Opinión

Virus totalitario

photo_camera Spanish Parliament

El Gobierno alcanzó la cumbre de su obscenidad el pasado jueves tras aprobar con 194 votos a favor, 99 abstenciones y 53 en contra el nuevo estado de alarma hasta el 9 de mayo. Se trata de un estado de excepción, -anticonstitucional de cabo a rabo- que dota de plenos poderes al doctor Sánchez Pérez-Castejón sin tener que dar cuenta al Parlamento. El presidente (con 55.000 muertos por la COVID 19) ni siquiera se dignó defender una medida tan excepcional como autoritaria. Realmente vivimos un estado de guerra con toque de queda en toda España. Dejar en manos de Illa las explicaciones no es lo más grave; lo peor ha sido comprobar como Ana Oramas e Inés Arrimadas han firmado un cheque en blanco a 180 días sin condiciones con los enemigos de España. Solo falta que le aprueben los PGE/2021 y así eternicen al dúo Pedro y Pablo en el poder hasta el 2030. ¡O más allá!

El ausente… de gira

El desprecio de Sánchez al abandonar el hemiciclo nada más terminar el discurso su vicario de la pandemia, Salvador Illa - cuya frase más famosa fue la de comparar al PP y a Vox con Pili y Mili-, iguala, incluso supera, al menosprecio de Mariano Rajoy, cuando dejó su escaño para ser okupado por el bolso con los micrófonos de Soraya Sáenz de Santamaría, cedidos por el gentilhombre Villarejo. Paralelamente, don Mariano celebraba en el Restaurante Arahy su rendición incondicional con generosas dosis de bourbon y nos dejaba en manos de un impostor. Ese maltrato al Parlamento y a todos los ciudadanos confirma lo que venimos diciendo del inquilino de La Moncloa: es incapaz de tomar ninguna responsabilidad política y económica. Delega todo. Y a eso le llama cogobernanza. ¿Qué el coronavirus sube en su segunda oleada a cotas de abril y mayo? No importa, se traslada el problema a las CCAA, se desestabiliza el sistema, se impone el caos por real decreto ley, se lava las manos con gel hidroalcohólico cinco veces al día, y que la fuerza del confinamiento (el miedo, naturalmente) afiance su absolutismo. Pedro Sánchez ha demostrado que no es un líder para sacarnos de esta pandemia. Se le llena la boca de transparencia, pero seguimos sin saber cuántos y quiénes son los muertos; dónde está la reserva estratégica para esta tercera ola que se avecina, cuánto nos ha costado este tsunami social y cuántos sanitarios han fallecido por falta de medios. Ahora que las calles de una veintena de ciudades (de Logroño a Málaga) arden cada noche dejando un rastro nazi de cristales rotos, de robos y saqueos; ahora, precisamente ahora, también se escuda en el silencio. Como la vice Calvo, la portavoz Montero o el ministro Marlaska, más ocupado en “repatriar” etarras encarcelados con delitos de sangre (185), que en detener a los revolucionarios antisistema. 

Todo el Gobierno sorprendido por el botellón y las orgías privadas durante el toque de queda sin conocer que la calle está hasta el “moño” del vicepresidente 2º y que la pandemia nos ha traído paro, hambre, inseguridad y ruina. Lo heroico es sobrevivir. Bajen de los coches oficiales y del Falcon 10D y vayan cualquier mañana a los hospitales, a Cruz Roja, a Cáritas o al Banco de Alimentos y comprenderán que no se puede mentir a todo el mundo todo el tiempo. Ni se acabó ni se sabe cómo atajar esta pandemia con una receta para todos. 17 reinos de Taifas y dos ciudades autónomas (Ceuta y Melilla) a punto de estallar por la asfixia marroquí que ha trasladado la inmigración ilegal a Canarias, la nueva Lampedusa. En pocos días, aunque no sea bienvenido, el doctor presidente recorrerá España como si fuera Mr. Marshall anunciando la buena nueva de los dineros europeos y repartiéndolos a manos llenas cómo si fueran el maná en el desierto del Sinaí. Una gira para la tele y a mayor loor y gloria del nuevo César. El portazo de Sánchez al Congreso y al Senado es un golpe de Estado a la Constitución. Y esta vez no lo hace solo, sino bien acompañado de lo peor de cada casa. 

¡Heil myself!

