Pena de muerte a los condenados por violación en Puntlandia

Eva Cifuentes
Después de los últimos sucesos acontecidos en esta región semiautónoma de Somalia, las autoridades han comunicado que impondrán la pena de muerte a todos los condenados por violación. El caso que despertó la ira de gran parte de la población y que ha propiciado, entre otros, la decisión de la pena de muerte, fue el del secuestro, violación y asesinato de una niña de apenas 12 años hace unos días.
Puntlandia quiere acabar con este tipo de crímenes con mano dura para que “sirvan de advertencia para cualquier hombre que cometa un acto tan horrible”, declaró el jede de la región Abdulkadir Husein Nur. Se ha estipulado que, en el caso de resultar declarados culpables, la condena será el fusilamiento. De hecho, el pasado martes tuvo lugar el primer fusilamiento de un hombre condenado por violación.
El violador, ya fallecido, fue condenado por la violación y posterior asesinato de una mujer de 18 años. El mismo camino le espera a los cinco hombres detenidos por la violación grupal y el asesinato a otra mujer en la localidad de Galyako, mismo lugar donde ocurrió el salvaje crimen contra la niña de 12 años.
Somalia es uno de los países incluidos dentro de la lista de los peores para vivir siendo mujer, elaborada por la organización ONE. La decisión de Puntlandia es una muestra más de las repercusiones a nivel global del #MeToo. La situación de la mujer en el mundo, en especial en los países menos desarrollados, está empezando a cambiar. Poco a poco, pero con buena letra. La visibilidad de la campaña que empezó en 2017 sigue viva y avanzando en la lucha por la igualdad y los derechos de todas las mujeres.
En zonas como Puntlandia, la situación de la mujer es complicada desde el nacimiento. Por el hecho de ser mujer apenas tienen decisión en cómo va a ser su vida y tienen que vivir siempre a expensas de un hombre. Que los crímenes de violación sean tan duramente castigados, como está ocurriendo en Puntlandia, es un vestigio de que los problemas y la situación de las mujeres en zonas poco desarrolladas y envueltas muchas veces en conflictos bélicos, están empezando a ser más visibles. La pena de muerte ante estos delitos, o cualquier otro, puede parecer más o menos acertada, pero, sin duda, es un indicador de que la situación de la mujer está dejando de pasar desapercibida incluso en las zonas donde, el hecho de nacer mujer, condiciona de forma muy negativa. El feminismo se va abriendo camino, poco a poco, en todos los rincones.