El panorama lingüístico marroquí: la vecindad lingüística y la situación de la lengua española en la otra orilla del Estrecho

Árabe

En este artículo trataremos de arrojar luz sobre el panorama lingüístico marroquí señalando el contacto de las lenguas existente en el país, así como la situación del español y el estatus que tiene en la sociedad marroquí. Tras la independencia, la mayoría de los países del Magreb se han enfrentado a una situación lingüística caracterizada por el multilingüismo con un predominio del idioma colonial (Boukous, citado en Moustawi, 2004). Sin embargo, se puede considerar que Marruecos es un caso espacial debido a la complejidad de su panorama lingüístico que se divide en dos bloques: el primero formado por las lenguas nacionales que son el árabe y el amazigh; y el segundo lo constituyen las lenguas europeas que son el francés, el español y el inglés. Por tanto, se trata de una situación lingüística compleja. 

El origen de dicha situación tiene que ver con la llegada de los árabes en el siglo VII y VIII a un país berberófono  (Sánchez, 2007). Del mismo modo, en el siglo XX el protectorado hispano-francés supuso la llegada de dos lenguas coloniales. Aunque la lengua española se considera un caso especial, ya que varias investigaciones demuestran que su presencia se inició en el siglo XV con la llegada de refugiados, inmigrantes y colonos procedentes de España (Vitores, 2014). A todo esto hay que añadir la llegada del inglés como una lengua internacional, que empezó a ganar terreno paulatinamente en todo el terreno marroquí.

La complejidad del panorama lingüístico marroquí no solo tiene que ver con la existencia de varias lenguas extranjeras, sino que las lenguas nacionales tienen diferentes tipos. En primer lugar, el árabe se divide en dos variedades: El árabe marroquí y el árabe clásico. La primera variedad llamada también Dariŷa, es el dialecto que se utiliza en todo el país. Cabe señalar que en los últimos años se da mucha importancia a la enseñanza del árabe marroquí para los extranjeros, debido a que es la lengua oficial de comunicación. Por ejemplo, en el Instituto Cervantes de Tánger se imparten clases de Dariŷa, y son cursos que tienen mucha demanda, especialmente por parte de españoles y franceses que viven en la ciudad. Asimismo, existen movimientos que apoyan la idea de introducir el Dariŷa en los centros educativos locales, cosa que no tuvo el respaldo de la sociedad marroquí, ya que el árabe marroquí se considera una forma coloquial de comunicación y no puede formar parte del sistema educativo marroquí.

Cabe destacar que el Dariŷa cambia según las zonas; por ejemplo, encontramos una clara influencia del español en el habla de las zonas del norte, de hecho el dialecto de dicha zona está plagado de hispanismos, especialmente en las ciudades de Tánger y Tetuán, ya que esta última era la capital del protectorado español. En cambio, en el centro de Marruecos el francés tiene una presencia importante e influye claramente en el dialecto hablado en la zona. 

Por otra parte, encontramos el árabe clásico, que es el idioma oficial del país, y se utiliza en las administraciones, en los medios de comunicación, etc. Se puede decir que la importancia del árabe clásico radica en el carácter cultural y religioso que tiene; eso debido a que existe una cantidad ingente de literatura realizada en árabe clásico, del mismo modo, es la lengua del Corán. Por lo cual, el árabe clásico tiene mucho prestigio en todo el país.

El bloque de las lenguas nacionales lo completa el amazigh llamado también bereber, que por su parte se divide en tres tipos: Tarifit que se utiliza en el norte del país, Tamazight en el centro y Tachelhit en el sur (Llorent, 2014).

En lo relacionado con el uso y el estatus de las lenguas extranjeras, actualmente es evidente que el francés ocupa un lugar muy importante en el reino alauí, ya que es la primera lengua extranjera por excelencia y se considera lengua oficial en diferentes ámbitos, como, por ejemplo, en las administraciones, en los estudios superiores etc.

Esto le da mucha importancia al idioma francés, sobre todo en el proceso de inserción laboral, ya que el francés es un requisito imprescindible en varios sectores. Por tanto, es una lengua que tiene muchísimo valor en la sociedad marroquí.

En cuanto al español, se puede decir que sigue teniendo una notable presencia en la zona del norte, por ejemplo, destaca el número de empresas españolas que ofrecen puestos de trabajo, especialmente empresas de telecomunicación. Asimismo, la televisión española tiene muchos seguidores, sobre todo, los canales del fútbol, cine etc., particularmente en las ciudades de Tetuán y Tánger. 

Por último, el inglés, y a pesar de que en Marruecos no se considera lengua colonial, empezó a ganar terreno debido a la importancia que tiene a nivel mundial hasta que se generalizó en todo el país y actualmente tiene un alto estatus en la sociedad marroquí. En este sentido cabe deducir que el poder económico desempeña un rol esencial en la difusión de un idioma. 

