Acortar la agonía
El sanchismo tiene fecha de caducidad: 5 años 1 mes y 23 días. ¿O es que los ciudadanos van a cambiar el voto de la noche a la mañana para salvar al dueño del Falcon y de los comunicados institucionales y entrevistas sin preguntas? La respuesta a tanta soberbia y tantos silencios se despejó en la noche del último domingo de mayo. La cara de don Pedro, anunciando horas después el adelanto de los comicios generales al 23-Jl, refleja que es un hombre tocado, cabreado, airado, decepcionado y abandonado al destino. No ha sido capaz de cumplir tampoco la promesa de agotar la legislatura. La desesperación (y la venganza) le han conducido al único camino digno: volver a las urnas. Es la mejor decisión del presidente durante su mandato y una gran oportunidad para el cambio que España necesita.
Poder y votos
Los “idus de mayo” le han abandonado en la mitad de la primavera. El baño de realidad del 28-M ha pillado a Moncloa y a Ferraz con las mentiras del CIS de Tezanos al descubierto. ¡Sí, PP, VOX y Ciudadanos nos han dejado votar en libertad! ¡Habla, pueblo, habla! Y el pueblo habló alto y claro. La convocatoria, anunciada unas horas antes de que se reuniera el Consejo de Ministros como mandata la Constitución, confirma que en esta segunda vuelta no habrá paz, piedad ni perdón para un gobierno que ha tensionado a la sociedad y a las instituciones en los últimos sesenta meses como nadie lo había hecho antes en democracia. Y que ha sido el mayor defensor de los delincuentes y corruptos. Desde la ex directora de la Guardia Civil al Tito Berni. (“No son socialistas, proclamará siempre Patxi Lòpez”).
Pedro Sánchez y su miríada de asesores monclovitas viven en una burbuja. Y, de repente, estalló en la mitad de la noche. El PSOE ha perdido más poder que votos. Sevilla ha dolido mucho. Andalucía, Valencia, Baleares, Aragón, Cantabria, Rioja, Ceuta, Melilla… se han vestido de azul y verde hasta mayo del 2027.
Ayuso y Almeida han superado las expectativas en Madrid. La expansión hacia el norte de la capital del Reino se despeja. El poder de las Diputaciones provinciales es la herramienta más eficaz para consolidar los partidos en el poder. El tsunami se ha llevado por delante al PSOE, a Podemos y a Cs. Lo siento de todo corazón. Hay que enterrar con dignidad a los discípulos de Arrimadas por su valentía en defender la Nación durante la última década. No presentarse a las elecciones en verano, después de haber impedido mayorías de centro derecha en Asturias y C-LM es una sabia decisión.
Votar con ganas
El secretario general del PSOE no ha dado ninguna razón para el adelanto. Nunca da razones para nada ni a nadie. Todo el periodo sanchista ha sido un páramo informativo para los militantes, simpatizantes y contribuyentes. La transparencia no ha sido, precisamente, una virtud de este gobierno apoyado en lo peor de la izquierda comunista, los separatistas y los herederos de ETA. Esta “alianza progresista” -Frankenstein- es la causa principal de este escenario en ruinas.
Los terroristas en casa. Las víctimas al olvido. Leyes como la derogación del delito de secesión, la rebaja en la malversación de caudales públicos, el blanqueamiento de Bildu, la ley “sisí” con más de 1000 delincuentes sexuales y pederastas beneficiados por la generosidad de Irene Montero, la ley de Vivienda que consagra la “okupación”, la rendición en el Sáhara. Las listas manchadas de sangre -el regalo envenenado de ETA-, la compra de votos en el sur, la manipulación del voto por correo en Melilla o las concesiones permanentes a ERC y PNV, no son fáciles de olvidar. Les recordamos algunas otras. Lo del Tito Berni, las condenas de los ERES, los 32.500 euros en prostíbulos sevillanos.
Ítem más. Por el uso abusivo del Falcon, las humillaciones al Jefe del Estado, los ataques a los empresarios, los insultos de fascistas a los jueces -esto lo hizo Podemos pero, señor presidente, usted calló como un muerto-; por colocar a Iván Redondo y a Iglesias en el CNI, por gobernar a golpe de BOE, por la inconstitucionalidad doble durante el confinamiento, por amputar las competencias del Consejo General del Poder Judicial, por controlar al TC, Fiscalía, RTVE, T. Cuentas y CNMV; por las subidas de impuestos sin deflactar en el IRPF, por no defender el español en Cataluña, País Vasco, Navarra, Aragón, Comunidad Valenciana y Baleares, por permitir pervertir el lenguaje con todos, todas, todes.
