Opinión

Siempre llega tarde

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A siete de cada diez españoles nos gusta España y el español. La Fiesta Nacional ha sido un éxito. El pueblo salió el miércoles a la calle para vitorear a la familia real, a la bandera, a la Carta Magna, a las Fuerzas Armadas, a las víctimas de Eta y a las del coronavirus; a recordar nuestro glorioso pasado en Hispanoamérica y a honrar a la Virgen del Pilar. El presidente del Gobierno llegó tarde. Deliberadamente. Hizo esperar tres minutos al jefe del Estado para demostrarse a sí mismo que él es el verdadero emperador de la república y el que más manda. La foto de Carlos Álvarez refleja toda la humillación a don Felipe y a doña Letizia. La humillación de todos.  

Así y todo, no pudo evitar los abucheos porque el pueblo no olvida las traiciones de este progre tan maleducado. La gente no le quiere. No le insultan por ser socialista, sino porque es un mentiroso compulsivo que se ha puesto al frente de una coalición comunista apoyada por etarras y separatistas para fracturar la Nación. Rompe el protocolo porque no tiene ni conoce la vergüenza. Y prohíbe que anuncien su llegada por megafonía para arroparse bajo el manto regio. Unas conversaciones de radio han confirmado que uno de sus colaboradores le recordó que iba a llegar tarde. Y don Pedro, contestó: “Ya lo sé”.  Luego, rompiendo el protocolo de nuevo, abandonó el Palacio Real antes que los propios monarcas. “Del doctor, abajo, ninguno”, piensa el protagonista de “Las cuatro estaciones”, su “pasión turca”.  Él es el protocolo. ¿Incompetencia o mala fe? Las dos cosas.  

Adiós a Infiel. ¡Cómo nos recuerda la impostura de Volkan Arslan! Siempre mintiendo y engañando a todos todo el tiempo. El campeón de la ética socialista. Y del despilfarro. Y aún nos toca soportarlo otro año más en el Desfile del 12-M-23.  Es tan chulo que a lo mejor ni va. No lo echaremos de menos. Los cincuenta y dos diputados de VOX le recordaron al día siguiente en el Congreso que llegar tarde no es una descortesía, es una grosería impropia de un inquilino de La Moncloa. Acorde, eso sí, con su soberbia, su mediocridad y su incapacidad para ocupar la cúpula del Ejecutivo de nuestro país. Actúa como si fuera don Manuel Azaña, no Largo Caballero. Se cree el presidente de la III República. Y si no invitan al Poder Judicial, mejor. Pedro Sánchez Pérez-Castejón es el vértice de los tres poderes del Estado. El amo. Él siempre en la cima del mundo. Con un par.   

Ricolas y Juanolas  

Los Presupuestos Generales del Estado (PGE-23) son un año más otra versión del cuento de “La Lechera”. La ministra María Jesús Montero presentó unas cuentas surrealistas sustentadas en Ricolas (Ingresos) y Juanolas (Gastos). Famosas pastillas para la garganta y la tos, como ustedes saben. “Podríamos haber puesto los ingresos sin gasto, -enfatizó la sucesora de Adriana Lastra en Ferraz-, pero habría resultado algo raro presupuestariamente hablando. ¿Me estoy explicando? Es que, claro, no sé explicarlo mejor”, se respondía a sí misma.  

La titular de Hacienda, ante el asombro del colega periodista, blandió las pastillas como quien toca las maracas de Machín y remató una clase magistral. “Cuando tú afectas un impuesto, es que tú dices: si tú recaudas por este producto, solo puedes gastártelo en Juanolas. ¿Me explico? Si entonces las Juanolas no están, ahora tienes los recursos, pero no tienes donde gastarlos. Y como no tienes donde gastarlos, te descuadran ingresos y gastos.  Y prosiguió con el mismo desparpajo: “Cuando nosotros creemos el Decreto de Ucrania financiaremos lo que sea: el Ingreso Mínimo Vital (IMV), el Bono Social o lo que sea. El impuesto a las energéticas y a la banca, aunque nos ayuda, no tiene afectados sus ingresos”.  En dos palabras: im-presentable.  

Todo muy dulce. Esta médica de profesión ya dejó vacías las arcas de la Junta de Andalucía en tiempos de Susana Díaz. Fue la responsable de tapar los EREs y no reclamar ni un euro a la Justicia para devolver el expolio de los Santos Inocentes Griñán, Chaves y los “40 de Ayete”. Todo lo que corrompe fermenta. ¡Dios mío!, ¿qué hemos hecho para merecer esto? Votar al doctor en Economía. Yo no, pero los hay que sí. ¡Vaya médica de cabecera!  

