Opinión

Sobre la salida de Francia de Mali

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Desde 2013 Francia ha estado luchando contra el terrorismo yihadista en Mali, primero con la Operación Serval y después con la Operación Barkhane. Sin embargo, no se ha conseguido vencer al terrorismo yihadista durante estos años y ante el descontento de la población, Mali ha optado por una alianza militar con Rusia. 

Francia tiene desplegada en Mali la operación Barkhane y consideran incompatible la presencia de Wagner con las tropas francesas por lo que ante la entrada de Rusia en Mali lo más probable será la retirada total de sus tropas de este país, pudiéndose desplazar a otros países como Níger o Costa de Marfil. Por el momento las tropas francesas siguen en Mali junto a las rusas, pero ocupando territorios diferentes. 

Hay que recordar que Francia en estos momentos ocupa la presidencia de la UE y ha hecho de las relaciones con el continente africano una de las prioridades de la Presidencia francesa del Consejo de la Unión Europea. Los días 17 y 18 de febrero se celebrará una cumbre UE-África, ya que las relaciones en París con Malí y la República Centroafricana se han tensado recientemente. Ademas solicitó en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una resolución para condenar al régimen de Bamako que contaron con la oposición de Rusia y China. Igualmente ha apoyado las sanciones de la CEDEAO  

Bamako por su parte ha pedido una revisión de los Acuerdos de Defensa con Francia. Esta solicitud viene después de que Francia haya apoyado las sanciones de la CEDEAO y haya amenazado con retirar las tropas del país. 

Oficialmente Mali no ha pedido aun ni a las tropas francesas ni a las de la UE que se marchen, pero si existen muchísimos mensajes de hostilidad, un sentimiento antifrancés generalizado y manifestaciones masivas. 

En caso de retirada se marcharía de Mali la operación Barkhane, la operación Takuba y las misiones de entrenamiento de la UE. Sería una triste salida y fallida de Mali de Francia después de 9 años de intervención y que habrían supuesto un fracaso para Francia y en definitiva para la UE. 

En última instancia lo que se percibe en la población maliense es que su país es un territorio de lucha para las potencias occidentales. Para el pueblo maliense, el retorno a la seguridad se establece como una prioridad y para muchos la Operación Barkhane no ha logrado poner fin a los conflictos en el país. Esto lleva a un rechazo y desconfianza de la presencia militar francesa junto con la idea de que solo permanece en Mali por sus intereses económicos y como una potencia de ocupación. 

Actualmente no se dan las condiciones para que Francia se quede en Mali. Sin embargo, no puede producirse una salida total por lo que si se quedase sería a través de los medios aéreos, de los medios de inteligencia y de otros medios cuya visibilidad sea lo menor posible. 

Es evidente que Francia no retirará sus tropas de Mali tres meses antes de las elecciones porque esto nos recordaría el desastre de la retirada americana de Afganistán y como fue una absoluta derrota después de 20 años de intervención en dicho país. Aquí la situación seria la misma después de 9 años en Mali. 

¿Por otra parte, y ante la retirada de las tropas de Francia y de la UE habría que preguntarse en qué situación queda la MINUSMA? La MINUSMA debe seguir desempeñando su papel de pacificación, pero se quedaría sola con Rusia y Francia continuaría llevando a cabo sus operaciones específicas a distancia al igual que EEUU y se convertiría en un blanco más fácil tanto de los malienses como de los terroristas. 

Por todo ello, la entrada de Rusia en Mali sería vista como un triunfo de esta sobre Francia, la UE y EE. UU. que han sido incapaces durante estos años de conseguir instaurar la seguridad en Mali. 

Esta salida de Mali sería una humillación para Francia que pedirá la salida también de la UE y de Takuba para no salir sola. 

El último episodio de ruptura entre Francia y Mali ha sido la expulsión del Embajador francés en Bamako como respuesta a las declaraciones del Ministro francés. Este episodio puede ser la antesala de la salida total de Francia que posiblemente vendrá acompañada de la salida de tropas europeas de Mali dejando a este país solo ante la lucha contra el terrorismo yihadista de la mano de Rusia. 

Hay que recordar que durante estos años Francia no solo frenó el terrorismo yihadista que empezó fuertemente en 2013, sino que obtuvo dos grandes victorias militares con la muerte del líder de AQMI y del de EIGS en 2020 y 2021 pero sin embargo el coste económico y en vidas para Francia ha sido grande y la población maliense parece no haber visto tampoco el esfuerzo francés realizado durante estos años. Sin embargo, Francia no ha podido evitar el contagio yihadista y la desestabilización de los estados de la región habiéndose extendido a otros países del Golfo de Guinea como Costa de Marfil, Togo o Benin. 

La estrategia de Francia podría ser continuar en el Sahel sin abandonar la lucha contra el terrorismo yihadista, saliendo de Mali si finalmente se decide así y desplazándose a otros países del Golfo de Guinea que ya empiezan a estar afectados por el terrorismo como es el caso de Costa de Marfil.  

Podríamos encontrarnos con un nuevo escenario internacional de lucha contra el terrorismo yihadista en el Sahel donde tanto Francia como EEUU se desplazarán a países como Costa de Marfil o Niger para poner sus bases permanentes.  

Sin embargo, este desplazamiento empeoraría la lucha contra el terrorismo yihadista ya que Mali está situado mejor estratégicamente en el centro de varios países por lo que Francia, EEUU y la UE quedarían desplazados más lejos. 

De las lecciones aprendidas en estos años en la lucha contra el terrorismo en el Sahel hay que recordar que debe haber una estrategia coordinada para el Sahel y que no solo pasa por la estrategia militar. Se puede acabar con los lideres de los grupos terroristas pero estos grupos siguen ahí.  

Hay que analizar otros factores como el económico, la falta de control por parte de los Estados en todo su territorio, una mayor presencia policial a nivel local y distintos elementos más que no se han tenido en cuenta. Es la ausencia de Estado lo que hace que estos grupos terroristas vayan ganando territorio. Por ello hay que reconstruir estos Estados ahora fallidos en todos sus ámbitos y no solo en el militar.  

Hay que desarrollar una nueva Estrategia para el Sahel no solo pensada desde el ámbito militar ni desde Occidente sino pensando en cuales son los problemas del Sahel y cómo hay que combatirlos en todos sus ámbitos. Centrándose en trabajar mas y mejor desde el ámbito local en todos sus aspectos y en la lucha contra el terrorismo yihadista apoyándose más en los medios aéreos y en los medios de inteligencia.   

La suma de capacidades y la coordinación de todos los actores que operan en el Sahel será la única posibilidad para conseguir la estabilización en el Sahel.