Finalmente, por abandonar a los agricultores, ganaderos, pescadores, y autónomos, por los trenes que no entran por los túneles, por el AVE que nunca llega a Extremadura, por la LOMLOE, por sus falsedades con el Covid y por sus promesas electorales indecentes. Se acostó con Iglesias y pactó con Bildu. “¡Nunca pactaré con Bildu!, se lo digo, si quiere, 5 o 20 veces: nunca pactaré con Bildu”, ¿recuerdan? Vale. Nos avergonzamos del trato dispensado al terrorista Petro, a Maduro, a los alumnos de Fidel y la defensa de la corrupta Cristina Fernández de Kirchner. No olvidamos que tampoco cumplió su promesa de aprobar la Ley ELA.
Ya es extraño que su primer visitante en el Palacio presidencial fuera, extramuros de la información, el “golpista financiero” George Soros. Diez meses esperando la convocatoria de elecciones. ¡Ah¡, y el plagio de su tesis doctoral. La gente decente le tenía ganas, señor Sánchez. Muchas ganas, en Madrid y en el resto de España porque nos ha decepcionado desde el día de su investidura (irregular), hoy hace 1826 días con sus 1825 noches.
Segundo plebiscito
No, no es un acto de patriotismo o de responsabilidad. Sánchez nunca ha sido un héroe. Se presentó a estas elecciones locales y regionales anulando a todos los aspirantes. Él era el supremo candidato a concejal, a alcalde, a diputado autonómico y a presidente regional. Un plebiscito al más osado. Él podría haber optado a presidir la Diputación, el lugar más desconocido y efectivo para ganar elecciones, pueblo a pueblo, pedanía a pedanía. El mejor cortijo para un político. Sánchez se ha postulado como un dios.
De poco han servido sus visitas a pie de calle, con jubilados aficionados a la petanca, o encuentros con mileuristas; detrás estaba siempre un militante socialista con familiar poderoso. No ha colado. Ni las visitas sorpresa a entidades diversas, media hora antes de dar el mitin con audiencia controlada por el servicio de orden del PSOE. Pedro Sánchez nunca ha entendido el mensaje: la gente no le quiere por su arrogancia cesarista y por sus subvenciones populistas. El paternalismo nos conduce a Venezuela. Gracias.
Sostienen sus tertulianos de cabecera que esta decisión es un acto de responsabilidad y de generosidad de un hombre de Estado. No, lo suyo tras este batacazo sería dimitir. Su enorme ego no se lo permite. Porque él – y sólo él- ha sido el candidato único en los 8000 municipios españoles, en las 12 CCAA en liza, en Ceuta y en Melilla. Ha sido un acto político de necesidad porque el “Titanic Frankenstein” se hundía. Era la única salida.
Poner como excusa que se han convocado las generales para evitar una rebelión de los militantes socialistas es otra mentira de la Factoría Moncloa. Pérez-Castejón ha gobernado autoritaria y despectivamente contra todos los militantes de su partido. Tanto, que, salvo Emiliano García-Page, hoy en día, solo le queda un barón al alza: Arnaldo Otegui. El presidente de Castilla-La Mancha ha prolongado su mandato por los pelos. Gracias a que siempre vive en la calle, pegado a los castellanomanchegos. Ha sido el único que denunció los pactos suicidas porque sabía el precio que pagaban el PSOE y España.
Nunca ha habido rebelión contra el secretario general. Ha fusilado políticamente a todos sus “enemigos interiores”. Como el general Serrano. Se ha comportado como un césar visionario. Pero ha llegado su hora. Ha convocado a urnas porque quiere salvar su pellejo. A `partir de mañana escucharán sus arengas: “¡Que viene el fascismo!” o yo, la derechona y la extrema-extrema derecha”. Ya conocemos esas consignas que no asustan ni a los niños.