Estamos ante unas cuentas que no ajustan. Es más, se trata de un ajuste de cuentas personal de Pedro contra las Comunidades de Madrid, Andalucía, Castilla y León y la provincia de Alicante. Los catalanes reciben un 92% más de inversiones que los madrileños y un 8% más que los andaluces. Son unos ‘presupuestos sectarios e ideológicos”. El sanchismo se venga en el bolsillo de madrileños, andaluces y castellanoleoneses porque no votamos a Sánchez y a sus amigotes separatistas. Lo de Alicante es un aviso preventivo para las elecciones de mayo. La diputación está en manos del PP y desde estas instituciones se ganan siempre las elecciones.   

Son unos presupuestos que, además, castigan con fiereza a la clase media y trabajadora, a los mileuristas, a los autónomos y a los celíacos. Y benefician, como siempre escandalosamente a ERC, Bildu y PNV. El Cupo vasco y el Amejoramiento navarro siguen siendo secretos de Estado.   

Estas cuentas de inciertos ingresos y gastos desmesurados incluyen una filosofía bolivariana: más dependencia del Gobierno, el mayor generador de pobres.  A pesar de los 3.000 millones anunciado por Pedro Sánchez en sede parlamentaria para mitigar la pobreza energética de las viviendas con calefacción central, ¿cómo explicar los 400 euros a quienes van a votar por primera vez, el aumento del 3,5% a funcionarios, diputados y senadores y la vergonzosa subida del inmenso gabinete ministerial con un 4%?  ¿Es que los miembros del Gobierno no ostentan la condición de funcionarios públicos? Y son también unos presupuestos republicanos: de nuevo congelan la asignación a la Casa Real que es la más austera de Europa. Al rey ni agua.   

Estos presupuestos de la señora Montero -Montero, Montoro, qué más da-, (254.000 millones de gastos) también incluyen los 5 millones de la serie presidencial. ¿Por qué tenemos que pagar su propaganda?  

Desde el minuto uno, el Banco de España, el BBVA, la UE, la OCDE y el FMI le han dicho a Nadia Calviño que el crecimiento del 2,5 del PIB es falso. Por tanto, ingresos y gastos son ficticios. Nos dejarán otro agujero negro como el de Zapatero. Y el que venga detrás que arree. Son unos presupuestos para colectivos que “deberán votar PSOE”. Por Decreto. Pero Sánchez ya no puede salir a la calle porque, desde su estreno en Sevilla –“llegar a la gente, piel con piel”-, le estremece leer la pancarta de un ciudadano que le caló y le rompió los esquemas: “¡Que te vote Txapote! Ahí le duele. Vale para las tres campañas electorales del año próximo.   

Los jubilados no vamos a sucumbir a los cantos de sirena porque esta subida del 8,5% es solo una trampa para hipotecar el futuro de las pensiones y luego okupar la calle con la izquierda y los sindicatos el día después de perder el poder. Pretextarán una “pobreza energética” para tapar la “pobreza sanchista” del último cuatrienio. Mucho gasto social, sí; incluso habrá ambulancias para los animales. El escudo deja fuera a la inmensa mayoría. Demasiado gasto público. Hispanizar la vida, se llama al despilfarro.  

El Gobierno no se ha apretado el cinturón como exige a los contribuyentes. Ni un euro de rebaja en el interminable Consejo de Ministros. Si han castigado a los 21.000 ricos con un “impuesto de solidaridad” obligatorio, deberían imponer otro gravamen a los 85.000 políticos que cobran de las ubres del Estado. Eso no se toca. La casta mantendrá sus privilegios.  

En resumen: unas cuentas expansivas que nos llevarán inevitablemente a la recesión. Para colmo, la Comisión Europea ha alertado a España que los Fondos Next Generation (140.000 millones en seis años) no llegan al tejido productivo para digitalizar las empresas. Apenas se ha gestionado el 15% de los 16.000 millones ya entregados. Calviño no sabe, no contesta.  

Cuando todo parecía cerrado, Hacienda destapa la letra pequeña: los contribuyentes con más de 50.000 euros verán aumentado su IRPF, las empresas serán castigadas con un impuesto especial en las cotizaciones a la Seguridad Social y llega un nuevo catastrazo para 850.000 inmuebles. Todo ello sin deflactar el IRPF. Nos exprimen un año más.  

