La nueva entidad magrebí sin Marruecos, Mauritania ni Libia

Sin embargo, este esfuerzo no sólo ha resultado inútil, sino que también ha expuesto a Argelia al aislamiento, comprometiendo su posición en la región y sus relaciones con #Libia y #Mauritania, ya que el chantaje llevado a cabo por la junta contra ellos sólo demuestra una vez más la mala fe de Argelia en la región.
Este insólito proyecto, destinado a establecer un "primer Magreb" excluyendo a Marruecos, sufrió un duro revés con la negativa de Mauritania a sumarse a la iniciativa en la reunión tripartita celebrada en Túnez el 22 de abril, en la que participaron Argelia, Túnez y Libia.
La no participación de Mauritania estuvo motivada por su deseo de mantener el equilibrio en la región, sin olvidar que 24 horas después de la cumbre de Túnez, el jefe del Consejo Presidencial libio, Mohamed Menfi, envió enviados especiales a Marruecos y Mauritania para afirmar que era inconcebible un grupo magrebí sin Marruecos y Mauritania.
El planteamiento de Argelia, caracterizado por una serie de maniobras insensatas, se consideró un flagrante desprecio por la dinámica regional y las alianzas estratégicas.
De hecho, los intensos esfuerzos de los servicios de inteligencia y la diplomacia argelinos para convencer a Mauritania de que se volviera contra Marruecos no sólo fracasaron, sino que exacerbaron las tensiones existentes, poniendo de relieve la reticencia de los países del Magreb a formar coaliciones basadas en conflictos superficiales y no en intereses compartidos.
La reunión de Túnez, reducida a una consulta informal sin resoluciones estratégicas ni directrices claras, puso de manifiesto la incapacidad de Argelia para movilizar el apoyo regional a su proyecto.
Los resultados de esta reunión, en la que los participantes sólo subrayaron "la necesidad de unificar posiciones e intensificar la concertación y la coordinación" delatan un intento desesperado de salvar la cara en un contexto de creciente aislamiento diplomático.
En conclusión, esta iniciativa mal concebida y mal ejecutada revela una estrategia argelina contraproducente y viciosa. He aquí los verdaderos objetivos de esta supuesta coalición:
- A través de esta unión obsoleta, Argelia quería incluir a la pseudo-RASD en esta pseudo-entidad.
- Argelia quería tener el control total sobre Libia y Túnez para atacar el proyecto atlántico marroquí.
- Junto con Túnez, Argelia quería explotar las crisis migratorias para atacar a Europa y crear una presión multiforme sobre Marruecos y Europa.
- Lanzar una nueva confrontación multilateral en la región con el fin de destruirla para gobernar mejor, dadas las fructíferas relaciones de Marruecos en África y el norte de África.