Una consideración: ¿Ha bajado el porcentaje de voto al PP en CyL por cogobernar con Vox? No; ha subido. Por tanto, que vienen los nazis cuando los rusos están invadiendo Ucrania y los tenemos en el propio gobierno, no quita el sueño a nadie. Sánchez ha mantenido un gobierno excesivo con ministros impresentables y mediocres como Fernando Grande Marlasca, Dolores Delgado, Manuel Castells, Joan Subirats, Pablo Iglesias, Irene Montero, Ione Belarra o Alberto Garzón. Podríamos nombrar a otros veinte más, tan incompetentes como los citados. ¡Vaya restos de tienta! Esta es la causa verdadera de la derrota.
Progresismo de poltrona
Podemos pensaba que sus provocaciones, insultos y chollos progresistas no se acababan nunca. Ahí tienes el final, hermano. Cada vez que compruebo las políticas de progreso de estos arribistas de la política que no han trabajado un solo día me echo a temblar. Tenemos un presidente que no puede cesar a sus ministros; y unos ministros que no pueden dimitir porque irían directos al paro. No tienen vergüenza ni unos ni otros.
¿Creen que la gente ha olvidado la gestión de la pandemia, la manifa del 8M/21 que contagió a miles de mujeres, las leyes contra la propiedad o las reformas del CP que protegen a los delincuentes? Sencillamente, no. Nunca un gobierno con tan pocos escaños hizo tanto daño a tantos españoles. Lo suyo, es acabar con él, democráticamente, voto a voto. Y, en eso estamos. Y en ello seguimos.
Los populares han arrasado en Ferrol (La Coruña) patria de Yolanda Díaz. Sumar se ha convertido en un Movimiento (Nacional) de progresistas donde el único objetivo es colocarse en puestos de salida para los próximos comicios. Dieciséis grupúsculos populistas-comunistas-caviar, ya han dado el plácet para la gran coalición. Habrá acuerdo antes del día 9 de junio porque les va el suelo de los próximos cuatro años en ello. He seguido el resurgir madrileño de Yoli -la protegida de Tezanos- y, sinceramente, no le oído una idea sensata en toda su carrera, más allá de las chorradas de “matria” y que quiere ser la presidenta de España.
Su programa es desconocido salvo lo de las 32 horas semanales y cuatro ocurrencias que pagará la CEOE. Tras apoyar a Colau, Oltra y a Mema, no se le conoce empuje popular en las urnas; una oportunista de manual nombrada digitalmente por Iglesias que, si lo dejan, recuperará el Frente Popular con don Pedro Sánchez a la cabeza por Madrid.
En realidad, tras desaparecer Podemos en Madrid y en Valencia, los morados cuentan menos que nada. El PSOE asume estos comicios creyendo que la presidencia europea de 21 días le hará recuperar 500.000 votos; otros 200.000 teledirigidos por correo, otros 300.000 por absentismo de la derecha en plena canícula y el resto los aportarán Yolanda y sus mariachis.
Otra vez más el cuento de la lechera, queridos seguidores de Bahía. Esta es la crónica de unos comicios a la desesperada en el que el líder supremo, con un equipo chamuscado, intenta reeditar los acuerdos con ERC, Puigdemones, Bildu, PRC, Compromìs, Más país, PNV -que se sienten usados como un kleenex por Sánchez- y la CUP para seguir amarrado a los privilegios otro cuatrienio. Una pregunta: tras esta derrota socialista, ¿los miles de “desplazados” de las poltronas oficiales, van a dejarse la piel y la vida para que su amado líder continúe disfrutando del Falcon y del Jet privado de los March?
Sin complejos
Lamentamos la pérdida de Ciudadanos. Ya nos dolió la orfandad del CDS del presidente Adolfo Suárez. PP y VOX han copado el espacio de centro. Y en el centro se ganan las elecciones en una sociedad democrática. Nos sorprendió el anuncio de la convocatoria, pero no que el presidente no felicitara a Alberto Núñez Feijóo, ganador de estos comicios. Sánchez ha conseguido eclipsar los resultados y no ha permitido que los populares disfruten la victoria. Tampoco los socialistas han podido saborear la derrota, como apreciaba Maite Rico, sujetando el vermut el pasado lunes.