Si ustedes recuerdan “To be or not to be” (1942) con el verdadero “toque Lubisch”, una compañía de teatro simula que Hitler llega a Varsovia horas después de la invasión. En un momento determinado, el actor que encarna al Führer, responde cuando un viandante le saluda ¡Heil, Hitler! Y él apretando los dientes para reforzar su bigotito, responde levantando el brazo: ¡Heil, yo mismo! Ese es el acto reflejo que dejó en el Diario de Sesiones en la última sesión de control. Tras ser interpelado por Pablo Casado, se retrató: Tienen la palabra el señor presiente del Gobierno, dijo Maritxell Batet; “Gracias, señora presidenta, gracias, señor Sánchez…; o sea. ¡Heil, myself!” Este hombre vive instalado en su vanidad y en su ambición (en la luna con agua) y no es extraño que, de ahora en adelante hasta la mitad de la primavera, enterrado el Parlamento, con un control amañado cada dos meses y sin votaciones, gobierne con poderes especiales y Leyes Habilitantes. Un ejemplo: la propuesta de controlar los nombramientos del Consejo del Poder Judicial. Otro: la iniciativa de la Fiscalía General del Estado de no oponerse a la sentencia del mayor Trapero para facilitar el indulto y la amnistía de los golpistas catalanes. Las Leyes Habilitantes fueron creadas en 1933 para que “la Justicia representara a Hitler”.  Esto ya sucedió el 7 y 8 de septiembre de 2017 en el Parlamento catalán. El Constitucional las anuló, pero no consiguieron parar la sublevación del 1-0 y la proclamación de la república catalana.  

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España

Confinamiento de las libertades

Los 194 escaños que han consagrado este estado de guerra civil que ha dividido a la sociedad española, tendrá unas consecuencias mucho más graves si a mediados de noviembre el mismo gobierno que tuvo una mayoría “de rodillo” para “este tiempo de tiranía”, le otorgan, además, el derecho al cautiverio del confinamiento en los domicilios durante ocho o diez semanas. Para entonces, la ministra Celaá, habrá impuesto una nueva Ley de Educación en la que se consagre la abolición del suspenso para pasar de curso y obtener los títulos de Bachillerato y FP gratis total; quieren una juventud dócil, manipulable e ignorante. A ver si de verdad la empura la Fiscalía General con la “ministra 24”, Dolores Delgado a la cabeza. No lo permitirá el prevaricador juez Garzón, verdadero ministro de Justicia en la sombra.

Iglesias, siguiendo los pasos de Maduro, Ortega y Kim Jong-un, nos regalará por Navidad una ley de censura (hasta del pensamiento), con Inteligencia Artificial (IA) que doblegará a los medios díscolos y a los periodistas críticos que no admitamos la realidad oficial o discrepemos de la bondad ilimitada del Gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo. Todos seremos delincuentes de conciencia y la transparencia se revestirá con un velo de alquitrán en la mirada, para mirar hacia otro lado, naturalmente. ¿Quién defenderá en este “tiempo muerto” las libertades de reunión, de expresión, de conciencia, de religión y de cátedra? Como ha sucedido en estas noches de los cristales rotos, la culpa es (y será) de la extrema derecha. Casi todos terminaremos siendo de extrema-extrema derecha. Primero expedirán carnés de demócratas y luego nos marcarán a fuego lento con láser en 3D para el holocausto civil. 

La ministra de Igual-dá, Irene Montero ya tiene lista la “ley Trans” que al igual que la del aborto de ZP, permitirá cambiar de sexo solo con solicitarlo, sin informes médicos ni siquiátricos ni tampoco se necesitará autorización paterna. Su lucha con Teresa Rodríguez, por el dinero, (1,7 millones de euros de botín) ha demostrado que su feminismo es otra trola donde el dueño y señor de toda la “manada” sigue siendo “el Mamarracho”, como lo ha definido el alcalde gaditano, José María González Santos, alias “Kichi”. Con los parados y el coronavirus, Irene y su casta, se gasta miles de euros en el supuesto trauma que causa a las niñas el color rosa. En dos palabras: im-presentable. 

Para rematar este semestre en negro, baleares y valencianos culminarán el trabajo sucio de la inmersión en el catalán, de Pompeu y Fabra amparándose en que PSOE, Podemos, PNV, Bildu y ERC negocian que el castellano deje de ser lengua vehicular de la enseñanza. Una lengua impropia.  Todo eso, después de subirse el sueldo los ministros más de un 10 por 100 y de duplicar el gasto en asesores y amigotes para el año que viene. Aprendimos directamente con el presidente Adolfo Suárez que democracia es saber dónde va cada peseta del contribuyente. ¿Alguien puede explicarnos los gastos e ingresos de los primeros presupuestos de un gobierno con 29 meses de mandato? ¿Y los sueldos y canonjías de los de los más de 1001 asesores de un Ejecutivo interminable?  Ni un voto para este grupo de los 194 diputados de la infamia que dinamitarán nuestra Nación antes de que lleguen siete lunas llenas.