Es evidente que el español históricamente tuvo una importante presencia en Marruecos, ya que tenía el estatus de segunda lengua extranjera, incluso en la época del protectorado llegó a ser lengua oficial en varios sectores (Benyaya, 2007; Palma, 2019). Sin embargo, actualmente ha perdido protagonismo y se ha deteriorado de forma alarmante. En lo que concierne a la enseñanza del español, cabe señalar que actualmente tiene una presencia muy reducida en el sistema educativo marroquí; la lengua española se limita a 138 centros educativos de secundaria colegial y 308 centros de secundaria cualificante (Vitores, 2014). Lo que demuestra que le lengua de Cervantes se ha desaparecido de muchos centros. A todo esto hay que añadir que el español no aparece en el sistema educativo hasta el último año de la educación secundaria colegial; en cambio, el francés por ejemplo está presente en todos los centros educativos y es obligatorio a partir del segundo año de primaria.

“Hoy los alumnos de colegial eligen en su mayoría el inglés, y desean seguir manteniendo esta opción cuando pasan al ciclo siguiente, tronco común, con lo que la posición del español en el sistema educativo marroquí se ha resentido en los últimos años y su situación no se ha estabilizado todavía”. (Vitores, 2014, p.64)

Lo que demuestra que la lengua española perdió su estatus de segunda lengua extranjera a favor del inglés.

El retroceso del español en Marruecos tiene que ver con varios aspectos: en primer lugar, desde la independencia, el Gobierno marroquí siguió la política de afrancesamiento en todos los ámbitos. Las relaciones políticas y económicas con Francia fueron un elemento clave que facilitó la generalización del francés por todo el territorio marroquí. “Las autoridades marroquíes, por estrictas razones políticas, aplicaron a rajatabla el bilingüismo oficial: árabe y francés” (Moratinos, citado en Vitores, 2014, p.30).

Otra causa de la situación complicada del idioma español en Marruecos, es la escasa inversión que destinó España a la difusión de su lengua y cultura en su vecino del estrecho de Gibraltar, sobre todo en el periodo que siguió a la independencia de Marruecos (El Khoutabi, citado en Vitores, 2014). Cosa que facilitó la difusión del francés por todo el país, y posteriormente el inglés.  

En definitiva, el Gobierno marroquí desde la independencia siguió un proceso de afrancesamiento en todos los ámbitos, ya que poco a poco el idioma español empezó a perder protagonismo hasta que se convirtió en una tercera lengua extranjera y en muchos casos una lengua complementaria. Y a pesar de que el español comparte la condición de lengua colonial con el francés, su presencia en la sociedad marroquí queda muy inferior (Moratinos, 1993). Se puede decir que las salidas laborales que ofrece el idioma español en Marruecos son muy limitadas, asimismo, ofrece pocas opciones en educación superior, cosa que ha empeorado su situación y ha disminuido el interés por la lengua de Cervantes en los centros educativos marroquíes.  Por otra parte, el francés y el inglés se consideran lenguas del futuro y un elemento imprescindible que facilita el acceso al mercado laboral. 

Consideramos que la lengua española se encuentra en una situación poco favorable en la otra orilla del Estrecho. El Gobierno marroquí y el español tienen que cooperar conjuntamente para tender puentes y encontrar soluciones eficaces, ya que en muchos casos los acuerdos que se establecen no se llevan a la práctica, lo que impide mejorar la posición de la lengua española en la sociedad marroquí. 

Omar ibn Salah, investigador marroquí

Bibliografía:

Benyaya, Z. (2007). La enseñanza del español en Marruecos: del pasado al presente. PORTA LINGUARUM 7, 167-180 =https://digibug.ugr.es/bitstream/handle/10481/31607/Benyaya.pdf?sequence=1 HYPERLINK "https://digibug.ugr.es/bitstream/handle/10481/31607/Benyaya.pdf?sequence=1&isAllowed=y"& HYPERLINK "https://digibug.ugr.es/bitstream/handle/10481/31607/Benyaya.pdf?sequence=1&isAllowed=y"isAllowed=y

Llorent, V. (2014). Identidad cultural bereber y enseñanza del amazigh. Revista Española de Educación Comparada, 0 (23), 53-75.

Moratinos, M.  Á. (1993). Presencia cultural de España en el Magreb: pasado y presente de una relación cultural sui generis entre vecinos mediterráneos. Madrid: Mapfre, 175- 194. 

Moustaoui, A. (2004). Conflicto lingüístico y política lingüística en Marruecos: una propuesta de análisis. Actas Foro Barcelona.

Palma, J. D. (2019). La presencia de la educación y cultura española en Marruecos: del protectorado a la actualidad. Almoraima: revista de estudios campogibraltareños, (51), 169-188.

Sánchez, P. (2007). Marruecos tras la conquista islámica: un estudio de geografía dialectal. EDNA, Estudios de dialectología norteafricana y andalusí, 11, 101-119. http://www.linguapax.org/wp-content/uploads/2015/03/1_moustaoui.pdf

Vitores, D. F. (2014). Lengua española en Marruecos. Embajada de España.  

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