Escrivá exige a la Patronal CEOE que el destope de las cotizaciones tiene que subir todos los años sin discusión. Garamendi ha roto la baraja al verse humillado como la Corona. Y Yolanda reivindica salarios altos para los sindicatos. “O salen a las calles”, amenaza.  Quiere una subida como las que otorga Sánchez a su manera. Yoli, ya no Suma, solo resta; No escucha, quiere que le escuchemos.  No nos interesa su matria y seguiremos comiendo fresas. Con todo el respeto, en mi pueblo califican este comportamiento como el de una pardilla.  

Estas cuentas públicas solo tienen sentido para repartir subvenciones desde el poder político. Y ganar las elecciones. Han podido comprobar ustedes que todas las líneas rojas (aumento en Defensa para la OTAN en 3.000 millones), inasumible para Podemos se han disuelto como lágrimas en la lluvia. Echenique lo explicó perfectamente: “No vamos a irnos del Gobierno porque esperan PP y VOX”. Callan y tragan. Sánchez es el faraón insaciable. “Necesitamos más impuestos”. El dinero, mejor en nuestros bolsillos, señore presidente.  

Chantaje nacionalista  

La salida de Junts del gobierno catalán confirma que quien manda en la antigua Convergencia es Puigdemont. Los consejeros y medio centenar de cargos de la Generalitat han dimitido, pero otros 200 negocian su permanencia con ERC. Nuevos adeptos a la causa. Aragonés desveló que Sánchez le prometió que la sentencia del TSJC sobre el 25% de estudiar en español no se iba a recurrir ante el TC. Y así ha sido.  

La mesa de la rendición avanza. El conde-duque de Bolaños y el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo permanecen mudos tras descubrirse la traición. No ha sido la última.  La Alta Inspección del Estado siempre ha mirado para otro lado. Jamás ha recurrido la no ejecución de sentencias. Tampoco ha movido un dedo en el acoso a la familia de Canet. El Gobierno social-comunista ha conseguido que el Estado desaparezca de Cataluña. La ministra Pilar Alegría se le llena la boca de decir que “la ley esta para cumplirla”. Mercadean con los derechos de los niños. La ciudadana Mayte Pagaza ha denunciado esta inmersión totalitaria en Bruselas. En Valencia han ido más allá negando a los niños refugiados ucranianos la posibilidad de aprender español. Todas las asignaturas, incluidas las matemáticas se dan en valenciano para demostrar que son una colonia del imperio catalán.  

Montesquieu ha muerto     

La dimisión de Carlos Lesmes ha dejado al Poder Judicial en cueros. Ya estaba tocado de muerte. Ahora, Rufián ha exigido que para que los PGE-23 superen la mayoría absoluta, Sánchez debe cumplir no solo el compromiso de no recurrir las normas emanadas de la Generalidad, sino la “desjudicialización” de todos los implicados en el golpe de Estado de 2017 y, además, cambiar el Código Penal para abolir el delito de sedición y rebajar el de secesión a fin de que el golpe que van a volver a dar les salga gratis total.   

Y ahí entra la urgencia del sanchismo para nombrar a los magistrados del TC con Conde Pompidou al frente. Le agradará “mancharse la toga con el polvo del camino” de la revolución sanchista. Objetivo: romper el mástil de la Constitución del 78 y volver a ganar la guerra perdida por la II República. Unos héroes con 86 años de retraso. Llegan tarde. El odio acumulado por la izquierda y los separatistas permitirá con el nuevo TC progre, celebrar referéndums (anticonstitucionales) para la secesión. En un foro extraparlamentario PSOE, PSC y ERC han pactado la impunidad judicial. Del pasado y del futuro. El primer paso ha sido retirar el CNI de Cataluña, País Vasco y Navarra.  Desmantelar el Estado                                                                                                                                                               

Feijóo nunca debió acudir a La Moncloa. Ya tendrá tiempo de reconocer sus dependencias. La llamada de auxilio del doctor presidente era una trampa. La razón por la que la Justicia está politizada lo confirma precisamente esa reunión in extremis. Participantes: el secretario general del PSOE y el presidente el PP. Lo correcto hubiera sido estimular a los grupos parlamentarios del Congreso y del Senado pues a ellos corresponde el nombramiento de los vocales del Poder Judicial. No. Ni el líder popular ni su ayudante Esteban González Pons debieron enterarse muy bien de los acuerdos orales porque horas después el propio Sánchez fijó posición a su favor en el Palacio Real: “El sistema de elección del CGPJ no se reformará; ganen ustedes las elecciones”.  Lo que diga Europa le importa un pito.   