Irene Montero, ministra de Igualdad de España

Campos minados

El paisaje después de la guerra del coronavirus se presenta desolador. Tierra quemada por el odio y la miseria.  Ni siquiera queda un resquicio para la esperanza con un PP que ha roto todos los puentes con Abascal; un PSOE - ¿quedan aún al menos 10 socialistas con mando en plaza que vuelvan a conectar con los socialistas decentes? - sin escrúpulos liderando la ruptura de la unidad, con un VOX desnortado en Europa, con unos separatistas siempre chantajeando a la Patria y con un rey terriblemente solo. ¿Dónde están esas 1000 organizaciones con la distinción de real que no amparan abiertamente al Monarca? Cierto que las Reales Academias le han mostrado su apoyo tras los ataques de la mitad del Gobierno. El Rey está confinado por Moncloa e hibernado para que solo reine sin corona, pero con coronavirus Pedro Sánchez, sin frenos, sin controles, sin límites. ¿Hasta cuándo el TC seguirá sin resolver el recurso de Vox sobre la legalidad o no del anterior estado de alerta? Recordemos que lleva 10 años sin pronunciarse sobre un recurso del PP respecto al aborto. La decadencia de las instituciones con este Gobierno Frankenstein viene de fábrica.

La violencia no se detendrá porque la democracia se ha achicado con este gobierno oportunista; los derechos fundamentales se han reducido con el virus totalitario y porque agredir a un policía –además del orgasmo que le produce al presidente de UP cuando patean a un agente del orden- cuesta tan solo 60 euros. 

Del laberinto… al 30 (a los años 30, claro) Ese es el camino de este gobierno que manda y no toma ninguna decisión responsable ni unánime para vencer la pandemia. Un Pedro Sánchez que diluye su responsabilidad en el Consejo de Sanidad Nacional y en un comité de expertos inexistente que dirige el “machista Simón”, no merece un solo voto. Señoras Arrimadas y Orama: esperemos que hayan lamentado ya profundamente haber prestado el voto a un político que no es de fiar, a un mentiroso compulsivo, a un político que les desprecia, a un ebrio de poder, a un iluminado sin principios.

Pablo Casado

Con su voto han cometido un delito directo contra el pueblo. Señora presidenta de Ciudadanos: no le di mi voto para que el presidente se pasee por medio mundo con gastos pagados. La regeneración exige reducir la industria política. La democracia ha quedado confinada dando paso, gracias a un virus chino y tiránico, a una autocracia semestral. ¿Saben qué nos espera a mediados del próximo año con este estado de desesperación? Un campo minado para dinamitar la Carta Magna. ¡Adiós, Transicion, adiós!  Un cambio de régimen sin reglas. Un estado de derecho sin deberes. Una república bananera que quiere acabar con los ricos y no con los pobres. Suspender la democracia 180 días con sus 180 noches es ilegal y anticonstitucional aunque los jueces, la sociedad civil y el IBEX 35 callen por cobardía. Noventa años después, seguimos en la misma línea de salida del Pacto de San Sebastián. (Cordón sanitario al PP, Cs y Vox) y con un nuevo PSOE, -no son socialistas, son mangantes- colaborador necesario de la dictadura de Primo de Ribera como protagonista, que nos llevó directamente a una guerra civil.

Ahora la guerra se llama paro, ruina, miseria hambre y, sobre todo, progresismo. Pedro Sánchez es el fiel retrato del dictador Miguel Primo de Rivera, llegado de Barcelona directamente para dar el golpe en 1923 y acabar con el Senado, que no fue reconstruido hasta 1977. Don Miguel aceptó un doctorado “Honoris Causa” por la Universidad de Salamanca - “yo soy un doctor de la vida, - se jactó en el discurso, tras haber entregado previamente un cheque de 60.000 pesetas; Sánchez ya ha obtenido su propio doctorado de copia y pega plasmado en un libro que firma, además, un “negro”. 

Estos próximos seis meses bien pudieran denominarse “la antesala de la tiranía”. No se trata de oponer democracia contra el fascismo sino de defender la libertad y la Carta Magna frente al totalitarismo de unos buscones de opereta, de unos revolucionarios de salón.   Hay crisis, cierto. Una crisis moral y mental alentada por unos políticos sin alma.

Rey Felipe VI

Un Gobierno donde el nepotismo es su mejor argamasa y la propaganda su arma letal de destrucción masiva contra la convivencia. Han dividido a España para ganar una guerra con 84 años de retraso. (Ley de Memoria Democrática)

Estos seis meses de democracia sumergida en el océano de la nada, nos enseñará a saber qué son las leyes habilitantes y el ¡exprópiese! Este gobierno (legítimo) y sus socios tóxicos (también legítimos) nos impondrán un nuevo orden donde el silencio de los corderos y la voluntad popular se encaramen por encima de la ley. Están anestesiando nuestras conciencias con un manual de crispación que incluye una idea central: “nada acabará hasta que estemos muertos”. Los liberales seguiremos en la resistencia activa contra este gobierno sin atributos porque el día -y la esperanza- no se acaban hasta que no se pone el sol. 

PS. Ultimo esta crónica con las bolsas a la baja por la incertidumbre de los resultados de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. ¡Que la fuerza imperial de la Casa Blanca nos acompañe hasta el 2024 ante una Europa decadente y permisiva!

Antonio Regalado dirige BAHÍA DE ÍTACA en: aregaladorodriguez.blogstpot.co