados Unidos confirma la muerte de dos altos cargos del ISIS en Afganistán tras su contraataque con drones”, Onda Cero, 28 de agosto de 2021.
21 REVIEJO, Santiago. “Toneladas de opio, metanfetamina y hachís, a disposición del régimen talibán en la gran economía ilícita mundial”, Público, 12 de septiembre de 2021.
22 ZULOAGA, José María. “Al Qaeda Central emite una felicitación “oficial” a los talibanes”, La Razón, 1 de septiembre de 2021. Disponible en: https://www.larazon.es/internacional/20210901/akor2bxa4rdxllnuzk3vzqwtfi.html Fecha de consulta 13.09.2021.
23 “Al Qaeda leader pledges allegiance to new Taliban leader”, Reuters, 11 de julio de 2016.
24 GARCÍA CORTIJO, Félix Eugenio. Afganistán, conflicto interminable. Documento de Opinión IEEE 67/2021. http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2021/DIEEEO67_2021_FELGAR_Afganistan. pdf y/o enlace bie3 Fecha de consulta 09.09.2021.
25 En este país cuentan con apoyo de diversos partidos islamistas radicales, que se consideran hermanados con ellos. PRIETO ARELLANO, Fernando. El fracaso y el miedo. Perspectivas para Afganistán tras la retirada de las tropas de Estados Unidos y la toma del poder por los talibanes. Documento de Opinión IEEE 91/2021. http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2021/DIEEEO91_2021_FERPRI_Fracaso.pdf
26 En relación con estas cuestiones se considera interesante la lectura de los siguientes documentos: PRIETO ARELLANO, Fernando. El fracaso y el miedo. Perspectivas para Afganistán tras la retirada de las tropas de Estados Unidos y la toma del poder por los talibanes. Documento de Opinión IEEE 91/2021. http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2021/DIEEEO91_2021_FERPRI_Fracaso.pdf y/o enlace bie3 Fecha de consulta 11/09/2021.
LÓPEZ-LAGO LÓPEZ-ZUAZO, Manuel. Afganistán y el retorno del talibán. Documento de Opinión IEEE 94/2021.