Núñez Feijóo ha salido trasquilado. Mayoría progresista en el CGPJ y en el TC. Nueve años de calvario para aplicar las leyes social-comunistas (Memoria democrática, catastrazo, ley trans, inmersión lingüística, desmantelamiento del Estado, más cupo, más nueces para el PNV, más presos a la calle con pensiones vitalicias, más chantaje separatista, más indultos a los corruptos, más acoso a autónomos y a la patronal, peor educación, más fracaso escolar y más de dependencia de los bonos sociales). A un paso de la cartilla de razonamiento. Gobierno más autoritario y una sociedad arruinada.  

Aznar y Rajoy desperdiciaron su mayoría absoluta para volver al art.122 de la Ley de Leyes pero no tuvieron valor. Don Alberto Núñez va a necesitar más que un pacto escrito para resucitar a Montesquieu.  

Un caldo de cultivo perfecto para el crecimiento de las mafias. La ley de secretos oficiales consagrará la censura previa y convertirá la Ley de Transparencia en una coartada para fumigar a la oposición.  La situación, amigos de Bahía de Ítaca, es muy grave. Cinco años después de aquella respuesta masiva al discurso del rey (el 8-0) un millón de ciudadanos nos reunimos en Barcelona para defender la Carta Magna y la unidad. Miles de personas salieron a la calle este 12 de octubre para defender lo mismo: España y el español.  

Un Mulhacén de mentiras  

No ha tenido mucho recorrido el vídeo del PSOE “Mentiras y más mentiras” contra Feijóo. Pellizcos de monja comparados con las trolas socialistas. Sánchez no podía dormir con Iglesias y se lo llevó al río creyendo que era mozuela… Que nos perdone Federico por tensar su verso. Nos dijo el doctor en Economía setenta veces siete, mirándonos a los ojos, que nunca pactaría con Bildu. Otegi tiembla después de haber reído. Lo último de Marlaska: 11 presos más trasladados a cárceles del País Vasco para que Urkullu los lleve a casa por Navidad.  

Mentiras, las nada fraternales relaciones con el vecino del sur que asegura en Naciones Unidas que no tiene fronteras con España: “Melilla es un presidio ocupado”. Nadie responde. La transparencia sanchista es un velo de alquitrán en la mirada… Gracias, Sabina.   

Argelia ha reducido a la mitad el suministro de gas a España y ha encarecido el precio el 30%. Mantiene el boicot a los productos españoles. Las empresas levantinas de la cerámica se enfrentan al apagón. Riesgo: 7000 empleos. A Sánchez no le importa porque sigue comprando gas a Putin. Algún día conoceremos el alcance del robo de información clasificada por el sistema Pegasus. Quizás Margarita Roblespierre, también espiada, pueda recordar que Alemania le invitó oficialmente a participar en el escudo de misiles de la OTAN. Otra mentira colectiva es la de que ya hemos superado el PIB de antes del coronavirus. El Mulhacén, por no salir de la Península, solo se eleva a 3.479 metros.   

Puntualidad  

Para un periodista radiofónico -nos ha dejado Jesús Quintero, El loco de la colina- es un crimen llegar tarde a la cita con las señales horarias. La puntualidad es una religión. Por fortuna, el líder socialista llegó tarde conscientemente el 12-O para hacer esperar a los Reyes.  Llegó tarde a la pandemia, llega muy tarde a la sequía, llega demasiado tarde a la guerra del agua, a la degradación de la economía, la educación y las relaciones exteriores. Llega a destiempo para evitar radicalizar la sociedad con un gobierno y sus socios Frankenstein; llega tarde para pacificar RTVE y, en especial, a la exhumación de los restos de José Antonio Primo de Rivera. Su familia, con inteligencia, impedirá una exhibición obscena como la del General Francisco Franco. Las colas del hambre son más poderosas en las urnas que un espectáculo televisivo.   

No ha sido una buena semana para el futuro líder de la Internacional Socialista. Hemos escuchado este jueves en el hemiciclo el discurso más radical de todo su mandato. Una mezcla de kichnerismo bolivariano con sutiles aires de Evo, Petro, Boric y Ortega. Como nos enseñó el obispo y misionero Pedro Casaldáguila “no es lo que importa llegar solos y pronto, sino juntos y a tiempo”. Cuando se llega tarde, muchos ciudadanos se quedarán en el camino. ¿Habrá entendido el mensaje?