La verdad es que don Pedro ha roto el PSOE de parte a parte dejando desarmada a España. No solo al anular del Código Penal los delitos de sedición y corrupción sino sin votos constitucionalistas en Cataluña, País Vasco y Navarra. Aragonés exige que se cumplan ya los acuerdos firmados con el Gobierno. Otegui, el más listo de la clase y sus números, le dan para colocar a dos centenares de etarras con delitos de sangre o sin ellos. Hay que asegurar las pensiones para los asesinos de Miguel Ángel Blanco y los secuestradores de Ortega Lara. Mamar de la ubre pública es el negocio de los partidos contra la Constitución y la Monarquía.
La necesidad de conformar los gobiernos municipales y autonómicos obligan a pactar. Y, salvo excepciones como en Jaén, populares y abascales solo tienen un socio común: PP-Vox. Los van a acusar de fascistas, nazis, franquistas y extremistas de derecha. Después de los pactos del PSOE en todas direcciones, incluso con los herederos directos de ETA, no cabe otra solución que dejarse los complejos “del que dirán” y firmar acuerdos por La Constitución y por España.
Feijóo ha ofrecido sus escasos concejales en el País Vasco y Navarra para ofrecerlos sin condiciones a PSOE y PNV para parar a Batasuna. Es una buena decisión. Esto no va de siglas; va de salvar España de unos partidos que están intentando realizar una revolución pendiente desde 1934 y pagada por los ciudadanos.
La exposición es simple: Vox es un partido democrático. No ha asesinado, como Eta-Bildu; no ha dado un golpe de estado (como ERC-Puigdemont) y cumple la Constitución (lo que no hace el PSOE). Y, además, no es comunista como sí lo han sido el PSOE, ETA. Ni simpatizante de Hitler como el PNV o de Mussolini como Rufián.
Decálogo de prioridades
El desafío sanchista es una oportunidad. Los 450 millones de euros para propaganda, aprobados en el último Consejo de Ministros, no van a servir de nada. No hay tiempo de gastarlos. Hay que acceder a las instituciones tras el mandato masivo a los dos partidos PP-VOX y presentar un programa conjunto en asuntos de Estado. He ahí un decálogo de principios.
1. Defensa de la Unidad de España y de la Constitución. Y defensa del idioma español. Libertad y Democracia. La UE como proyecto común. España, puente entre Iberoamérica ante Bruselas y el Magreb.
2. Reforma del Código Penal para los delitos de sedición, secesión, corrupción y alta traición a la Patria. Los corruptos deberán devolver el dinero antes de salir de prisión.
3. Pactos de Estado para (PHN, Pensiones, paro, Igualdad; Dependencia y Energía).
4. Sanidad, Educación, Justicia, fronteras y AA. Exteriores, pasarán a ser competencias exclusivas del Estado.
5. Derogación de la Ley de Memoria Democrática y de todos sus chiringuitos.
6. Inhabilitación política y económica permanente para quienes atentaren contra la Seguridad Nacional.
7. Inhabilitación política y económica para todos los condenados por terrorismo, violación, agresión sexual, pederastia, tráfico de blancas y de drogas, bandas organizadas y delitos asimilados.
8. Plan de Choque contra la Sequía. Penas de prisión para los pirómanos.
9. Salud mental, bullying, suicidio, alcoholemia, ludopatías.
10, Reforma de la Administración. Las leyes del Congreso y del Senado tendrán preferencia sobre las autonómicas y locales. Oposiciones abiertas para todos en todas partes. Derechos y deberes sociales.
Sin complejos. Después de conocer los compañeros de viaje del PSOE, cabe hacerle una pregunta directa al señor Sánchez. ¿Va a continuar pactando otros cuatro años más con los enemigos de España? Diga lo que diga, la respuesta es sí.
La apuesta del presidente no es audaz sino desesperada. El 23-Jl hay que volver a las urnas con más ganas todavía. El cambio depende de que el PP y VOX actúen sin miedos. Olviden el sorayismo. Y los personalismos estúpidos. Es la hora de cambiar de Gobierno. Cualquier otra alternativa no puede ser peor. Nos costará una década sanear las cuentas ocultas. Con lluvias fuimos a votar el 28-M. Lo haremos también el domingo 23 de julio, contra el calor y la abstención por las vacaciones. Vigilaremos el voto por correo. Nos va la vida en ello. Ensanchemos la democracia y la libertad. Sánchez solo quiere acortar su agonía.
Antonio Regalado dirige BAHÍA DE ÍTACA en:
aregaladorodriguez.blogspot.com